4 Agua que no has de beber

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F intentó imaginarse como respondería a la seductora proposición de R. ¡Una ducha juntos! - casi no podía imaginarse lo que eso podía significar ni lo que podría pasar. Pero decidió disfrutar las sensaciones y abandonándose al placer dejó volar su pensamiento:

− ¡Por supuesto que quiero ducharme contigo! - respondería él levantándola en sus brazos y transportándola a la ducha. Una vez que estaban los dos deentro de la cabina de ducha abriría el agua , todavía fria que les empaparía a los dos haciéndoles estremecer al contacto con sus cuerpos calientes .... 

R inclinaba la cabeza hacia atrás , dejando caer su precioso pelo negro sobre su espalda y recogiendo el agua en su carita antes de dejarla descender sobre su cuello y su camisa. El agua hacia que esta se transparentase, así que F podía ver con perfecta nitidez como dos pezoncitos oscuros se dibujaban a través de la tela blanca. 

− Oh R, ¡eres preciosa! − dijo F mientras le desabrochaba la camisa para poder ver bien esos preciosos pechos. El agua había mojado completamente sus boxers, pero la erección que tenía le impedía bajárselos facilmente ya que su pene se había colado por la abertura delantera, imposibilitando que se eslizasen facilmente. F no lo dudó un momento, ante la visión de esos pechitos redondos y perfectos, se lanzó a besar a R. Sus labios se fundieros en un beso pronunciado, mezclando sus salivas con el agua que corría por sus bocas. F notaba como su pollita chocaba contra el cuerpo de R y como esta la recogía en sus manos para apretarla y notar el ardor que despedía.

− Puedes bajar con tus besos si quieres − Le dijo despojándose de la camisa mojada. Los besos de F dejaron de cubrir con su deseo los labios de su invitada y se concentraron en recorrer el camino que llevaría a descubrir los secretos mejor guardados de su increible cuerpo. Avanzando por el cuello se acercó con un beso a su oido, y un susurro entrecortado por la pasión le dijo - Quiero que seas mia, R , te voy a comer tooodo -

F no dejaba de acariciarle la espalda y de recorrer con sus dedos cada curva de ese excitante y sensual cuerpo. Su boca se abrió en un enorme beso sobre su cuello a la vez que le apretaba con sus manos contra él para que ella pudiese notar su sexo erecto contra su cuerpo. Esto la hacía estremecerse y en un gesto brusco se separó de F quedándose frente a él para , con un movimiento rápido despojarse de sus braguitas mojadas y separar las piernas para invitar a F a entrar entre ellas : 

- Mi vida ¿Quieres comérte mi chochito? , le dijo con una mirada entre suplicante y viciosa que a F le volvió loco. Sin pensárselo dos veces F se puso de rodillas , el agua de la ducha caía sobre las preciosas tetitas de R bajándo por su ombligo hasta desaparecer entre sus piernas. F se colocó enfrente de esa fuentede placer y agarrando con sus manos el pompis de R se la acercó a su boca abierta. Quería bebérselo todo.

Con su lenguecita jugueteó con las ingles de R, haciendo que esta se retorciese de excitación mientras esperaba el ansiado momento en que él le chuparía su sexo. F la lamía cada vez más cerca de su rajita, con su lengua empapada saboreaba esa mezcla de sexo diluido en agua volviéndose loco de excitación. No tardó en colocar su lengua nerviosa bien por debajo de la rajita de R , y sacándola hasta un tamaño inesperado, propinar una chupada que le recorrería desde la base de su labios vaginales hasta el clítoris, donde F, con los ojos cerrados , puso las mejores de sus artes para, dando lametoncitos continuos y rítmicos con la punta de la lengua, hacer que R perdiera el sentido de placer.

− Sigue así , sigueeeee - dijo R alcanzando el orgasmo que F estaba esperando mientras se movía estirándose de placer entre sus sábanas y corriéndose sin control en una larga erupción de placer.

Relajado como estaba, todavía con los boxers puestos y su pene aún erecto saliendo por la abertura delantera, se quedó dormido.

F durmió profundamente hasta las 9 de la mañana. Había amanecido con una bruma matinal que anticipaba un día caluroso. F se dio una ducha rápida. No pudo dejar de pensar en lo que habia experimentado la noche anterior y todavía se preguntaba si no había sido algo más que una fantasía de su imaginación ... todo habia resultado tan real y ahora, en el sitio exacto dónde horas antes se habia imaginado a la inquietante invitada, casi podía olerla en el ambiente y notar sus pequeñas y dulces manos acariciarle mientras con una respiracón entrecortada le pedía que no parase ... no podía quitarse esa imagen de la cabeza.

Le costó mucho concentrarse en los libros de estadística esa mañana. Las imágenes de la fantasía de la noche anterior seguían ahí y no podía dejar de pensar en ella ... esa preciosidad de chica que estaría durmiendo ahora mismo a apenas unos metros de su habitación ....

Se sintió tentado de entrar en la habitación donde dormía ella con la excusa de coger algo, pero no se le ocurría el qué. No se atrevería tampoco a llamar a la puerta y despertarla, ¿qué pensaría? . El recuerdo de la fantasía que habia tenido la noche anterior le turbaba y le hacía sentir una culpabilidad de haberse apropiado de algo que no le pertenecía. Finalmente dejó de lado sus pensamientos y consiguió concentrarse en su libro.

Una visita inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora