Cuentos sabor Café

1. Alguien

Es un castillo, igual a todos los demás.
Pero, adentro se encuentra alguien diferente a ese "todos."

Hay millones de puertas y ventanas, millones de abismos, cada puerta lleva a un mundo distinto, sin embargo, todos llevan a lo mismo.
Monotonía, miedo, suspenso...emociones tan oscuras que nadie sale vivo, nadie, absolutamente nadie.
Ese alguien, cuyo nombre no es importante ahora, entró a uno de esos mundos oscuros y fríos.
—Saldré con vida —dijo saludando al público que desde afuera le miraban y aplaudían.
Las grandes puertas de hierro, de aquel mundo se cerraron a su espalda y todo lo que no había dicho antes se convirtió en un simple olvido, sus pensamientos se encerraron en un frasco de vidrio en lo más profundo del mundo, esa, era ahora, su misión.

Sus pasos fueron seguros al principio, aún conservaba los "Te quiero" de parte de mamá y los "Lo lograrás" por parte de papá. Pero, cuando sus pasos marcaban 11 kilómetros, se detuvo.
El camino de adelante se limitaba a un puente colgante y abajo, muy abajo, había un río, cristalino y grande como el Nilo.

Suspiró.
—¿Qué haré ahora? Le temo a las alturas.
—Sólo camina —le dijo una hada pasando por su lado y con un salto caminó sobre las ligeras y delgadas cuerdas que unían cada tabla del puente.
Ese alguien, le gritó que debía parar, podría caerse y jamás volver a respirar. El hada color azul sólo sonrió.

Las montañas verdes con luces amarillentas le iluminaban la vista y con miedo "alguien" tomó las cuerdas y comenzó a caminar entre las tablas de madera.

—¿Sabes qué significa la madera? —le preguntó el hada, cuyo nombre era "Sky"
—¿Me hablas a mí? —la miró y ella volteó.
—Claro, ¿ves a alguien más? Sólo somos tú y yo.

Continuará...