Aquel día hizo que todo cambiara.
Mi madre me quitó del colegio, y tuve que dejar a mi mejor amiga para siempre Grace.
La capulla de Alex se buscó un problema con la directora, pero no le hicieron nada, ya que solo tenía 5 años. Era una cría. Pero coño, yo también lo era, y la que se rompió la barbilla fui yo.
Lo único bueno fue que Grace le pegó una paliza a Alex cuando yo iba en la ambulancia.
Mis padres decidieron meterme en otro colegio que había por la zona, mucho más pijo que el otro. También nos mudamos a una comunidad de vecinos, todos ellos pijos y engreídos.
En el nuevo colegio me fue mucho peor. Ya no tenía a Grace conmigo, y las niñas eran super repelentes. Nunca me han caído bien las niñas. Siempre me he llevado mejor con los niños.
Como yo era nueva, y diferente (no tenía cara de oler mierda ni el pelo rubio pegajoso), las niñas me dieron de lado, pero me hice amiga de los niños de mi clase. Jugábamos en el patio de infantil a los Vaqueros, y a mi me dejaban ser el Sheriff, porque era la única que tenía pistola.
Nuestra única obligación era joder a las niñas. Les levantábamos las faldas del uniforme y le robábamos las muñecas para cortarles el pelo. Una vez incluso, un amigo mío le cortó la falda a una rubia repelente y se llevó todo el día enseñando las bragas como una tonta.
Pero luego entramos en primaria. Conocí a una chica muy tímida pero que como no me miraba mal, decidí que me caía bien. Luego vimos que teníamos cosas en común, como que su primo era uno de mis vaqueros. Se llamaba Rose. Era muy callada, y casi nunca hablaba pero cuando la llegué a conocer bien, se hizo muy amiga mía. Ella venía a mi casa a jugar o yo a la suya.
Y en ese momento me di cuenta de que había encontrado a una amiga que me duraría siempre.
CAPÍTULO DEDICADO A MI CARMELA. NO SABES LO QUE TE KIERO MI DIRECTIONER