Alcohol pálido

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El revote no fue tan grande, comencé a beber para pasar el dolor que me causaba su mirada, sin ninguna aparente explicación.

¿Por qué la gente hace eso?

Es patético, y no lo digo por beber, lo digo por golpear, es sólo un reflejo de lo jodido que puede estar vuestro espíritu.

El tic tac comenzó a moverse, era como estar en el País de las Maravillas, sólo que no era, ni soy como Alicia, soy alguien como el sombrerero, o tal vez el conejo, el cual maneja el tiempo de todos sin saber que pierde el de él.

Debería aprender a ser más egoísta. Cómo lo eres tú.

Lo cual, me recuerda, al mismo tiempo; a un saco de boxeo y es aquí cuando vuelvo al comienzo, me golpearon la espalda  y en lugar de defenderme como lo haría cualquier individuo, hice el mejor bote para navegar, un vaso de vidrio de una altura de 30 centímetros y una botella de vodka, estaba comenzando a perder mi gusto por el Tequila.

Entre más incrementaba mi dosis de licor, más aumentaba mi sueño. Estaba en un escenario, llegabas tú y presionabas mi cuello, ambos nos movíamos con una gran, gran, desesperación.

Ambos queríamos olvidar nuestras vidas, los golpes de cada mañana y el temor que ambos nos descubriéramos.

Cuando me mordiste recordé que era un jodido sueño y me levanté  derramando un poco del alcohol en mi alfombra color verde pálido. 

¿Por qué todo era pálido?

Tu piel, mi piel, mis manos, tus manos.

La mirada indiferente, mi mirada vacía.

Todo lo era, y por primera vez en la vida, deseé despertar de un sueño.


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