Unos años más tarde, cuando su edad no se contaba únicamente con los dedos, recordó las palabras de su amiga.
Aquella mujer le había dicho que jamás diera las cosas por hecho.
Y jamás lo hizo, hasta que una tarde de Febrero, cuando el sol se había ocultado por completo, miró a su alrededor y se encontró completamente solo.
Miró su vieja arpa a un lado de la cama y dijo: "Si tengo esto, ¿qué más me falta?"
Había olvidado que su "musa" se había ido por correr tras las agujas del reloj y él apenas lo notó.
Se acomodó el cabello rebelde y se sentó en una esquina de la cama, las sábanas grises lo acogieron levemente, tomó el arpa y comenzó...
¡Jamás!
Lo había dado por hecho, se levantó con un brinco y comenzó a tomar ropa y otros artículos de su mesa de noche, iría por lo que había perdido, aunque fuera demasiado tarde...30 años restaron el tiempo del encuentro.
Aquella mujer le había dicho que jamás diera las cosas por hecho.
Y él, pese a su condición, le había escuchado.
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Cuentos sabor Café
RandomFrío, caliente, dulce o amargo, la vida es como un café. 43 Cuentos cortos y variados de diversos temas. Cada uno cuenta un poco sobre la destrucción de deseos y la esperanza.