Capítulo 3: Blanco y Negro [Editado]

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Me volteé después de cerrarle las puertas en las narices a Matt quedando ahora con la arquitectura de la oficina, realmente era muy bonita y elegante, las paredes combinadas en un blanco y negro encajaban perfectamente, y el diseño era muy moderno, muy elegante, cada pintura que se encontraba en las paredes parecían que tenían años, mientras que había artilugios de cómo hace unas décadas ubicados en sitios estratégicos del lugar, dándole un aspecto vintage.

Caminé hasta la que debía ser la secretaria, al llegar me topé con una señora de cómo unos 30 años- Buenos días- dijo con una sonrisa tan blanca como su piel y que hacía destacar sus ojos azules.- Tú debes ser la estudiante nueva.- Dijo acomodándose su coleta castaña la cuál estaba perfectamente recogida, se veía que le gustaba su trabajo porque no dejaba de sonreír.

- Buenos días- le respondí cortésmente con una sonrisa.- Si, soy la estudiante nuevo.

- ¿Apellido?- preguntó amable.

- Collins- dije y la secretaria se le abrieron un poco los ojos - Heather Collins.

- Dame un minuto-dijo y empezó a teclear algo en la computadora, luego me miró y sonrió- la directora en estos momentos no se encuentra pero me dijo que te diera esto- dijo entregándome un lindo pero pequeño cofre con unas pequeñas incrustaciones de lo que parece ser diamantes, obviamente falsos, al lado de esté colgaba unas llaves de color negro igualmente con pequeñas incrustaciones de diamantes en ésta, justo en la zona en la que no estorbaba al utilizarla y en un arito sujeto a la llave mostraba una etiqueta blanca con el numero 20 y una "B" al lado.

- Muchas gracias, es muy bonito- dije, de verdad que era bastante bonito.- Hasta luego, qué tenga lindo día.

- Oh, no lo agradezcas, es mi trabajo-dijo- igualmente.

Caminé de nuevo a la puerta, atravesando está. Me encontré de nuevo en el pasillo y recordé la escena con Matt. Dios y eso que me empezaba a caer bien.

Olvidando lo anterior, ¿Ahora a dónde demonios voy? Llegué aquí gracias a Matt y digamos que no puse mucha atención al camino.

¿Izquierda o derecha? Mmm...no lo sé, tal vez a la... mmm... ¡Al diablo, me iré por la izquierda!

Esa sin duda fue mi peor elección, ¡Caminé por horas! Bueno,tal vez exagero un poco pero es que me duelen los pies a horrores, el lado positivo es que al fin encontré el edificio "B", sorprende lo grande que es este Internado, pensé que jamás llegaría, pero llegué.

Me adentré al edificio y sin dudas era realmente bonito, como el de la recepción, moderno. Me encaminé a los ascensores, lo marqué y esperé. El ascensor por fin se dignó a llegar, estaba a punto de subir las escaleras. Marqué el piso 2, luego de unos segundos las puertas se abrieron en lo que debería ser el piso 2, vi la llave, habitación 20.

20, 20, 20, 20, ¿Dónde está? 25, 24, 23, 22, 21, 20, 19, alto ¡20! Por fin, ya era hora, hoy parecía que las cosas quisieran huir de mi.

Agarré la llave y la coloqué dentro de la cerradura, la abrí y entre a lo que seria mi nueva habitación.

Era muy bonita, las paredes de un color blanco, tenia un living con un sofá en "L" en negro y delante de el una mesa baja cuadrada de color negro como el sofá, en ella estaba un ramo grande de flores, dirigí mi mirada al televisor de plasma que había frente del sofá, colocado en la pared y abajo de este un DVD, luego mire las tres puertas que había me dirigí a la primera, un baño, había una bañera bastante amplia, hasta podía decir que entraban dos personas, un inodoro, un lavamanos de vidrio con un poco de pedrería, arriba de este un gran espejo y al igual que el lavamanos, con un poco de pedrería , por ultimo un estante cerrado, donde había unas toallas y a decir verdad sobraba mucho espacio, ya después guardaría algunas cosas allí.

Hablando de cosas, ¿Dónde están mis maletas?, salí del baño colocando el pequeño cofre que aun tenia en mis manos en la mesita frente al sofá y observando por primera vez, una mesita parecida a una de noche al lado del sofá de color negro y arriba de esta un teléfono y una agenda telefónica, lo supe por el titulo en la portada, lo que necesitaba.

Me acerqué a la guía y busqué el número de recepción, luego los llamé. Al segundo pito contestaron.

- ¿Hola? Habla Heather Collins de la habitación 20 "B"- dije a la persona del otro lado del teléfono .

- Señorita Collins, ¿Qué se le ofrece?- pregunto amable, noté que era la secretaria.

- Quisiera saber donde están mis maletas, si no es mucha molestia- dije mientras admiraba unos de los cuadros de la habitación.

- ¿Maletas?, oh si claro, sus maletas- dijo- ¿Aún no están en su habitación? -dijo mas para ella que para mi- No se preocupe señorita Collins, sus maletas estarán ahí dentro de 5 minutos-sonreí.

- Muchas gracias- dije para luego colgar.

Dicho y hecho, en 5 minutos tocaron la puerta , que rápidos.

Me dirigí ha abrir la puerta, al abrirla me encontré con señor de como unos ¿35?, no sé realmente, de cabello corto castaño con ya algunas canas, ojos marrones y un poco de arrugas en su rostro. Le sonreí.

- Aquí tiene sus pertenencias, señorita Collins- dijo mientras sonreía, tenia hoyuelos.

- Gracias señor...Blake- dije leyendo su porta nombre.

- Un placer señorita Collins.- dijo- Si me disculpa, me tengo que ir, que pase buen día.

- Claro.- dije- Igualmente.

Coloqué las maletas al lado de las dos puertas que aun no he visto su interior. Me adentré a la de la derecha, definitivamente está es mi habitación, las paredes eran de un blanco con diseños en negro, tenia una cama individual pero de esas que son bastante grandes de color blanco y almohadas de diferente tonos de gris y negro, al lado de esta una mesita de noche blanca con una lampara negra, un escritorio en blanco acompañada de una sillas para escritorios pero de las que son increíblemente cómodas en negro, una alfombra grande en medio de la habitación en negro, un armario negro bien espacioso y un estante cerrado y al igual que el armario, en negro y todo con algunos detalles en pedrería, algunos mas que otros. Mucho blanco y negro, pero se veía genial.

Agarre nuevamente las maletas y las coloque al lado de la cama. Decidí acomodar la ropa después.

Rrrr...Rrrrrrr... Dios mi estómago cuanto rugía, bueno eso me pasa por no desayunar. Busqué mi teléfono, eran las... ¡12:00! El tiempo pasa volando, tenia 5 llamadas perdidas y 4 mensajes, las cuales 3 de las llamadas eran de mi madre y 2 de mi padre y los mensajes,1 de mi madre y los otros de unas amigas, después los leería todos, ahora no estoy de humor.

Decidí bañarme primero y luego comería. Tengo todo lo que resta del día para adaptarme y todo eso, y mañana empiezo con las clases.

Salí del cuarto y entré en el baño para bañarme, me despojé de mi ropa y abrí el agua de la tina, luego de que se templara entré, duré como media hora bañándome.

Cuando salí agarré una toalla y empecé a secarme, luego me enrollé la toalla alrededor de mi cuerpo, si es que se le puede decir toalla, era demasiado corta, me llegaba más arriba del muslo, casi al nivel de un cachetero y a penas llegaba a cubrirme un poco más arriba de la mitad de los pechos ¡Qué clase de toalla es ésta!

Cuando iba a vestirme me di cuenta que no traje mi ropa, dios que despistada, ni modo. Me acomodé la toalla para que me tapara más, pero era casi misión imposible, lo sé, lo sé, estoy sola en mi habitación pero soy un poco pudorosa con respecto a andar desnuda por ahí, no me sentía cómoda, todo lo contrario.

Le quité el pestillo que había colocado antes a la puerta y giré el pómulo de la misma para así poder salir. Al salir para buscar mi ropa me tropecé con algo, me giré para ver con que me tropecé...

- Pero...¿¡Qué demonios haces aquí!?

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Foto del instituto en multimedia

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