Un año después

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Lo sé! Decidí continuar con el fanfic, Hazel inundó mis sueños y me dio ideas :P 

Ojalá les guste!

Este capítulo va dedicado a la primera persona que comentó cuando la cancelamos, porque ella me hizo repensar ideas. ¡Gracias BieberGirl122!

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En tres días habría pasado exactamente un año desde la muerte de mi padre.

Si, llevaba la cuenta, porque a menos de que ustedes hallan sentido como yo mi pérdida, no se imaginan el dolor que esto provoca.

Mi madre había comenzado a salir con un hombre que conoció en una fiesta, Albert Luket, quien resultó ser muy amigable. Las razones de esto eran que él, a diferencia de muchos, no trataba de encariñarse conmigo y sustituir a mi padre, Albert me daba mi espacio, convencido de que cuando yo estuviera lista, nos llevaríamos de maravilla. Yo pensaba igual.

Mi estado había mejorado mucho, ya podía prácticamente moverme sola, aunque mi madre no me dejara y no tenía ningún inconveniente en subir o bajar escaleras.

-Cariño, ¿Segura que no tienes problemas? Mira que puedo quedarme y acompañarte si hace falta - gritó mi madre a través de las habitaciones - Albert entenderá si le digo que no puedo ir.

Ella y mi posiblemente próximo padrastro irían a cenar, pero aún después de todo mi madre seguía dudando si irse y dejarme con Alexander (de quien me había vuelto muy cercana) o quedarse conmigo.

 -Ya vete, no quieres que ese hombre tenga que esperar a verte tan bonita - concluí acercándome a la sala, donde ella se encontraba con una sonrisa - ya enserio, estaré bien, me cuidará Alex, ahora solo disfruta, ¿Si?

-De acuerdo, pero me llamas si necesitas algo, ¿Puede ser?

-No lo dudes, adiós mamá.

La observé hasta que atravesó el umbral de la puerta y cerró esta con llave. Alex tendría que llegar en media hora, luego de terminar su turno en el hospital, y quería tener su cena lista.

Me encaminé a la cocina y busqué algo para prepararle. Había algo de carne, así la condimenté y la puse en el horno. No terminaba de sentarme en el sillón de la sala cuando sonó el timbre.

Alexander esperaba detrás de la puerta con una mochila en su espalda, que posiblemente contenía las ropas del hospital que el ya se había cambiado. Lo invité a pasar y le dije que en unos minutos estaría lista la comida.

-¿Porqué lo haces?- me preguntó, luego de quedarse pensativo por unos minutos.

-¿Porqué hago qué? - respondí, riéndome. Alex odiaba que le respondan a una pregunta con una pregunta.

Entrecerró los ojos, adoptando una mueca muy inmadura, que me hizo reir aún más.

-Porqué me preparas la cena, nunca te lo pedí - dijo al fin.

-Solo pensé que querrías comer algo luego de llegar del trabajo...- expliqué ruborizándome. Hubiera preferido que él no preguntara nada.

Alexander no respondió, solo sonrió de medio lado, y me ayudó a poner la mesa.

Comimos en silencio, mirando una película llamada "¿No me recuerdas?" en la televisión.

Terminada la cena nos trasladamos al sofá. Él se dispuso a revisar su celular y yo me entretuve mirando dibujitos animados.

-Faltan todavía dos horas para que tu madre vuelva - dijo Alex al cabo de un rato, chequeándo lo que decía con su reloj de pulsera - ¿Qué quieres hacer?

Te extraño, Augustus WatersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora