EXTRA: Epilogo 2.0

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A ver, en realidad no tenía pensado hacer esto. Pero a día de hoy me siguen llegando notificaciones de votos, comentarios y seguidores en cualquier parte de la trilogía, y eso para mi es un regalo, así que os tocaba un regalo a vosotros.

Se que mucha gente se quedó con ganas de Danielo, así que... No dogo nada mas y os dejo leer.

See u soon!💙

Dani

La calle estaba mojada de todo lo que había llovido a lo largo de la semana y aun no había conseguido secarse.

-¿¡Que parte de que me dejes tranquila no entiendes!?-Escuché chillar a esa reconocible voz de adolescente hormonada en la casa que había justo a mi derecha. Sonreí.

-¡Ni te he hecho nada pedazo de exagerada!-Devolvió la voz masculina.

-¡Ganala Alex!-Y por último la voz fina y pequeña. El sonido de cerámica o cristal cayendo al suelo me reventó los oidos y observé la casa detenidamente. Me fijé en la ventana abierta y reí levemente para después rodear mi boca con las manos.

-¿¡Vuestro padre sabe que estáis liandola!?-Pregunté chillando y Ady se asomó sonriendo.

-¡Tío Dani!-Rió y abrió la puerta. Entré en la casa y miré el suelo. El corazón me latió mas rápido de lo que normalmente lo hacia, y solamente sus fotos o sus recuerdos podían hacerme eso.

Los recuerdos y fotos de Nora.

Una foto de ella sonriendo, enmarcada en un marco plateado con una pequeña N en una de las esquinas de abajo estaba en el suelo con todo el cristal roto junto a una pequeña pelota con el nombre de Eric grabado.

-¡La foto de mamá!-Chilló Ady agachándose a por los cristales rotos.

-Cuidado no te cortes.-Avisó el pequeño Eric poniendo una mano en su hombro y su hermana mayor la apartó de un manotazo.

-Ady...-Avisé sabiendo por donde iba la cosa.

Ady siempre había necesitado una madre, siempre había estado cien por cien unida a su madre para todo, y no tenerla de un día para otro la destrozó. Estar entre tanto chico sin su alma femenina favorita no podía con ella, y eso hacia que estuviese pasando una etapa muy dura.

-Lo siento Ady.-Dijo Alex agachándose a la altura de su hermana.-Tiré la pelota al sofá y rebotó, no sabia que iba a pasar esto.

Su hermana sonrió secando una pequeña lágrima derramada en el acto de recoger los cristales y el marco.

-Lo siento hermanita.-Dijo Alex riendo sabiendo que así la molestaría.

-Soy cinco minutos mayor que tu. Una vez me castigaron por defenderte en el colegio y me lo pagas haciéndome pasar la adolescencia mas pesada de la historia.

-Pero es que es divertido.-Rió Eric metiéndose en la conversación y los dos mayores lo miraron. Alex con una mueca divertida y Ady con cara de ofendida. El menor de todos empezó a reír y abrazó la pierna de su hermana.

-No voy a darte mi merienda si eso pretendes, es mía.-Se quejó Ady.

-Venga va, dejar a vuestra hermana respirar.-Reí yo cogiendo al pequeño en brazos y despeinado a Alex.

-Tío Dani.-Me llamó Ady.-¿Mamá nos quería?

La miré con los ojos llorosos.

-Mas que a su vida.-Respondí.-Siempre estaba ahí para vosotros, cancelaba planes por vosotros, invertía tiempo y dinero en vosotros, sonreía por vosotros, lloraba por vosotros... Erais el centro de su mundo, gracias a vosotros llegó a estar completa.

-No la vi nunca.-Sonrió triste Eric en mis brazos. Le miré sonriendo.

-Fuiste un regalo para tu madre cuando estaba en su peor momento, cuando estaba muriendo.-Derramé algunas lágrimas.-Fuiste su pequeño milagro y es lo único que le faltó para ser feliz del todo, saber que niño mas guapo y bueno le salió aquel día.

-También tenía un buen gusto por los idiotas.-Todos miramos hacia la puerta y vimos a Alonso los ojos llorosos caminando dentro de casa. Ya no era rubio, tenía el pelo moreno, mas oscuro que su natural.-Se enamoró de dos.

-Estaba contigo por reemplazarme.-Bromeé y me dio un golpe en el hombro.

-No quiero que preguntes eso mas Ady.-La regañó Alonso.-Tu madre te amaba con todo su corazón.

-Lo se.-Dijo Ady.-Pero ya que no me lo puede decir ella que me lo digan los demás.

-Bueno va, los tres arriba.-Pidió Alonso y ambos nos quedamos solos en el salón.

-Es ella.-Sonreí melancólico.-Es Nora cien por cien... Las mismas preguntas estúpidas, los mismos ojos, la misma nariz, la misma voz, los mismos gestos...

-Como si se hubiese reencarnado.-Sonrió Alonso.-No me extraña que le empiecen a llover novios.

-¿Necesitas la ayuda de un tío dispuesto a proteger a su sobrina?-Pregunté enseñando un puño, haciéndole reír.-Se karate.

-Te llamo si hace falta.-Me apretó el hombro.-A veces me pregunto si hice bien aquel día...

-Hiciste bien Alonso.-Le corté.-¿Que ibas a decirles? ¿Mamá volverá en meses? ¿Y después de esos meses que?

-Lo se pero... La destrocé... Los destrocé a ambos.-Miró al suelo.-Pero no me hubiese perdonado el mentirles.

-¿Porque te odiarían?-Pregunté con miedo de abrir heridas.

-Porque ella quería que lo supieran.-Sonrió.

-La hiciste muy feliz.-Sonreí.-Por eso nunca quise meterme entre vosotros del todo.

-¿Como es eso?-Rió con gracia Alonso.

-Siempre quise recuperarla, siempre quise volver con ella.-Sonreí.-Pero luego la veía a tu lado, feliz a mas no poder, disfrutando de su vida, sin llorar... Me arrepentía de ser tan egoísta y... Nunca hice ni un solo movimiento.

-¿A veces también la sientes cerca no?-Preguntó y asentí.

La sentía a mi lado.

Ayer, hoy, mañana y toda mi vida.

Reality (Dani Fedz) {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora