capítulo 3

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21 de julio, 1351
-¿cuál será su nombre mamá?- pregunté ansiosa
-Owen, Owen Federighi- respondió orgullosa.

4 meses después
La casa era un completo caos, el día siguiente sería el bautizo de Owen, mamá corría de un lado a otro organizando y fijándose que todo estuviese en absoluto orden.
-Briana ven acá, debes probarte el bendito vestido- me decía desesperada.
-¿por qué no puedo solo usar este y ya?
-He dicho que no, venga debemos terminar con esto antes de que anochezca.
-pero si este vestido es bonito- dije a punto de llorar.
-Lo sé amor, pero este lo será aún más.
Resignada me acerque a la modista quien comenzó a fijar los últimos detalles. El vestido era realmente bello, de una tela rosa pastel con pequeñas piedrecitas brillantes.
-Ya está, ¡es hermoso!- dijo mi madre, con sus ojos brillando de emoción
-¡Solo es un vestido mamá!-. Dije ya irritada .
Tener un hermano menor en un inicio no fue tan agradable como pensaba, pues resultó que Owen no hacía más que dormir y llorar.
Llegó el anhelado día y la fiesta fue tan grande que duró tres días con sus noches, había música y comida en todos lados, invitaron a la mitad del pueblo y luego la comida restante fue donada a una iglesia para que más tarde se la dieran a las personas que iban mendigando.

1 año después
Owen estaba más grande, comenzaba a balbucear sus primeras palabras, como mamá y papá, uno de los hechos más maravillosos que recuerdo sucedió en una helada mañana de noviembre, nos encontrábamos mamá, Owen y yo en la sala de descanso, mamá bordaba un chal para Owen y yo me encontraba jugando con el, Owen para ese entonces daba pequeños pasos afirmándose de los muebles, pero fue en ese segundo que sucedió lo que todos estábamos esperando, él dio sus primeros pasos sin ayuda de nada ni nadie, y como siempre papá no estaba.
-Mamá!¡mamá! ¡Owen! ¡Owen!- mi madre me miró asustada en un inicio, pero luego al ver de que hablaba sonrió- Owen está caminando- pero en ese momento Owen cayó y comenzó a llorar
-¡oh pequeño! No llores, caer es parte de la vida- en ese momento me miró y sonrió- pero levantarse también.

Mamá sin saberlo me estaba enseñando lo que sería una de las lecciones por las que regiría mi vida para siempre; jamás rendirme, sin importar lo que pase.

***

No se aburran aún :c sé que de momento no ha sucedido nada interesante, pero es necesario 💕 saludos💕

Assassin's Creed: BrianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora