El Ángel Con la Escopeta

Pequeño Liar

Entonces me conduje por unas enormes escaleras hechas de oro, todo era tan silencioso que podía escuchar el ruido de mis pasos, me acerque poco a poco por las interminables escaleras en espiral, cuando por fin llegue, estas conectaban con otro enorme pasillo lleno de pinturas, las cuales me impactaron porque al observarlas me di cuenta que eran los abuelos y familiares de mis mejores amigos de la infancia, Duplus Clavis, recuerdo que el solía ser todo un aventurero, jugábamos todo el tiempo, el siempre inventaba juegos divertidos, hasta que un día su familia se mudo a otra ciudad ya que fueron llamados para el servicio comunitario, fueron los primeros en ser llamados para algo así, por lo cual perdí contacto con el, algunas veces solían venir a visitarnos pero después de un tiempo dejaron de hacerlo, papa decía que era porque estaban ocupados. Me preguntaba si era por eso que bese a la princesa, podría ser familiar de mi mejor amigo y ser parte de la familia, eso me lleno de alegría, encontrar el amor en la familia de mi mejor amigo, tan solo pensarlo hacia que se me pusieran los pelos de punta de la felicidad, en nuestras enseñanzas se decía que la primer persona que se llevara ese beso, seria la persona que entraría por la puerta de tu corazón para quedarse ahí por siempre, es por eso que lo das en el altar, pero bueno yo suponía que darlo antes no estaba mal del todo, entonces apresure el paso con gran entusiasmo para entrar por aquella puerta de roble que se veía a lo lejos y encontrarme con la que seria por siempre mi amada, cuando estuve apunto de entrar ajuste mi corbatín, abroche el saco y llame a la puerta, espere un par de minutos, la puerta no se abría, llame por segunda, tercera, cuarta vez, la puerta seguía sin abrir, comencé a estar un poco impaciente, pero sabia que por el amor de mi vida valía la espera, estuve llamando así por una hora entera,comenzaba a sentirme un poco preocupado, así que seguí llamando por milésima vez, pasaron dos horas, la puerta no se abría, media hora después me tire al suelo, me quede esperando hasta que por fin la puerta se abrió. Me levante al instante, me sacudí el polvo, acomode una ve mas el saco y el corbatín, estaba ansioso por entrar, pero no lo iba hacer hasta que no me dijeran que podía hacerlo, espere veinte minutos mas, me quede pensando si sucedía algo o era inoportuno, hasta que por fin escuche esa voz, esa voz que me sonaba tan similar. 

-Vamos, entra, ¿qué esperas bastardo? o ¿acaso me sigues teniendo miedo? pff  jaja que patético

Escuche esa misma risa sarcástica que había escuchado ya antes. Esa voz, esa voz era similar a la de... la sombra, esa inconfundible voz, no podía creerlo, besé a la sombra, así que decidí entrar de inmediato. Y para mi sorpresa, efectivamente era la sombra solo que ya no era una sombra, tenía un cuerpo normal, estaba recostada de lado apoyando su cabeza en una mano y con la otra sosteniendo una copa de oro en una enorme cama que la rodeaban con 4 pilares en las esquinas, cubriendo con cortinas semitransparentes de color rojo a los costados y llevaba un vestido rojo carmín asimétrico que le dejaba descubierta la pierna izquierda acompañado de unas zapatillas elegantemente rojas, tenia el cabello atado con una trenza en la mitad, sus ojos estaban delineados de negro, sombreados de los parpados rojo mate, su labial también era rojo mate, me quede asombrado al mirarla así.

-¿Qué ha pasado con la sustancia viscosa en forma de sombra su alteza? 

-Es algo que no te incumbe, has venido porque te cite para hablar de otra cosa.

-Disculpe no creí que fuera a molestarle mi pregunta -efectivamente era ella, esa forma de ser conmigo desde el principio era inconfundible-

-Pues el simple hecho de tu presencia me molesta desde ahora

-Si le molesta tanto mi presencia ¿Por que me llamo?

-Eras agradable antes de que acabaras con mi paciencia, tardaste tres horas en entrar, te mire por la cámara como te quedabas afuera como estúpido solo tenias que entrar y ya, yo te llame no había necesidad de llamar a la puerta

-Yo... no quería ser inoportuno

-Por eso te di una hora ¿no?, estas mas idiota de lo que creí pero al menos no besas tan mal para ser un novato

-Princesa, no diga eso, me sonroja, le diría lo mismo pero no me acuerdo.

-Bueno pues, entonces te refrescare la memoria -la princesa dejo su copa en la mesa que se posicionaba a un extremo de su cama, se acerco a mi, cerro los ojos y beso mis labios lentamente.

-Usted también besa lindo princesa...

-¿Solo beso lindo? -hizo una mueca-

-Aa... pues si... ¿Por qué la pregunta?

-Es hora de que te vayas

-Pero...

-¡Largo de aquí!

-¿Sucede algo?

-¡Que te vayas! ¿no entiendes bastardo? ¡vete! ¡no te quiero ver aquí! sal antes de que llame a los guardias y  te echen a patadas de aquí

Entonces me fui confundido de aquel sitio. Cuando llegue con el rey, me dijo que la princesa se había molestado conmigo por haberme ido de ahí, le dije que me fui porque ella me lo pidió, el rey me dijo que debí haberme quedado, le pregunte por qué y dijo que el amor es complicado, me pregunte por qué el amor de mi vida era así conmigo si me habían dicho que el amor era bonito, pero suponía que lo bonito de eso eran los besos, después todo iría mejor y mi error fue haberme ido de aquel sitio pero me prometí a mi mismo volver a la mañana siguiente a enmendar mi error y hacer que mi amada estuviera feliz conmigo. Y así fue, al amanecer me dirigí al palacio de la princesa pero para mi sorpresa no estaba, deje una nota con flores al sirviente para que se las diera a mi amada cuando regresara, volví al siguiente día y para mi sorpresa la princesa aun no regresaba, el sirviente decía que estaba ocupada al otro lado de la ciudad cumpliendo con su labor de princesa, así que volví al siguiente con mas rosas, al siguiente, y así fue por una semana, un mes, y ella no regresaba hasta que un día por fin muy de mañana me encontré con la princesa en su jardín.