Capítulo V

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Enrique está en una fiesta de cumpleaños.
Sale un momento a la calle para llamar a su madre por teléfono.
Intenta llamar pero no se lo coge.
Entonces, decide leer el whatsapp.
Empieza a leer y se ríe. Pero de golpe, se le cambia la cara.
- Oh, no. He sido el último en contestar.-
Preocupado intenta meterse otra vez en casa. Pero la puerta está cerrada. Grita, pero no le oyen. Patalea y aporrea la puerta con todas sus fuerzas, pero nada, que no se abre.

- Vaya, vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí?- se escucha en el tejado.

Enrique mira hacia arriba. Se ve una figura. Va vestida de negro y lleva una sudadera abierta con capucha. El muchacho se echa para atrás para observar a la silueta mejor.

- ¿Te has quedado sin palabras?- continua la voz.

El niño se había quedado inmóvil.
El encapuchado se asoma al tejado y se sienta en el borde. Empieza a mover las piernas.

- ¿Quién eres?- pregunta Enrique.
- ¿Enserio? ¿No me reconoces?- pregunta el encapuchado.

El desconocido se baja del tejado por una tubería.
Cuando ya está abajo, se quita la capucha, y se deja ver un largo pelo liso y marrón. Es una chica. Ella se acerca lentamente hacia Enrique.

- ¿Me reconoces ahora, Enrique?- dijo la chica.
- Tu...- dijo Enrique- Pensaba que ya te habías olvidado.
- ¿Cómo me iba a olvidar? Me hiciste pasar por muy malos momentos.
- Pero, ¿no puedes perdonarme?
- No. Esto no funciona así. Ya no somos niños, que con un perdón ya basta.

Ella se va acercando cada vez más a él. Saca un cuchillo.

- Venga,- la chica coge al muchacho por el cuello- pídeme piedad.
- Por favor, piedad-
- Me gusta,- la chica se ríe- pero no... Muere.-

La chica le clava el cuchillo en el cuello. Enrique cae al suelo. Ella mira el móvil, hace unas cosas, y se va.

Mi VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora