Día cuatro.

598 120 12
                                    

¿Cómo era posible aquello? ¿Cómo había hecho realidad lo que nunca imaginó?

Otro día para ver a chico de ojos azules, cabello castaño y estatura pequeño.

Otro día que podía creer que era verdad. 

-Sólo te estoy pidiendo una vez, una sóla vez que salgas con tus amigos.-

-No puedo, en las mañanas estoy trabajando y por las tardes estoy ocupado.- respondió el rizado.

-Lo único que haces es venir a éste café.-

-Es importante venir.- se justificó.

-No me hagas reír Styles, jamás quieres salir con nosotros y sentimos que te estamos perdiendo.- el rubio se llevó una mano a la frente​.

-Que dramático Horan.- sonrió el rizado.

-¿O acaso hay una chica de por medio?- los zafiros de Niall se entrecerraron.- Esa es la razón por la que estás tan "ocupado".-

-No, estás chiflado Niall.- rió.

-Oh Haroldo.- Niall se levantó de ls silla para ir al ojiverde y abrazarlo.- Mi niño ya está creciendo.- aplastó sus mejillas.

-Suéltame.- pidió, tenía al rubio sobre su regazo. -Niall.-

-¿Me quieres?- preguntó aferrado al cuerpo de su amigo.

-Si rubio.-

-Ahora di que me amas.-

-Te amo Niall.-

-Abrazame.- si el rizado cumplía sus caprichos más rápido se iría y el castaño no los vería.

Al parecer se había encontrado con amigo de la universidad. Su empalagoso amigo.

-Hola.- saludo Niall.-

Y y había llegado su castaño favorito. Lo había visto mimar a Niall.

-Yo... Niall es mejor que te vayas.- quitó a su amigo de sus piernas.

-¿Qué? Aún no como mi postre.-

-Luego te compro unos, vete.- el ojiverde prácticamente echo al rubio del establecimiento, ganándose la mirada de varias personas.

-Te amo mucho mi pequeño rizado.- se despidió dándole un sonoro beso en la mejilla.

Miró detrás de él al chico sentado en la mesa, no tenía expresión alguna, estaba tan perdido.

-Enano yo...-

-No tienes que explicar nada hoyuelos.- sonrió después de mucho.- te traje esto.- sacó de su sudadera un objeto.- Dicen qué sirve para guardar secretos.-

Era una cajita de madera, como un baúl pequeño. Tenía la H en la cerradura.

-Es algo tonto pero- el ojiazul no termino de hablar, ya que los labios de su compañero se estamparon con los suyos.

-Gracias.- sonrió.

Era la primera vez que veía a su ojiverde sonreírle de esa manera. La primera que lo hacía con sentimientos y emociones en ella.

-Hoyuelos.-

-Dime.-

-¿Ese chico es tu novio?- la mirada color zafiro fue agachada conforme a la pregunta.

-Sólo es un amigo.-.

-¿Se besan?-

-No.-

Algo en el pequeño cuerpo del castaño hizo que esa respuesta fuera la luz a su oscuro ser.

Nadie sabía que había pasado, ni tampoco tenían la respuesta de lo que ocurrió.

¿Cómo es posible que tan pronto un sentimiento se haya generado?

-Te.. te quiero hoyuelos.-

-Te quiero enano.- sonrió.

Día a día.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora