Capítulo 6

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Me quedé bajo la mirada de aquellos brillantes orbes cafes. Aquella silueta, aquella voz,... Se me hizo tan familiar que me ruboricé inconscientemente, casi al instante. Él lo notó, y sus mejillas conjuntaron con las mías. Compartiendo ambas un mismo tono rosado.

-Buenos días -reverencié.

-Ah...Ho-Ho➚la➘. -su voz se rompió impidiendo que acabara la frase- Disculpe. -dijo incómodo- Buenos días. ¿Cómo ha entrado? -preguntó tras quitar la música para oírme mejor.

-Yo solo... Escuché un ruido y me preocupé. Solo vine a devolverle su ropa. -deje la bolsa sobre la barra, acercándola a él.

-Oh, gra➚cias➘. -reverenció, rompiendo su voz por segunda vez.

-¿Se encuentra bien? Su voz parece algo dañada. ¿No habrá venido a trabajar estando enfermo, verdad? -insinué preocupado. Aunque yo no debía hablar, ya que ayer mismo salí en una peor condición.

-No, es solo que estoy muy nervio➚so➘. Es que... Yo... -bajó la mirada.

-Tranquilo, bailas muy bien. -sonreí, llamando su atención- Aunque no lo parezca, yo también estoy algo nervioso. -lo estaba. Pero, no esperaba estarlo hasta este punto.

-¿De verdad? -sorprendido, habló con más tranquilidad.

-De verdad. No es nada malo ser tímido.

-Todavía faltan unos 20 minutos para abrir. -añadió tras mirar el reloj que había en la pared- ¿Quieres quedarte y charlar un rato? -su voz comenzó a sonar más relajada.

-Claro.

Le ayudé a recoger el desastre que había provocado al entrar de esa manera. A continuación, eché un vistazo a las paredes y vitrinas que había en el lugar. Parecía algo vacío, como si faltara decoración. Puede que fuera un local nuevo. Luego, nos sentamos en los asientos que había junto a las ventanas, uno frente al otro y comenzamos a charlar. No sin antes quitarme una duda.

-¿Puedo preguntarle algo? -él asintió.

-¿Es por lo de haberle ayudado? -adivinó velozmente.

-Fue algo muy amable por su parte. Ayudarme aún siendo un desconocido... Se lo agradezco de corazón. -me incliné aún sentado.

-No eres un desconocido. -aseguró- Reconocí tu cubrebocas. Además, las dos pecas bajo tu ojo son algo único.

-Un momento... -sus ojos se agrandaron. Parecían haberse llenado de esperanza- ¡¿Eres el chico del puente?! -vi sus ojos volver a apagarse tras esa suposición. Tal vez, esperando otra respuesta- Pero, tus labios no estaban tan marcados cuando te vi. -dudé, al ver el relieve de su cubrebocas.

-Es porque es por la mañana. -dijo tímido, tapándose la mitad de la cara, dejando únicamente sus ojos a la vista.

-Seguro que son encantadores, y esos ojos... -fantasee- Esos ojos son los mismos brillantes e inolvidables ojos con los que me crucé ayer. -tras decir eso, volví mi expresión algo más seria- Parecías triste.

-Me pillaste pensando en... un buen amigo. -su mirada se cristalizó sutilmente.

-Siento mucho preguntar esto pero, ¿le paso algo a ese amigo suyo?

-No hace mucho, tuvo un accidente. La última vez que lo vi, fue en una camilla de hospital. -aquellas dos frases captaron toda mi atención- Pero, no creo que quiera volver a saber nada de mí. -se llevo las manos a la cabeza, apoyando los codos sobre la mesa- Fue todo culpa mía... -se culpó. En un tono tan bajo que casi no pude oír.

Remember 《NielJoe》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora