Mal día

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Volví a despertar en ese lugar tan familiar, con ese olor a limpio, que no era desagradable, pero yo lo odiaba, gracias a que cada vez que estaba en el hospital pasaban cosas malas.

-¡Oh!,¡Despertaste! - me dijo una fina voz, que supe que era de Mariana.

-Hola Mari, ¿Porqué estoy aqui de nuevo?

-Hazel, te emepezó a sangrar mucho la naríz, como ya te había advertido.

-¿Es malo?

-Te dejaré con Alexander, ¿De acuerdo?

-Pero...-empezé a decir la oración, sin embargo, ella ya se había ido.

-¡Hola Hazel!

-Hola doctor Alex.

-Tengo algo muy importante que decirte...

-¿Qué pasa?

-Estuviste inconsiente dos días, fué por la perdida de sangre, siento decirte que el cancer se expandió hasta las piernas, tendrás que estar un par de meses en silla de ruedas, lo siento mucho Hazel...

No pude evitar las lágrimas, estaba en shock.

-¿Cuánto, exactamente?

-Seis meses, lo siento mucho, enserio.

No, no lo sentía. Él no iba a perder la movilidad de las piernas, él iba a seguir podiendo hacer las cosas sin tener que usar una estúpida silla de ruedas. No, él definitivamente no lo sentía.

-¿Dónde esta mi mamá?, ¡Quiero verla ahora! -dije ,sin aguantar las lágrimas.

-Tranquila Hazel, ella ya lo sabe, viene en camino.

-Perdón, ¿Tranquila?, ¿Enserio?,¿Voy a perder la movilidad de las piernas y quieres qué esté tranquila?, siento por ponerme mal, pero creo que si voy a perder las piernas tengo derecho a eso, ¿No?

-¡Está bien Hazel!, Tranquila ,te vas a lastimar.

-Nada me puede lastimar,  ya estoy tan herida que creo que sería imposible.

Con eso callé al doctor, sentía tanta ira dentro de mi que iba a explotar. Las lágrimas no paraban de salir de mis ojos, yo siempre fuí fuerte, casi nunca lloraba, pero esta vez me lo permití.

Sentía dolor no tanto físico ,como mentalmente. Estaba cansada de esto, de mi enfermedad, de sufrir, de mi cuerpo. De mi.

Y me dí cuenta de algo, la vida me odiaba.

Cuando llegó mi mamá, pude notar que estaba llorando, o que estuvo, no lo pude distinguir.

-Ma, ¿Y papá?

-No pudo salir del trabajo, lo siento amor.

-No hay problema... ¿Mamá?

-¿Si bebé?

-No quiero perder las piernas.

Mi mamá empezó a llorar desconsoladamente, le dije que se acercara y la abracé, nos quedamos así un rato, hasta que se hizo tarde y tuvo que irse.  Me dijeron que tenían que tenerme en observación y que no sabían cuando podía salir.

Al día siguente, estaba cansada. Apenas pude abrir los ojos, estaba tan cansada que creo que me iba a volver a domir, me pesaban los parpados y me sentía enferma, cansada.

Todo mi cuerpo dolía, en especial mis piernas.

Putas piernas.

Puto todo.

"No te deprimas" pensé "Todavía te queda toda una vida por delante, justo lo que tú quieres, lograr vivir hasta el límite..." Repasé mis palabras. ya no estaba tan segura de querer seguir viviendo. Si lo hacía iba a tener que pasar por una etapa importante de mi vida sin piernas. Eso me traía dos pensamientos. Uno era que no iba a poder caminar, pero eso era lo más ligero. Pensar en no poder utilizar las piernas como los demás. Eso me destruía, no podía evitar recordar a Gus cuando esas palabras se acerban a mi mente. Pensé la primera vez que lo conocí, en aquel grupo que yo tanto odiaba, como cada vez que atendía el teléfono me decía Hazel Grace. También pensé en Alex, descubrí que nuevos sentimientos sobre él comenzaban a aparecer en mi. No sabía que pensar, ver a Alexander era como cuando se rompe tu vieja bici: estás deprimido porque perdiste algo con lo que compartiste millones de momentos, varios de ellos los mejores de tu vida, que no quieres cambiar por nada. Pero luego tus padres vienen com una nueva, igual que la anterior, pero sana. Al principio le tienes desconfianza, parece bien armada, estable, pero aún así tienes miedo de caerte, porque no sabes como es, no sabes si será tan buena como la anterior. ¿Alex o Gus? La respuesta para mi era obvia, pero no podía elegir a esa personas por cuestiones más alla de lo que yo podía hacer. Per...

-Hazel, ¿Estás ahí?

Sacudí mi cabeza, Mariana me miraba preocupada desde el borde de la cama.

-Disculpa, estaba distraída-  respondí, intentando no hacer notar que me estaba ya muriendo por dentro.

Mariana me miró con ternura, y me entregó unos medicamentos junto con un vaso de agua. 

Mis pensamientos rápidamente de nuevo mientras Mariana seguía a mi lado, y volví a sumirme en mis pensamientos. Llendo de un lugar a otro, recordé que cuando era pequeña mi madre me había dicho algo sobre una doctora de este hospital con la que se llevaba muy mal, También había mencionado que esa mujer tenía una hija llamada Mariana dispuesta a seguir los pasos de su madre.

Mariana había dicho con desprecio la palabra "señora" el primer día en que desperté en el hospital.

Salí de mis pensamientos y miré a la enfermera, ella sabía lo que estaba pensando, y su mirada confirmó lo que temía.

Mi madre y mi enfermera se odiaban. Pero tenía que confirmarlo, no podía vivir con esa duda.

-¿Tu madre y la mia se odiaban?- pregunté, incapáz de contener la timidéz.

Ella asintió.

-¿Tu odias a mi madre?

Volvió a asentir. Mi respiración comenzó a entrecortarse. Con un último aliento dije:

-Entonces, ¿Me odias a mi también?

Dos letras salieron de sus labios.

-Si.

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eaea! miedo pequeñas lectoras eh? Qué pasará con las piernas de Hazel ?De que será capaz Mariana? Qué pasara con Alexander? Averiguenlo en el próximo capítulo de "Te extraño, Augustus Waters"

jajajajajajaj okey, soy Sabri de nuevo, porque eché a  Lola para poder terminar yo el capitulo (lo se, soy muy mala) este cap no es tan largo como el anterior, pero tiene mucho drama (?

 Quiero aclarar (para que mi querida amiga no me haga juicio) que Lola escribió la primera parte del capitulo, y yo la ultima. Espero que les haya gustado, y si lo hizo, voten y comenten

Besitos!

Ah, miedo sabrina, grax por aclarar, mirá que depsués te disiplino duro con bolsas llenas de piedra *citando Lilo  Stitch* con amor, tu mejor amiga, Lola(?

Yo soy la reina del drama, yo hago el drama, perra te amo bb, (Lola was here)

Sabri :)

Te extraño, Augustus WatersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora