Capítulo 5

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-L.Joe hyung, te quiero... Me gustas... -resonó en mi cabeza.

Abrí los ojos desorientado. Me encontraba en mi cama, pero no sabía como había llegado ahí, ni cuando. Ni siquiera sabía si era de noche o ya había amanecido. Me giré para mirar el reloj, pero sus luminosos números no estaban. Tal vez ya no funcionaba. Poco después, me incorporé al oír la voz de hyung fuera de la habitación.

-¿Diga?... Si, esta dormido ahora. Ha pasado buena noche... Hiciste bien, tranquilo. No te preocupes por eso... ¿Si?... -se quedó callado un momento, tras un suspiro- Si te recuerda, se acaba todo. Para bien o para mal... Mi querido dongsaeng, Angel nos espera... ¡Bye~! -acabó la conversación, soltando un suspiro más sonoro que el anterior.

De quien estarían hablando... Tal vez... ¿de mí?

Unas pequeñas zarpas comenzaron a arañar la puerta desde fuera, llamando la atención de ChunJi. Ajeno a lo que estaba pasando, me cubrí bajo las sábanas y me hice el dormido. Tras unos minutos, unos pasos continuos me indicaron que venía hacia aquí. Suponía que llevaba algo en las manos, al notar que abría la puerta con dificultad.

-¡Buenos días~! -me deseó melodioso, y casi tropezando con el animalito que no paraba de dar vueltas por todo el cuarto, dejó una bandeja en el escritorio- ¿Has dormido bien? A noche me diste un gran susto.

-¿A noche?

-Te desmayaste en Anyang. Menos mal que llevabas mí viejo teléfono.

-¡Oh, vamos!¡Pero si es un móvil de Hello Kitty de hace diez años!

-Tampoco exageres, que solo tiene ocho. -dijo entre dientes, para luego hacer una pausa- A lo que me refiero es... -siguió hablando, y yo deje de escucharlo tras sumergirme en mi mundo.

-Así que no fue un sueño... -pensé en voz alta- ¿Oh? -mire fijamente ha un pequeño sobre amarillo que había frente el reloj. Siendo este la razón por la que los números no se dejaban ver.

-¿Me estas escuchando, byeongari?

-Hyung.

-¿Si?

-Llévame a Anyang. -Me giré a mirarle.

-¡¿Eh?! De eso nada. Necesitas descansar.

-Por favor. Al menos déjame darle las gracias a ese chico en persona.

-E-Esta bien... Cuando acabes la comida, prepárate. Nos iremos en 20 minutos. -Dijo levantándose de la cama, yendo hacia la puerta.

-Hyung. -repetí. Haciendo que se congelara en el sitio, moviendo nada más que su cabeza- Gracias.

Dejó la habitación con una sonrisa, cerrando la puerta tras él. Entonces, cogí rápidamente el sobre que había sobre la mesilla. Lo abrí, y dentro había un pequeño papel con un pequeño dibujo de dos pollitos siguiendo una gallina en el borde derecho de este. En él, se podía ver un lema escrito:

"La tercera es la vencida."

No había nada más escrito en él. Tampoco estaba firmado, y esa letra no era de ChunJi. ¿Aquel chico la habría dejado ahí? Quién sabe.

Después de comer un poco, ya estaba vestido y aseado, listo para irnos. Él me esperaba en la entrada con una bolsa de ropa limpia en su mano, la cual me entregó.

-Toma. -dijo estirando su brazo- Recuerda devolverle esto.

Asentí asombrado como respuesta. Él debía de tener un gran corazón si se atrevió a prestarle su ropa a un extraño. Ya en el aparcamiento, nos subimos al coche. Durante el trayecto no hubo palabras. Solo la radio y un ChunJi preocupado al volante. No habló, pero se notaba en sus gestos que le ocurría algo, aunque parecía no querer decírmelo. Tras cruzar el puente, desconecté por completo. Decidí escuchar un poco de música para que el trayecto se me hiciera menos pesado. Pero, dejé un auricular suelto por si ChunJi decidía decir alguna palabra. Varios minutos después, la emisora comenzó a informar sobre las noticias de la semana, y pude escuchar algo que llamó mi atención.

"-L.Joe de Tee..." -ChunJi apago la radio en un movimiento rápido, antes de que acabara de decir el titular.

-A-Acaba de decir... ¿L.Joe? -insinué.

-¿Qué? ¡N-No! Ha dicho... ¡EXO! -aseguró- No deberías escuchar la música tan alta, esta afectando a tus oídos. -añadió. Pero seguía sin parecer muy convencido de sus propias palabras.

-Al menos mi confusión a conseguido que hables. ¿Ha pasado algo? -pregunté.

-No, es solo que estoy un poco cansado de ayer. Estuve hasta tarde en Gangnam con C.A.P.

-¿Una cita?

-Si... algo así. -definitivamente, me ocultaba algo.

Solo faltaban unos minutos para llegar, y he de reconocer que me sentía algo nervioso. No recuerdo con exactitud como sería mi personalidad antes de todo esto, pero solo de pensar en tener que entrar y hablar con aquel desconocido me aterraba. Lo único que se me ocurrió fue que ChunJi me acompañara, y se lo propuse. Pero este, rechazó la idea diciendo que estaría comprando algunas cosas en el 7eleven que había justo al lado de la cafetería a la que nos dirigíamos. Aparcó frente la puerta y miró al reloj de su móvil.

-Todavía no han abierto, son las ocho y media. ¿Quieres esperar un poco aquí dentro?

-No, esperare en la entrada. No creo que tarden mucho.

-Esta bien. Entonces yo iré a comprar. ¿Quieres algo en especial?

-Kimchi, gracias.

-Tú y tu kimchi. -rió.

Salimos del coche y ChunJi entró en la tienda mientras que yo me senté en el suelo a esperar, apoyando la cabeza en la pared. Esperé unos minutos ahí, revisando mi lista de canciones de arriba a abajo. Cuando un sonido de cristal romperse que venía de dentro me asustó. La persiana metálica no estaba del todo bajada, así que me colé por debajo y me encontré a un chico alto de pelo negro bailando tras la barra, mientras colocaba tazas con la marca de unos labios rojos dibujados en cada una ellas dentro de unos armarios de madera. Realmente bailaba bien, y poco después me fijé en que también estaba cantando. La letra transmitía tristeza y soledad, a la vez que esos movimientos lo expresaban con tal delicadeza que era imposible no quedarse hipnotizado.

Tras salir del trance, me armé de valor y acerqué un poco más a él. Estiré el brazo para llegar a tocar su hombro y llamar su atención, cuando el se giró probablemente como parte de la coreografía que interpretaba y encogí mi brazo rápidamente. Entonces, nuestras miradas se cruzaron y el dejo caer frente a sus pies la taza que sostenía.

Eso si que fue realmente el sonido de un cristal roto.

Remember 《NielJoe》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora