Contar estrellas

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Buen caminante, saliste una tarde.
Cuando el tiempo voló miraste que el sol se ocultó.
Seguiste con tu trote, sin ninguna clase de complicación.
Llegaste a un viejo columpio, ubicado en el lugar más oscuro de la calle.
Te acomodaste y escuchaste poco a poco el sonido del aire.
El cielo te llamó, alzaste la vista y encontraste el cuadro pintado por el mejor artista.
Comenzaste a contar estrellas, vaya gala, vaya fiesta.
De fondo parecía sonar una orquesta.
Perdiste el tiempo y llegaste a más de un millón.
Cuando el sol salió te quedaste perplejo, olvidaste lo fundamental, lo más importante.
¿Quién te había alumbrado esa tarde?
Por contar estrellas, olvidaste la luna, la cual, es la mejor estrella.
Más en aquella etapa de luna nueva.

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