Cuando te encuentre

Capítulo 16: Un lugar para tres

6:30 pm

Era la hora que marcaba el reloj digital de la pared, la hora en su computador y la hora en su celular, soltando un suspiro de cansancio, cerró el archivo de los registros para el próximo pedido de carátulas, previamente guardando sus cambios y apagó su ordenador.

La mayoría de los empleados ya se habían ido, solo quedaban Luna y un chico americano llamado George en el piso, probando algunos nuevos programas informáticos que al parecer todos iban a tener que empezar a usar. Estaban hablando con tecnicismos que obviamente no entendía, bueno por algo ambos ingenieros tenían esta, aparentemente, divertida tarea para ellos.

Bien podían seguir con lo suyo, él debía retirarse ya.

Como cada viernes por la noche, MinHo y él salían de paseo, a veces a cenar, otras al cine, o simplemente sentarse en algún lugar cómodo y relajarse, siempre que no se les hiciera tarde en la oficina. A donde fuera que vayan, regresaban antes de la una de la mañana, porque al día siguiente, sábado, MinHo pasaba la tarde en su pequeño departamento, parecía que MinHo ahora pasaba más tiempo con ellos que en cualquier otro lugar, se entretenían un buen rato charlando y atendiendo a SooJin, cenaban o almorzaban según les permitiera el tiempo, lo mismo para los domingos.

Y esto se ha repetido durante dos meses completos.

Un buen tiempo en el que había visto responder de buena manera a SooJin con la presencia de MinHo en casa. Ella estaba, feliz, muy feliz.

Y TaeMin sentía que estaba subiendo la escalera al cielo.

No podía negar ni esconder su felicidad tampoco, había recibido bastantes comentarios de los compañeros de oficina, en especial de SooYoung, sobre lo radiante que últimamente lucia, al parecer no dejaba de sonreír y todo el mundo trataba de adivinar la razón, TaeMin no hubiera tenido problemas en gritar a todos que su felicidad se debía a su relación con MinHo, pero no quería poner su vida privada en boca de los demás tan apresuradamente, y segundo, no quería causarle problemas a MinHo por andar de bocón, es decir, sabía de ante mano cómo serían gran parte de las reacciones cuando se llegase a saber, pero, ¿Para qué apresurarse? Tarde o temprano se sabría, pero quería ahorrarse muchas calentadas de cabeza con ello.

—Hasta luego —se despidió de los chicos cuando pasó junto a ellos en dirección a la puerta.

—Hasta luego TaeMin oppa ­—Luna se giró completamente de su silla para poder despedirse.

—Buen fin de semana —George lo despidió agitando la mano, sus brillantes ojos azules enfocándose en él. Sintió como las mejillas se le calentaban.

Vamos, TaeMin sabía la diferencia entre la atracción y el amor. Amaba a MinHo con toda su alma, sentía pasión y lujuria por él, nunca miró a otros hombres como más que amigos o simples conocidos, pero no podía pasar desapercibido a un hombre guapo, y George, era muy, malditamente guapo, y eso, tenía que reconocer, le intimidaba un poco.

Pero el tipo era buen trabajador y buena persona. Sin duda estaba equipado con lo necesario para cualquiera.

Al salir ya, ambos chicos regresaron a su tarea.

Caminó por el pasillo hasta el elevador pulsando el botón para la planta baja, se balanceó en su pies mientras miraba los números ir descendiendo, cuando las puertas cromadas se abrieron la sonrisa de MinHo fue lo primero que lo saludó.

Era algo gracioso si lo pensaba, al principio se encontraban de esta manera sin planearlo, y siempre fue emocionante que pasara, ahora, sin decirse nada, ambos esperaban esa hora exacta y salían de la oficina, era un pacto no acordado.