Era la mañana de un viernes, había un poco más de frio de lo normal. El departamento estaba en silencio. Dos cuerpos yacían sobre la cama, uno...prácticamente usando al otro como almohada.
Era la mañana del sexto mes de embarazo y TaeMin desde el número cuatro ya sabía cómo dormiría lo que restaba, o tal vez desde ahora sería buena idea usar esa postura... siempre y cuando a MinHo no se quejara. Aunque ya pasadas muchas noches así ya no tenía mucho de que quejarse.
MinHo hubiera deseado estarlo abrazando pero...pareciera que su espalda era más y absolutamente cómoda para el castaño.
Las manos de TaeMin, una sobre su vientre, la otra rozando una de las piernas del alto, su cabeza descasando sobre una parte lateral del cuerpo de su novio, cerca de los riñones.
El gruñido de pura protesta por parte de MinHo no fue lo suficiente para despertar a TaeMin, quien, como buen dormilón apenas y había fruncido el ceño en cuanto sintió que su almohada se movía.
—Tae —le llamó con la cara enterrada en la almohada (la de la cama), giró el rostro por sobre su hombro y empezó agitar perezosamente el brazo. Cuando alcanzó a rozar el costado del castaño aferró su mano a lo que parecía la camiseta holgada (su camiseta) con la que le gustaba dormir—, Tae...estoy entumido.
Los parpados de TaeMin revolotearon y frunció aún más la nariz.
—Necesito ir al baño —suplicó, y de verdad que quería ir.
Se deslizó como pudo, siendo cuidadoso para dejar que TaeMin cayera suavemente sobre el colchón, los gruñidos de protestas empezaron, MinHo sonrió con diversión, una de sus grandes manos se posó sobre el vientre, la otra bajo la camiseta, se dio el gusto de acariciar cada pedacito de piel. Sus dedos, a diferencia con los del castaño eran ásperas, toscas, más trabajadas, por lo que al acariciar siempre era cuidadoso, sobre todo ahora sobre el vientre.
Cada vez que miraba a TaeMin se daba cuenta de cuanto sentía que era su deber protegerlo, amarlo, estar a su lado, apretarlo en sus brazos, llenarlo de besos; regalarle los mejores días, hasta su propia vida.
—Eso se siente bien.
MinHo giró el rostro hacia su novio, todavía tenía los ojos cerrados, pero una agradable sonrisa adornaba su cara. Con cuidado se inclinó y besó su vientre, justo sobre el ombligo, seguidamente los labios de TaeMin.
—Ojala así me despertaras todas las mañanas.
Sus ojos risueños, eran encantadores.
—Pídelo y siempre será así.
—Hazlo por siempre MinHo, ámame siempre.
¿Amarlo? ¿Por siempre? Eso no tenía que pedirlo, ya lo estaba haciendo, estaba dejando cada parte de su ser en esa tarea. Sin importar nada, sin duda alguna, pensaba convertirlo en su mundo.
—Por siempre, para siempre.
Hay que repetirlo, una y otra vez, MinHo nunca ostentó el título de "cursi", pero cuando estaba con TaeMin, esa parte de él salía a flote sin ningún problema. ¿Pero estaba bien eso? ¿Que uno de los dos exija tanto y el otro...se lo entregue sin ninguna dificultad?
¿Hasta dónde se le permite al amor pedir tanto?
TaeMin tomó una de las manos del alto, y con confianza depositó un ligero beso en ella, sorprendiendo al chico pues, nunca había recibido una muestra de cariño como aquella.
—Gracias.
Se recostó al lado de su novio, dejando su brazo extendido, TaeMin inmediatamente se acurrucó y lo utilizó de nuevo como una almohada; reposando el rostro sobre su corazón, escuchó cada latido, cada respiración.
![](https://img.wattpad.com/cover/79119323-288-k131577.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cuando te encuentre
FanfictionVolver a comenzar, redimir el pasado...decir "te amo" cuando es necesario. TaeMin todavía recordaba las palabras que MinHo le dijo la última vez que lo vio: "Si tan solo tuviera una oportunidad de cambiarlo todo...lo haría sin dudarlo por ti" ~2min...