Capitulo XIV

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No puedo decir con exactitud en qué momento me quede dormida pero la alarma de mi celular me indicaba que era hora de ir a trabajar a pesar de que no me sintiera del todo bien y lo único que quería era continuar en mi cama todo el día.

La charla con mi madre me había abierto los ojos de una manera que nadie pudo lograrlo antes. No solo por sus consejos, tampoco por su comprensión, sino por caer en la dura realidad de que si hubiese abierto mi corazón con ella años atrás todo hubiese sido diferente. Ahora no tendría los ojos hinchados de tanto llorar ni me levantaría en una cama sola; quizás estaría en la misma casa con Lauren, con planes de hijos y desayunando juntas, felices.

Aquel pensamiento envió otra punzada de dolor a mi corazón, no le daba un respiro desde anoche y a eso se debía mi ánimo completamente nulo.

Luego de elegir la vestimenta apropiada para el largo día que me esperaba y de tomar una taza de café cargado me dirigí a la oficina en mi auto.

Llegue completamente perdida en mis pensamientos por lo que no note la presencia de Alycia hasta que me toco el hombro en el ascensor.

"Buenos días" Dijo gentilmente y yo simplemente sonreí en respuesta.

Me pase gran parte de la mañana en mi oficina atendiendo clientes y evitando la presencia de cualquier persona innecesaria. Sabía que estaba siendo un poco dura con mi jefa, y seguramente ella creería que se debía a su actitud descortés con Lauren, o a su insistente coqueteo, pero simplemente no podía sacarme de la cabeza la conversación con mi madre, no estaba de humor para nada más.

¿Cómo había tardado tanto tiempo en descubrir que las personas a mí alrededor me apoyaban incondicionalmente? Me sentía una idiota.

Los minutos se habían hecho eternos pero finalmente llego la hora de almorzar. Tome mi abrigo rápidamente para evitar cruzarme con la chica de ojos claros cuando su voz me hizo voltear.

"¿Te encuentras bien?"

Suspire debido a que aquella pregunta solo traería lagrimas a mis ojos si decía la verdad por lo que opte por mentir. "Si" Mire a sus ojos al decir aquello para que me creyera pero al parecer no funciono porque sus cejas se arquearon.

"¿Ha sido algo que dije? Si es así lo lamento" Tomo aire exageradamente antes de agregar "Escucha Camila, no es novedad que me atraes, es decir mírate, a quien no le gustarías" Me sonroje en el instante en que pronuncio aquellas palabras "Pero no quiero que eso logre distanciarnos, eres la única persona que conozco en esta ciudad y para ser sincera esperaba que pudiéramos ser amigas"

La sinceridad en sus palabras me hizo olvidar por un momento a que se debía mi tristeza. "Podemos ser amigas" Respondí regalándole mi mejor sonrisa.

"¿Puedes contarme a que se debe tu cara larga para inaugurar nuestra amistad?" Pregunto cortésmente devolviéndome la sonrisa.

Dude por un segundo si hablar con ella sobre este tema era lo mejor pero para ser sincera tampoco tenía demasiadas personas con las cuales hacerlo; estaba Taylor que ya se encontraba lo suficientemente involucrada y ahí terminaba mi lista de amigos confiables.

"¿Si te invito a cenar hoy después del trabajo aceptarías?" Insistió dejándome con pocas probabilidades de rechazarla.

"De acuerdo" Exprese recordando que le debía una salida.

Su sonrisa se extendió "No quiero demorarte más. Te veo en un rato" Hizo referencia a nuestra horario laboral recogiendo sus cosas antes de salir por la gran puerta.

POV LAUREN:

Al salir de una nueva firma de Someday Maybe programada en la ciudad me tope de lleno con una chica a la que reconocí al instante por su aroma; lo había sentido a mi lado durante los últimos años por lo que era imposible no saber a quién pertenecía.

MAYBE TOMORROWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora