LA TIERRA PROMETIDA

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LA TIERRA PROMETIDA

Y legaron al Jordán


Quien relata es Moisés.

«Cuando la muerte había hecho desaparecer a todos los hombres de guerra en medio del pueblo, Yahveh me habló y me dijo: "Vas a pasar hoy la frontera de Moab, por Ar, y vas a encontrarte con los hijos de Ammón. No los ataques ni les provoques; pues yo no te daré nada del país de los hijos de Ammón, ya que se lo he entregado a los hijos de Lot en posesión. (También éste era considerado país de refaítas; los refaítas habitaron aquí antiguamente; y los ammonitas los llamaban zanzumitas, pueblo grande, numeroso y corpulento como los anaquitas; Yahveh los exterminó ante los ammonitas, que los desalojaron y se establecieron en su lugar; así había hecho también en favor de los hijos de Esaú, que habitaban en Seír, exterminando delante de ellos a los joritas; aquéllos los desalojaron y se establecieron en su lugar hasta el día de hoy. Y también a los avitas, que habitan en los campos hasta Gaza; los kaftoritas, venidos de Kaftor, los exterminaron y se establecieron en su lugar).

Levantaos, partid y pasad el torrente Arnón. Mira, yo pongo en tus manos a Sijón, el amorreo, rey de Jesbón, y todo su país. Comienza la conquista; provócale al combate. Desde hoy comienzo a infundir terror y miedo de ti entre todos los pueblos que hay debajo del cielo: al tener noticia de tu llegada temblarán todos y se estremecerán".

Del desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con estas palabras de paz: "Voy a pasar por tu país; seguiré el camino sin desviarme a derecha ni a izquierda.

La comida que coma véndemela por dinero, el agua que beba dámela por dinero; sólo deseo pasar a pie, como me han dejado los hijos de Esaú que habitan en Seír y los moabitas que habitan en Ar, hasta cruzar el Jordán para ir hacia la tierra que nos da Yahveh nuestro Dios". Pero Sijón, rey de Jesbón, no quiso dejarnos pasar por allí porque Yahveh tu Dios le había empedernido el espíritu y endurecido el corazón, a fin de entregarle en tus manos, como lo está todavía hoy. Yahveh me dijo: "Mira, he comenzado a entregarte a Sijón y su país; empieza la conquista, apodérate de su territorio". Sijón salió a nuestro encuentro con todo su pueblo, y nos presentó batalla en Yahás. Yahveh nuestro Dios nos lo entregó y le derrotamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.

Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema toda ciudad: hombres, mujeres y niños, sin dejar superviviente. Tan sólo guardamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades tomadas. Desde Aroer, al borde del valle del Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad inaccesible para nosotros; Yahveh nuestro Dios nos las entregó todas. Unicamente respetaste el país de los ammonitas, toda la ribera del torrente Yabboq y las ciudades de la montaña, todo lo que Yahveh nuestro Dios había prohibido.» (Deuteronomio 2:16-37)

Avanzamos con la lectura y comprobamos que hay países que son entregados al pueblo elegido para su destrucción y otros que le son prohibidos.

Interesante lo de "prohibidos", ¿prohibidos por qué? Lo vamos a ir descubriendo.
Es claro que no todos eran irrecuperables.


Dios prohíbe el paso de Moisés a la Tierra Prometida


Dice Moisés:

«Entonces hice esta súplica a Yahveh: "Yahveh, Señor mío, tú has comenzado a manifestar a tu siervo tu grandeza y tu mano fuerte; pues ¿qué Dios hay, en los cielos ni en la tierra, que pueda hacer obras y proezas como las tuyas? Déjame, por favor, pasar y ver la tierra buena de allende el Jordán, esa buena montaña y el Líbano". Pero, por culpa vuestra, Yahveh se irritó contra mí y no me escuchó; antes bien me dijo: "¡Basta ya! No sigas hablándome de esto. Sube a la cumbre del Pisgá, alza tus ojos al occidente, al norte, al mediodía y al oriente; y contempla con tus ojos, porque no pasarás ese Jordán. Da tus órdenes a Josúe, dale ánimos y fortalécele, porque él pasará al frente de este pueblo: él le pondrá en posesión de esa tierra que ves". Y nos quedamos, en el valle, enfrente de Bet Peor.» (Deuteronomio 3:23-29)

único Dios. La historia del pueblo elegido, su motivo de ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora