Bienvenido al verdadero mundo Liar

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Un sitio totalmente ajeno a lo que conocía, me sorprendí al ver que todos eran similares a nosotros solo que con el cabello oscuro, y usaban ropas de diferentes colores igual que nosotros, solo que nosotros usamos colores claros en mayoría casi blancos sin embargo ellos en mayoría colores oscuros casi negros, la mayoría de los varones con el cabello largo y desarreglado, no parecían sombras tenebrosas, como la cosa que me estaba empujando;(efectivamente ya había comprendido lo que era el miedo y que algo te de miedo) por un sendero lleno de rocas, todos me miraban fijamente, mientras la sombra me empujaba, cada vez mas lo hacia con mas fuerza hasta que llego un momento en el que me tiró al suelo y algo extraño le sucedió a mi cuerpo, el suelo era tan aspero que mi pantalón y la piel de mis rodillas se rasgó y vi como sangre salió de mi cuerpo, había oido hablar del dolor pero nunca lo había experimentado, no imaginé que esa sensación fuera tan desagradable, se sentía caliente muy caliente podría decir que ¿ardiente? Me dolía demasiado, cada vez más y la sangre brotaba sin parar, así que la cosa o lo que creí que solo era una sombra mostró por fin lo que había detrás de esa sustancia oscura y viscosa, se trataba de un traje, esos ojos azules me petrificaron, un color tan profundo que podías ver el mismisimo mar en aquella mirada y quedarte perplejo, una mirada que entre mil podrías reconocer, una mirada única, sus labios carnosos llenos de juventud, rojos como el carmin, tan suaves como pequeños algodoncillos, un rostro tan palido como el marfil, con la piel suave de un bebé, un rostro delgado y perfectamente simétrico, cejas delgadas con un perfecto delineado natural, naríz delgada y respingona, esas pestañas grandes y abundantes, ese cabello negro y sedoso hicieron que me quedara cual artista mira preciosas obras de arte, me sonrió con aquellos labios carnosos y esa dentadura perfectamente blanca y procedió a decirme:
-¿Qué? ¿Nunca habías visto algo similar? ¿o es que aprendiste lo que es el dolor y te has vuelto masoquista?
-N...no no es eso
-¿Entonces? Mira no estoy para juegos princesa de mami, porque dudo que todos sean hombres en el lugar del que vienes, tan solo mira tus manos tienen el manicure de una princesa mimada, por cierto estas sangrando, limpiate con esto.
Me dio un trapo, con el cual intenté limpiar las manchas rojas de mi pantalón rasgado, y las heridas de mis rodillas, pero no estaba seguro de hacerlo bien, así que la mirada de la otra sombra se volvió hacia mi, susurrandole al oído a la que creía cosa rara femenina.
-Se nota la nuevo que eres en esto de sanar heridas, ven te voy a enseñar como se limpia una herida.-entonces tomó un pañuelo de un bosillo y un bote transparente de lo que creí era parte de su abdomen, entonces mojó el pañuelo y comenzó a limpiar, me dolía mucho tanto que mi cabello se oscureció un poco mas de una pequeña parte, derrame unas cuantas lagrimas, pero cuando estaba todo listo me puso una especie de parche, y me dijo:
-Ahora levantate, tienes que ir a limpiar mi baño, haré que esas manos se vuelvan de hombre jaja - lo dijo en ese tono que comenzaba a desagradarme-
Y ambos se rieron a carcajadas de mi, cuando de  repente todo quedó en silencio y unas trompetas comenzarón a sonar, la gente se alborotó tanto e hicieron una extraña formación, las dos cosas me tomaron de los brazos y me levantaron y procedieron a caminar en medio de la formación entonces...

El Ángel Con la EscopetaWhere stories live. Discover now