Capítulo 4

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-Bueno, ¿Qué plan tenías pensado para esta tarde? -pregunté, haciendo que levantara la mirada en un gesto rápido, sin mover nada mas que la cabeza.

-Hmm... -rodó sus ojos de un lado a otro- ¡Ah, cierto! -se levanto del sillón en un enérgico salto, corriendo hacia una de las dos habitaciones- Espera un segundito. -dijo asomando la cabeza por el marco de la puerta. -No te muevas.- repitió la acción señalándome.

-Cute~ -reí para mí mismo, después de que sus actos me provocaran una sonrisa.

-¡PABAM! - gritó haciendo una entrada triunfal. Llevando tres álbumes de fotos apilados en sus manos.- Se me ocurrió que sería una buena forma de recuperar tu memoria.

Se sentó a mi lado dejando los álbumes al lado contrario, cogiendo el primero de ellos. En su portada estaba escrito "2009-2010" en un fondo de galaxias. Al parecer era del año en que nos conocimos. Estábamos todos tan pequeños e inocentes. Aunque había un detalle que no entendía del todo...

-¿Por que soy rubio y por que llevamos trajes a conjunto?

-Bueno... Ehm... -dudo por unos instantes- Te teñiste por G-Dragon. -respondió decidido.

-¿Y los trajes? ¡Incluso llevamos maquillaje! Parecemos rookies... -mis palabras iniciaron un silencio incomodo, el cual me hizo preguntarme algo.- ¿Debutamos como un grupo idol?

-No exactamente. Esto... Nosotros... -dejó la frase a medias, soltando un suspiro.- No quiero hablar del tema. -dijo entristecido.

Era una teoría un poco loca, pero por más que lo pensaba tenía sentido. Hace poco fuimos a un karaoke, incluso cantamos algunas canciones de BIGBANG juntos. Después de ese día podía asegurar que las voces de ellos tres eran bastante buenas. Además, C.A.P y yo sabemos rapear bien. No entiendo como no podrían ser cantantes. Tal vez, no tuvimos éxito y por eso es un tema delicado. De todas formas, el álbum estaba muy vació. Faltaban fotos y se notaba. Eso tenía que significar algo.

-Perdona, Ricky-ssi. -dije, a lo que él me regaló una sonrisa.

Cogió el siguiente álbum, el cual tenía "Hawaii 2013" escrito en medio de este, rodeado de dibujos de hibiscos y hojas de palmera en un fondo verde mentolado. En muchas de ellas aparecíamos vestidos como típicos turistas con sus camisas de flores, pero en otras se nos podía ver enfundados en unos trajes dignos de un modelo profesional. Y que decir de nuestros peinados, el único que parece él es ChangJo. Pero, dejando todo eso a un lado, había fotos que si éramos más nosotros mismos. Se veía que nos lo estábamos pasando realmente bien. Aunque, para mi sorpresa, igual que en el álbum anterior, faltaban fotos. ¿Por qué? Quería saberlo, pero no quería incomodar más a Ricky, así que me quedé con la duda. Tal vez podría sacar el tema en otro momento.

Fue ha dejar de nuevo el álbum a su lado para coger el último, cuando el sonido de unas pisadas continuas le interrumpieron. Haciendo que los dos nos quedáramos embobados con lo que estaba pasando. Dos caniches salieron de su habitación medio adormecidos. Parecían dos ositos e incluso nubes de algodón.

-Jjongie, Kkomulie, ¿ya os habéis despertado de la siesta? -se levanto hacia ellos para darles un abrazo.

Jjong, el perro de ChangJo ya debía de tener unos 3-4 años. Pero, Kkomul, el perro de Ricky todavía era un cachorro así que necesitaba dormir. Cosa que los míos hacían desde hace aproximadamente una hora hechos una bolita a mi lado izquierdo. Los miré como un padre orgulloso, para luego curiosear en los álbumes que seguían en el sofá. Al menos para saber el nombre del último.
-¿Guam 2014? -me pregunté a mí mismo. Tal vez...- No sabía que habíamos ido de vacaciones a Guam.

-¡Ah si! Y fui yo quien las organizo. Que bien nos lo pasamos... Sobre todo en el yate, ¡Y los delfines! -se tumbo en el suelo estirando brazos y piernas- Eran preciosos. -afirmó, para finalmente adoptar un tono más serio a sus próximas palabras- ¿Sabes? Fueron nuestras pri-

-Nuestras primeras vacaciones todos juntos...

Y entonces caí... ¿Mi sueño pasó de verdad?¿Era un recuerdo? Si lo era, eso quiere decir que el chico sin rostro era real. Tal vez fuera un chico que conocí allí, o tal vez era una persona cercana a mí. Puede que Ricky pudiera explicármelo, seguro que el sabe algo de él. No creo que fuera producto de mi imaginación.

-¡Si! ¿ChunJi hyung te lo contó?

-No exactamente... -dirigí la mirada al techo-¿Recuerdas si había alguien más en ese yate a parte de nosotros cinco y el capitán?

Al notar que no obtenía respuesta, volví a bajar la mirada, y pude ver su rostro pensativo mientras recogía los álbumes inquieto, llevándolos de vuelta a su lugar.

-Estábamos... los de siempre. -respondió al volver, levantando los hombros algo tenso.

Su respuesta no me dio ninguna pista, pero al menos sabía que ese sueño no era producto de mi imaginación. Si no que mi subconsciente recreó ese momento para que yo lo recordara. Pero, ¿Qué tenía de especial para que se repitiera tantas noches? Necesitaba recordar a ese chico. Sinceramente, el ambiente no era el adecuado para preguntar nada más. Adema, sin darnos cuenta, el reloj marcaba las ocho de la noche, y el cielo ya estaba completamente oscuro, cubierto por unas nubes espesas.

-Se me hace tarde. Me voy ya, Ricky-ssi. -dije abriendo la puerta principal.

-¿Ya?¿Seguro que no quieres que te acompañe? No quiero que te vayas sólo en tu estado. -insistía Ricky preocupado.

-Estaré bien, de verdad. Además cuánto antes me vaya, antes estaré en casa descansando. -una débil curva se formó en mis labios, en un intento de convencerle.

-Bueno, pero ten cuidado, hyung. Cuida tu resfriado, eh. -acomodó mi cubrebocas, colocándolo sobre mi nariz y labios- Hasta luego~. -agitó su mano despidiéndose.

-Bye~. -respondí, devolviéndole el gesto.

Salí de su casa dispuesto a coger el metro. Como ya no tenía coche y ellos viven casi en las afueras de Seúl, no me quedaba otra.

Al salir de aquel tren comencé a caminar, y al avanzar unas cuantas calles me di cuenta de que estaba en Anyang. Había cogido la dirección equivocada, y una lluvia que empezó poco después de salir de la estación comenzó a intensificarse. Intenté retroceder sobre mis pasos, pero me había perdido y me sentía agobiado. Sentía como mi resfriado empeoraba a causa a de la lluvia y la fiebre me empezó a aumentar.

Mi móvil estaba sin batería, así que deambulé por las calles del distrito de Manan-Gu. Desorientado, hasta que ya no podía más. Sólo quería llamar a ChunJi para que viniera a recogerme, pero todos los negocios ya estaban cerrados y no llevaba más dinero encima.

Seguí andando devilmente hasta que encontré una cafetería con un cartel que decía "Café DaNi". Parecía estar apuntó de cerrar, así que intenté ir lo más rápido que pude. Estaba a unos pocos metros de ella. Cuando un pequeño perro negro salió del lugar, ladrando hacia mi dirección al verme. Sin saber el por que, al verle, un nombre escapó de mi boca.

-KkangKkangie... -suspiré sin voz.

Se giró inquieto para ladrar a la puerta, haciendo que una sombra alargada surgiera de esta, convirtiéndose en un hombre alto que corrió al verme caer.

-Oh no... ¡Hyung! -comenzó a temblar nervioso, mientras me tapaba con con su abrigo. Para finalmente, desmayarme en sus cálidos brazos.

Remember 《NielJoe》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora