¿Cómo era posible aquello? ¿Cómo había hecho realidad lo que nunca imaginó?
Otro día para ver a chico de ojos azules, cabello castaño y estatura pequeño.
Otro día que podía creer que era verdad.
-Sólo te estoy pidiendo una vez, una sóla vez que salgas con tus amigos.-
-No puedo, en las mañanas estoy trabajando y por las tardes estoy ocupado.- respondió el rizado.
-Lo único que haces es venir a éste café.-
-Es importante venir.- se justificó.
-No me hagas reír Styles, jamás quieres salir con nosotros y sentimos que te estamos perdiendo.- el rubio se llevó una mano a la frente.
-Que dramático Horan.- sonrió el rizado.
-¿O acaso hay una chica de por medio?- los zafiros de Niall se entrecerraron.- Esa es la razón por la que estás tan "ocupado".-
-No, estás chiflado Niall.- rió.
-Oh Haroldo.- Niall se levantó de ls silla para ir al ojiverde y abrazarlo.- Mi niño ya está creciendo.- aplastó sus mejillas.
-Suéltame.- pidió, tenía al rubio sobre su regazo. -Niall.-
-¿Me quieres?- preguntó aferrado al cuerpo de su amigo.
-Si rubio.-
-Ahora di que me amas.-
-Te amo Niall.-
-Abrazame.- si el rizado cumplía sus caprichos más rápido se iría y el castaño no los vería.
Al parecer se había encontrado con amigo de la universidad. Su empalagoso amigo.
-Hola.- saludo Niall.-
Y y había llegado su castaño favorito. Lo había visto mimar a Niall.
-Yo... Niall es mejor que te vayas.- quitó a su amigo de sus piernas.
-¿Qué? Aún no como mi postre.-
-Luego te compro unos, vete.- el ojiverde prácticamente echo al rubio del establecimiento, ganándose la mirada de varias personas.
-Te amo mucho mi pequeño rizado.- se despidió dándole un sonoro beso en la mejilla.
Miró detrás de él al chico sentado en la mesa, no tenía expresión alguna, estaba tan perdido.
-Enano yo...-
-No tienes que explicar nada hoyuelos.- sonrió después de mucho.- te traje esto.- sacó de su sudadera un objeto.- Dicen qué sirve para guardar secretos.-
Era una cajita de madera, como un baúl pequeño. Tenía la H en la cerradura.
-Es algo tonto pero- el ojiazul no termino de hablar, ya que los labios de su compañero se estamparon con los suyos.
-Gracias.- sonrió.
Era la primera vez que veía a su ojiverde sonreírle de esa manera. La primera que lo hacía con sentimientos y emociones en ella.
-Hoyuelos.-
-Dime.-
-¿Ese chico es tu novio?- la mirada color zafiro fue agachada conforme a la pregunta.
-Sólo es un amigo.-.
-¿Se besan?-
-No.-
Algo en el pequeño cuerpo del castaño hizo que esa respuesta fuera la luz a su oscuro ser.
Nadie sabía que había pasado, ni tampoco tenían la respuesta de lo que ocurrió.
¿Cómo es posible que tan pronto un sentimiento se haya generado?
-Te.. te quiero hoyuelos.-
-Te quiero enano.- sonrió.