13. La Manada

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Así se vería Simba como tigre.
Esta imagen si me pertenece.

Simba y Zazu continuaron su viaje.

Simba pov.

Al día siguiente Zazu y yo nos dirigimos primero al reino de Ni para rastrear a donde se habian ido y de ahi seguirlos.

Cuando llegamos, desde lo alto de una colina me quede pasmado al ver a varios leones muertos.

Zazu voló por encima del cementerio de leones tratando de buscar a algún sobreviviente.

Yo baje de la colina buscando lo mismo.

Camine lentamente ,los olfatee y tuve mucho cuidado de estar seguro que estuvieran muertos, varias eran leonas.

Entre ellos vi a un cachorro, me acerqué para observarlo mejor pero nada. Era de un color dorado pálido, sus ojos estaban cerrados y podía verse claramente la herida de una mordida en su pequeño cuerpo.

—¡Simba!—me gritó Zazu

Corrí rápido hacia dónde el me llamaba. Estaba volando sobre un león tirado en el suelo de pelaje oro oscuro y melena color arena.

Tojo.

Aún estaba vivo. Tenía una mordida en el cuello y estaba sangrando. ¿Cuanto tiempo lleva así?

Pero en cuanto me acerqué empezo a moverse con miedo tratando de alejarse de mi.

—Tranquilo, Tojo. Soy yo. No soy un tigre. Soy yo Simba.

Después de un momento me miro bien y se tranquilizó

—Simba—tocio—¿Cómo es que estás aquí?

Puse mis patas sobre su cuello presionando la herida para evitar que sangrara más. La mordida llegó a la yugular, lo dejaron desangrarse a propósito.—Tranquilo amigo, aquí estoy. Malka y los demás llegaron conmigo.

Sacó un leve suspiro—Que alivio, hicieron bien en dejarme

—Descuida te voy a ayudar Tojo. ¿Sabes dónde está Kula?

—Kaz... Kazin... se la llevó

—Tranquilo no voy a dejarte morir

—No importa lo que tengas en mente no sigas, vuelve a casa, saca a tu familia de Pridelands, váyanse ahora que aún pueden.

Su cabeza empezó a caer hacia atrás.

—Tojo. ¡Tojo!

Sus ojos azules empezaron a cerrarse—Vete Simba—dijo sacando su último aliento.

Flashback

Un Tojo y Simba cachorros miraban alegremente a los pájaros azul bebés tratando de hacer su primer vuelo.

—Mira que tiernos son—dijo Tojo

Simba río—Si, tú eres el papá pájaro y yo la mamá pájaro

Acomode su cuerpo con cuidado en el suelo. Quisiera haber llegado antes. No quería abandonar a mi amigo pero tenía que seguir. Ya no habia nada que pudiera hacer aqui. Al menos ahora estaba seguro de que Kula seguia viva... por ahora. A pesar de sus advertencias sentí más la necesidad de seguir con mi plan, no iba a dejar que su muerte, la de Ni o la de toda esta manada fuera en vano.

El Rey León 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora