Capitulo XXVII

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POV CAMILA:

"¿Eso es todo?" Cuestione con la mirada perdida en el suelo para evitar que me viera llorar "¿Vas a abandonar todos estos años juntas simplemente por un capricho?"

"No es un capricho Camila" Dijo apretando la mandíbula sin hacer contacto visual conmigo "Estoy enamorada de ella"

"Lauren" Suspire para que pareciera que no me habían dolido sus palabras, pero mi pecho dolía como si estuviera saltando un gigante encima de él "¿Qué les diremos a los niños? Ellos aun nos necesitan juntas" No quería rogar pero pareciera como si lo estuviese haciendo.

"Ben tiene 22 años, ya es un hombre y ni hablar de Loana, ella ni siquiera viene a visitarnos. Solo somos tu y yo desde hace un tiempo, no niego que hemos sido felices los primeros 20 años pero ¿qué hay de los últimos 5? Estoy cansada de pelea contigo"

Mis labios formaron un puchero "¿Realmente estas enamorada de ella o simplemente quieres escapar de este matrimonio?" Pregunte absurdamente como si todavía hubiese esperanza en nosotras.

"Lo estoy" Dijo agarrando sus maletas. "Adiós Camila"

Mi corazón se apretó, nunca podría haberlo preparado para esto, no se suponía que debíamos terminar así, no después de tanto pelear para estar juntas, no luego de largos años de felicidad.

Esto no podía ser real.

Todo a mí alrededor comenzó a hacerse borroso como si estuviese a punto de desmayarme hasta que desperté.

Me incorpore de inmediato con mi pulso a mil por horas y un rastro de lágrimas en mi rostro. Respire fuertemente hasta que logre calmarme. Por fortuna no había sido más que un sueño. Ni siquiera habían pasado dos semanas desde la cena donde anunciamos nuestro compromiso.

Sin poder evitarlo me acurruque en posición fetal abrazando el osito de peluche que me había regalado hace un tiempo. "El te cuidara hasta que por fin podamos dormir todas las noches juntas" Esas fueron sus palabras y al recordarlas comencé a llorar como una niña. Inhale su perfume allí e intente tranquilizarme pero no pude conciliar el sueño nuevamente por mucho que quise.

Busque mi celular apoyado en la mesa de luz y mire la hora; todavía faltaban dos horas para que mi alarma sonara pero sabía que no lograría dormir nuevamente cuando el miedo de continuar el hilo de aquel horrible sueño me acechaba.

Me levante de la cama a regañadientes encaminándome hacia la ducha, quizás el agua caliente me ayudaría a despejar mis pensamientos, no tenia porque sentirme insegura cuando todo estaba saliendo a la perfección. Me casaría con el amor de mi vida y seriamos felices.

Repetí aquel pensamiento positivo mientras me bañaba pero no parecía funcionar, mi corazón realmente se sentía lastimado, nunca un sueño había sido tan real como este.

Me hizo recordar al día en que no quiso volver conmigo por estar con Lucy, sus palabras de desprecio pidiéndome que me marchara de su vida y como había cumplido a pie de la letra aquel deseo marchándome a Los Ángeles.

Por mucho empeño que puse cientos de recuerdos negativos vinieron a mi cabeza y el peso que sentía en mi pecho era tan real como cuando sucedieron.

Luego de pasar sumergida en la computadora con proyectos del estudio ingrese en mi oficina con unos anteojos gigantes para tapar las ojeras y los ojos completamente hinchados. En el momento de quitármelos Taylor apareció.

"Te ves como la mierda"

Me alarme al darme cuenta que había sido atrapada, no esperaba verla aquí. No tenía ánimos para lidiar con ella en este momento.

MAYBE TOMORROWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora