Capítulo 28

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REUNIÓN FAMILIAR

Paola abre los ojos y ve a Camilo sentado a su lado en la cama. La mira con una mezcla de alegría, preocupación y ternura.

―Hola, amor, bienvenida.

―¿Dónde estoy? ―pregunta muy desorientada.

―En nuestra casa. En la casa de tu papá en realidad.

―¿Me morí?

Camilo ríe con verdadera felicidad.

―Por supuesto que no, mi preciosa.

―¿Qué pasó? No entiendo nada. ¿Y mis hijos? ¿Y Bastián?

―Los niños ya vendrán a verte.

―Camilo, ¿me puedes explicar lo que pasó? Se supone que tú y los niños estaban muertos. Mi papá también. Te juro que siento que me voy a volver loca.

―Lo que pasa es que las cosas salieron mejor de lo que esperábamos.

―No entiendo.

―Para todos, estamos muertos.

―Pero ¿por qué no me lo dijeron? ¿Sabes lo duro que era pensar que mis hijos, que tú y mi papá estaban muertos?

―Lo siento, mi amor, pero si te enterabas de la verdad, lo más probable es que se te hubiera notado el alivio en la cara. Teníamos que hacer que todos creyeran esa mentira.

―Y la creyeron.

―Claro que sí. Eso es un punto a nuestro favor, claro que, mi preciosa, lo siento, pero tendrás que volver a tus ojos marrones.

―¿Y no pueden ser verdes como los de mi papá? Ya que no puedo tener los de mi mamá...

―El color que prefieras, pero comprenderás que el violeta te delataría de inmediato.

―Lo sé.

―Mañana iremos a buscar nuestros nuevos documentos para vivir una nueva vida, para que podamos pasear por la calle sin tener que temer ningún peligro.

―¿De verdad somos libres? ¿Y Bernardo? ¿Y si sale libre?

―No, él tiene mucho tiempo para estar dentro de la cárcel, de todas formas, si saliera, cree que estamos todos muertos.

―O sea, estamos libres de verdad.

Paola se sienta en la cama y se cuelga del cuello de su hombre, segura que nadie podrá separarlos.

Dos toques a la puerta y el "pase" de Camilo, dan pie a la entrada de Kurt con sus dos nietos, a los que trae uno en cada brazo. Camilo le recibe a Pedro y a Joaquina la deja en la cama, al lado de su mamá.

―Hola ―saluda la joven―. ¿Se acuerdan de mí?

La niña se echa a llorar y su hermano se baja de los brazos de Camilo para ir en su ayuda. La abraza de un modo muy protector.

―Mi papá nos dijo que tú no nos querías, que nos habías abandonado porque te habíamos aburrido ―le cuenta el niño.

Ahora es Paola quien llora.

―No, mis amores, yo nunca los abandoné, me los quitaron y nunca perdí la esperanza de volver a verlos. Yo lo amo con todo mi ser.

Los dos niños se abrazan a su madre. Pedrito es el primero en separarse.

―Mami, estuvimos en una película de acción ―le cuenta emocionado.

―¿Cómo fue eso?

―Nos fuimos en un auto y un camión se nos venía encima, pero ya nos habían dicho que no nos pasaría nada y que teníamos que salir rápido, como en las películas. Yo tuve que ayudar a mi hermana porque como es mujer...

Por ti, por mí, por ellos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora