Capítulo 9:Decisiones

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Primero de todo perdonadme a tod@s por mi tardanza. He tenido dos meses muy complicados. Mi abuela esta muy mal, ni siquiera me conoce y su estado te deja un malestar que no he sido capaz de sentarme a escribir. Miles de gracias por vuestros comentarios y apoyo a esta y a mis historias. Perdonadme de nuevo el retraso, ultimamente sus días son mejores y por ello he sacado nuevas fuerzas y espero poder seguir subiendo con la regularidad dentro de lo que pueda. Gracias por comprenderme, os dejo con el capítulo nueve. No dudeis en decirme cualquier cosilla. Gracias de nuevo,besos.

Capítulo 9

─ ¡¿Te has vuelto loco?!─ chillé a pleno pulmón.

─Becca, tu hermano no está en su cuarto, pero si sigues elevando la voz se te oirá en toda la maldita casa.

─ ¡Tú tienes la culpa!─ volví a reprocharle solo bajando unas cuentas octavas mi voz. ─Me acabas de encerrar aquí contigo Austin. Tenemos un contrato. No hemos empezado ni lo que habíamos estipulado─ le repliqué frustrada.

─ ¡Oh, vamos Becca! Dime que no quieres esto…

─Claro que no ¡Eres mi puto jefe, Austin!─ y si era la única razón por la que mi cabeza que aún se mantenía algo cuerda no se abalanzaba sobre este hermoso e imponente hombre. ─Te he dicho que no chilles y no digas palabrotas, Timmy sigue en casa. Espera─  dijo levantando una mano mientras cogía su móvil del bolsillo del pantalón.

─Como si pudiera moverme o salir de aquí. Un loco psicópata me tiene encerrada─ dije en un susurro que el pudo oír perfectamente, que me correspondió con una sonrisa arrebatadora mientras esperaba que la persona a la que llamaba le contestara al otro lado del teléfono.

─Greta─ mierda estaba llamando a su ama de llaves, pero ¿para qué?─ necesito que te lleves a Timmy de compras…si…si…llévalo al parque también y cómprale un helado. Jerry os llevará. Vale, si…nos vemos en la cena. ¡Tengan cuidado, Adiós!─ ahora sí que estaba perdida.

─Bueno…ese asunto está arreglado. Ahora puedes chillar todo lo que quieras, aunque yo preferiría que fuera en la cama y que estuvieras muerta de deseo por mí─ dijo susurrando lo último con su voz ronca y grave que me provocaba un escalofrió por todo el cuerpo. Si me tocaba estaba perdida. ─Me deseas Becca. Lo he notado desde el primer día en aquella habitación del hotel  que en nada será mío. Igual que yo te deseo a ti.

─ ¡No Austin!─ dios mío…se estaba acercando─ ¡Estás loco!─exclamé incorporándome de la cama para acercarme a él. Ahora mismo lo que se merecía era una bofetada por arrogante. Levanté la mano a escasos centímetros de su cara, pero el vio mis intenciones y me agarró enseguida no dándome tiempo a culminar mi propósito. Me sujetó también la otra mano y me empujó hasta empotrarme contra la pared. Ahora estaba a su merced.

─Te lo pondré fácil, preciosa─ me susurró mientras yo me excitaba como nunca lo había hecho en mi vida. Su voz sexy me derretía por dentro. ─ ¡Bésame y abriré la puerta!─ soltó con un brillo fugaz y hermoso en sus ojos ¿qué iba a hacer ahora? .Si lo hacía estaría perdida, pero si solo con eso me dejaba salir…

─Austin no soy tu premio de princesita inocente que le da un beso al valiente caballero que gana un torneo por ella. Puedo ser pobre, pero he leído mucho y…

Pero Austin no me dejo seguir con mi discurso de distracción que tan buen resultado me estaba dando hasta ahora, pues me calló con un nuevo beso.

Sus labios húmedos impactaron en los míos de la misma manera dulce e increíble que la primera vez. Mi cuerpo se volvía una estufa caliente y mis brazos cedieron rodeando su cuello como si ese siempre hubiera sido su sitio. Su lengua acariciaba la mía despacio como pidiéndome permiso y a la vez me provocaba más de esa manera lenta deseando que fuera más salvaje.

Estaba perdida. Le deseaba aquí y ahora, me daba igual mi inexperiencia, el hecho de estar encerrada o que Austin era mi jefe. Lo deseaba como jamás había deseado a un hombre en mi vida.

─ ¡Hermana, Hermana!─ escuchamos al otro lado de la puerta. Timmy estaba aporreándola con sus pequeños puños y llamándome desesperado. Austin me soltó y con cara de fastidio abrió la puerta contigua que conectaba las dos habitaciones para que yo saliera primero en busca de mi hermano.

─Timmy, cielo ¿Qué pasa?─le dije arrodillándome delante de él, mientras notaba que Austin estaba detrás de mí.

─Yo quiero ir contigo al parque. No quiero ir con Greta, hermanita por favor…─ cogí a mi hermano en brazos y miré a Austin suplicante.

─Está bien iremos todos. Después Becca y yo tenemos que ir a otro sitio y tu volverás con Greta a casa ¿vale Timmy?─ mi hermano lo miró algo asustado y asintió rápidamente─ Muy bien hombrecito, espera abajo con Greta que ahora vamos─ concluyó cogiendo a mi hermano de mis brazos y dándoselo a Greta que desapareció con el enseguida.

Austin cerró la puerta tras ellos volviendo a dejarnos encerrados en aquellas cuatro paredes. Su sonrisa era picara, sus ojos brillaban y su voz sonó sensual y dulce.

─Me debe un beso señorita Wilson. No creo que me he olvidado, pero ahora tenemos una cita con Timmy. Así pues…─ dijo moviendo la mano como dejándome pasar delante de él─ delante de usted.

No tardamos mucho en subirnos al coche y llegar al parque. Austin y yo nos sentamos en la terraza de una cafetería pegada al parque mientras Greta subía a Timmy en los columpios, toboganes y hasta una rueda en la que te montabas y volabas por encima del suelo hasta otra parte del parque. La cafetería era realmente hermosa. Sus sillas tenían cojines negros y en cada mesa había una rosa roja.

Austin eligió un vino. Estaba segura que uno de los más caros que tenía aquel sitio, pero no protesté. Después de lo que había pasado en mi habitación necesitaba aquella copa. Austin me miraba sonriente mientras yo me tomaba la primera copa de un trago.

─Va usted a emborracharse señorita Wilson y me será extremadamente fácil después que haga lo que yo quiero─ susurró con esa sonrisa picara que me derretía por dentro. El muy cabrón ahora sabía que yo también lo deseaba.

─No te debo nada Austin. Tenemos un contrato únicamente profesional, aunque tú lo hayas olvidado yo no lo he hecho. Quiero labrarme mi futuro y mantenerme económicamente yo sola─ sus ojos me escrutaban y una chispa de decepción surcó sus bellos ojos.

─Tengo algo para ti─ dijo mientras movía la mano para chasquearle los dedos al camarero que asintió y regreso con una pequeña caja cuadrada y otra más alargada envueltas en papel de plata. Supongo que debió de ver la confusión en mis ojos porque añadió.─ Aunque no hubiera sido por tu hermano abríamos venido aquí después a cenar. Soy el dueño de este local, Becca. Sin embargo, es algo que sabe muy poca gente incluso son muy pocos los empleados que lo saben. No quiero que mi padre lo sepa. Ábrelos.

Abrí los regalos impaciente. Realmente me hacía ilusión que me regalará algo.

─ ¡Oh…dios mío! Un iphone y un Ipad nuevos. ¡Austin!

─Los necesitaras para trabajar y estar conectada conmigo en todo momento─ y ahí estaba el jarro de agua fría, sólo era un regalo de trabajo. ─Voy a llamar a Greta, está oscureciendo. Los mandaré a casa y nosotros cenaremos aquí. No te preocupes estarán bien─ asentí con una sonrisa falsa. Una idea se estaba formando en mi cabeza, ya que deseaba fervientemente al hombre que se alejaba para bajar del columpio a mi queridísimo hermano pequeño.

Sería suya como él quería. Deseaba que él fuera el primer y último hombre en mi vida, pero sabía muy bien que lo que él deseaba era solo deseo. Cuando acabará mi formación y yo cobrará mi primer sueldo renunciaría y Timmy y yo nos iríamos. Encontraría un nuevo trabajo.

Volvía sonreírle al hombre que venía hacía mi con paso firme y con mi hermano sonriente en brazos. Hoy perderé mis temores y me entregaré a el por completo.

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⏰ Última actualización: Mar 06, 2014 ⏰

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