CAPÍTULO 7

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Abrí mis ojos lentamente, aún no lograba enfocar del todo bien, pero me percaté de que me encontraba tirada a un lado de la ventana con una botella en la mano. Me enderesé y acomode para ponerme de pié, pero el cuello me dolía horrible debido a que había dormido mal.

- Venga, levantate - Me dije a mi misma

No fue tan difícil ponerme de pié, sólo había sido cuestión de apoyarme en algo.

Me paré frente al espejo y me asusté de mi misma, mi aspecto era espantoso, despeinada, con ojeras y cara de estúpida por haber estado llorando como una loca.

Tomé una toalla de mi cajón y me metí al baño, me caería bien una buena ducha.

Empecé por deshacerme de mi ropa asquerosa y luego tome mi cepillo de dientes, ese aliento a alcohol me daba asco. Después me metí a la regadera y el agua logró relajarme, por lo que me quede un buen rato, pero ahora tenía que salir y afrontar mi triste y cruel realidad.

Me vestí con un short corto de mezclilla y una blusa sencilla color negra al igual que mis botas. Maquille un poco mis rostro, usando base, labial y rimel. Más que nada quería disimular mis ojeras, realmente sin maquillaje lucían espantosas.

Acomodé mi cabello, respire profundo y listo, salí de mi habitación.

Traté de bajar las escaleras lo mas silencioso posible, no quería toparme con Alec y su mal humor.

Al estar cerca de la cocina, me llegó un delicioso olor a huevos revueltos y tocino, lo que quería decir que Alec estaba ya despierto.

Entré sin decir nada, esto era muy incómodo para mi.

- Pensé que nunca saldrías de esa habitación - Dijo Alec mientras terminaba de freír el tocino

- Me dolía la cabeza - Contesté

- Después de todo lo que bebiste, no me extrañaría - Murmuró

- Te escuché - Sonreí forzosamente

Alec me ignoro y siguió con lo suyo por lo que opté mejor por esperar a que terminara su desayuno para luego preparar el mio.

- Hey, despierta - Escuché la voz de Alec

Abrí mis ojos lentamente y no supe como ni en que momento me había quedado dormida.

- mmm - Fue el único sonido que salió de mi boca

- El desayuno esta listo - Dijo Alec

Lo observé fijamente, esto si que era raro, Alec yo jamás habiamos convivido, no de buena manera.

- Gracias - Sonreí

Así es, sonreí como una tonta y sin entender porqué lo hacía.

La mañana estuvo rara, Alec y yo comimos en la misma mesa tranquilamente, sin decir una sola palabra.

- Estuvo muy rico todo, no pensé que cocinaras tan bien

Alec me miro y sonrió. Definitivamente algo no estaba bien aquí.

Mi celular comenzó a sonar, provocando que pegara un pequeño brinco.

Lo tomé con un poco de nervios, ya que desde lo ocurrido en las carreras no lo habia revisado para nada. Al ver la pantalla me di cuenta de que era mi amiga Sol.

- Hola - Contesté

- ¿Estas libre ahora? - Preguntó

- Si ¿Qué quieres hacer? - Pregunté

- Te veo en el parque en 20 ¿Vale?

- Ahí te veo - Dicho esto colgué enseguida

Alec me miraba expectante.

Mi hermanastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora