Debemos Empezar De Nuevo.

Capítulo 20:

Narra ________:

Bien, ¿qué tan difícil podría ser cuidar de una niña?, sé que es mi hija pero, no pasé demasiado tiempo a su lado, no sé que le gusta hacer ni mucho menos comer, prácticamente me he vuelto una desconocida para ella, y ella una para mi.

Oliver lleva prácticamente una semana de gira, me propuso la idea de acompañarlos pero la verdad es que necesito un tiempo para poder acostumbrarme de nuevo a esto, pienso que hubiera sido demasiado cansado para mi, además que sería algo extraño, digo, pasé un largo tiempo encerrada en una habitación, solo "socializaba" con mi psicóloga y uno que otro guardia o enfermera, también estuvo Oliver ahí de vez en cuando, pero no es igual, salir al exterior después de tanto tiempo a solas y pasar entre una multitud de personas, tener que convivir con gente desconocida todo el día, todos los días, no se me hace muy agradable la idea.

La niña comenzó a llorar, logrando sacarme de mi trance, corrí y me agache a su altura.
-¿Qué te sucedió pequeña?

Me señaló su pierna, tenía raspada la rodilla.
La cargué con cuidado mientras le hablaba para tranquilizarla, mis padres en menos de un minuto ya estaban en la habitación, y como siempre, cuestionando todo del porque de su llanto.

Entendía que lo hacen por el bien de ella y por lo que cometí en un pasado, me alegra que se preocupen por ella pero también me cansa y fastidia el echo de que me interrogan por todo y me miran mal, sé que cometí demasiados errores con Ashley, pero quiero remediar eso, pongo todo mi esfuerzo para que confíen de nuevo en mi, para que no me vean con enojo ni asco, duele que mis propios padres hagan eso, me arrepiento demasiado de lo que hice y bueno, supongo que así es cómo he de pagar mis pecados.

Cogí un algodón y lo moje con un poco de alcohol, le di una paletita a mi hija y con mucho cuidado, pasé aquél trozo blanco por su rodilla, le hablaba para evitar su llanto y tratar de que se concentrara en otra cosa que no fuera el ardor que ocasionaba.

Cuando termine, la tomé entre mis brazos y la subí a su cuna, encendí el televisor y puse las caricaturas, estaban dando "Hora de aventuras" y ella comenzó a dar grititos.

"Mami, mida mamá, ma, mami, tede"

Sonreí inconscientemente, me acerqué a ella y tomó mi mano.

"mida, finn y jei"

-¿Te gustan mi amor? -sonreí.
-Shi -dijo sonriendo.
-Iré a traerte algo Ash -dije.

Baje a la cocina y llame a Oliver.

-Hola? -dijo adormilado.
-Oliver -grité- me dijo ¡mamá!, ¿puedes creerlo?, ya sé que le encanta hora de aventura, tu favorita, oh por todos los cielos, ya estoy descubriendo que cosas le gustan a mi pequeña hija, no sabes que feliz estoy -dije gritando aún.
-Oye, oye cielo, tranquila, me alegra muchísimo eso, pero por favor para de gritar, me dejarás sordo.
-Lo siento -dije susurrando.
-Ahora dime, ¿cómo esta Ashley?, ¿qué cosas han echo juntas?
-Ésta muy bien, es muy tranquila -sonreí- ahorita esta viendo sus caricaturas e iré a prepararle una merienda.
-Me alegra -suspiró- quiero escucharla, quiero verlas a ambas, las extraño demasiado.
-Oliver, nosotras a ti, no sabes, Ashley sólo dice tu nombre y siempre te busca por la casa, a veces se pone a llorar demasiado porque no te ve, y tengo que dormir la, ya sabes que se pone muy rojita cuando llora mucho.
-Lo sé -suspiró- solo quiero que esta maldita gira acabe pronto para tener entre mis brazos a nuestra hija.
-Hablando de eso, ¿para cuando están de regreso?
-Aún no lo sé, algunas fechas se agregaron de improvisto y a lo que yo tengo estimado, tal vez, posiblemente estemos de regreso a inicios de Junio.
-Vale, suerte chicos, los estaremos esperando -dije suspirando.
-Te amo ________.
-Oh cielos lo olvidaba, adiós Oli, tengo que prepararle la merienda a Ashley, cuídate mucho, besos y abrazos para todos, adiós.

Dije colgando, mi corazón estaba latiendo rápidamente, me dijo que me amaba, oh, tenía demasiado tiempo que no me ponía así de nerviosa, joder, traté de tranquilizar me y pensé en que hacer para Ashley.
Llame a mamá y me dijo que le encantaba comer fruta, peor que su preferida era la sandía y la naranja.

Le preparé un jugo de naranja natural, un sándwich cortado en pequeñas porciones y sandía picada, lo subí todo con cuidado y la coloque en el sofá de la habitación, acerque la pequeña mesita de noche y ahí deje el plato con comida, ella no dejaba de comer mientras veía caricaturas.
Aún no puedo entender el porque hice aquellas cosas tan horribles, siendo ella tan tierna, tan dulce y tan inocente, mi pequeña angelito.
No sé cuánto tiempo duré viéndola que ni siquiera me había dado cuenta que acabo con todo lo que había preparado para ella.

Sonreí al verla con la carita manchada y decidí darle un baño con agua caliente, después la acosté y se quedo dormida; mamá entró con un bote de pastillas y un vaso de agua.

-Toma tus pastillas hija.
-¿Que no sé supone que ya había terminado el tratamiento? -pregunté.
-Tu psicóloga llamó y dijo que era necesario que las tomaras, un día si y dos no, son indicaciones que me dio hija.
-¿En serio? -pregunté incrédula.
-Sí, anda toma.
-Maldita sea -bufé.
-Ese vocabulario jovencita.

Sólo rodee los ojos y me dispuse a tomar la pastilla, me recoste en la cama y a los minutos me quede completamente dormida.