El Último Beso © •Milo & Camus•

~Capítulo 6: Regreso~

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Era un día soleado en el santuario de Athena, con el coliseo desolado a pesar que debían entrenar. En su recorrido a las 12 casas éstas se encontraban sin su respectivo guardián, lo que se le hizo demasiado extraño, jamás un templo permanece vacío. Una vez llegado a la tan fría hurna dejó sus pertenencias, para seguidamente continuar su trayecto.

Una vez puesto un pie en la cámara patriarcal no esperó ver a sus compañeros ahí reunidos, no pudiendo evitar dar un pequeño saltito ante la impresión de todos gritar un ¡¡Bienvenido!! Uno a uno le abrazaron efusivos al tenerle de regreso después de tanto tiempo, y como consecuencia todo dio un gran giro, tan inesperado que casi se cae. Por una parte Afrodita y el canceriano contrajeron nupcias hace cinco años atrás, haciendo su felicidad mas grande con la llegada de Naia, una bella niña tímida que parecía ser la réplica del peli azul, el gemelo mayor junto a Mü no se quedaron atrás, el ariano resultó tener el mismo don que él, por lo cual pudo darle un niño de nombre Leah al mayor, de ahora seis años, el cual era tan calmado y puro como ambos padres, Shura y el arquero al igual que el peli celeste y su pareja fueron en busca de alguien a quién mimar, cuidar y proteger, Armando fue el elegido, era tan aguerrido y noble como sus mayores, Shaka y Aioria, se les concedió el don, una bella princesa, Hallie portaba como nombre, rubia y de ojos verdes, tenía ocho años, tan traviesa e inteligente, Docko y el santo pontrife adoptaron a dos hermanos, Evan y Adrián, de cuatro años. En cuanto a los de bronce, Ikki y Pandora comenzaron a salir, llevaban un par de meses, aún no eran novios, pero era evidente que se querían, Hyoga y Shun recurrieron también a la adopción, eligieron una niña, de apenas dos años, Tess fue el nombre que su madre le dejó antes de abandonarla en el orfanato de donde la sacaron, Shiru y Junrei ya eran novios, en cuanto al castaño y Saori tuvieron trillisos, tan revoltosos y bromistas como su padre, sin duda un dolor de cabeza para la peli morada, pero eran sus hijos, les amaba a pesar de sus bromas. Lo mas sorprendente de todo fue ver a Kanon y el primer juez dándose amor en público, con gemelos de cinco años mirándoles con asco, al parecer eran sus hijos. Les felicitó por la familia que forjaron a lo largo de los años, dejaron de ser adolescentes hormonales, volviéndose hombres hechos y derechos, con responsabilidades.

—Cami. Te amo —tragó pesado, asintiendo con nerviosismo.

—Te extrañé Milo —le abrazó con nostalgia— ¿Y tu hijo?¿Dónde está? —preguntó una vez separados.

—Aquí, a mi lado. —Un tímido niño de nueve años le sonreía levemente, su tés bronceada, ojos zafiro y cabellera morada le hicieron pensar —«se parece a él.»

—Hola señor. Soy Antares, un gusto —saludó alegremente el pequeño, sin duda su timidez era una fachada, se le notaba la alegría de su padre a simple vista.

—Camus de Acuario, quita el señor, me hace sentir viejo —rió.— Es un placer conocerte al fin.

—Bueno —respondió, con un leve sonrojo en sus morenas mejillas.

—Camus ¿Quién es ella? —No pudo evitar saciar su curiosidad Aioria, refiriéndose con obviedad a su linda princesa.

—Ella es... —le hizo una seña a la menor, dando a entender que se presentara ante todos, sin una gota de nerviosismo dio un paso adelante, sonriendoles con emoción.

—Buenas tardes a todos. Soy Aurora.

—¿Por qué te encuentro exactamente igual a Camus?¿Es qué acaso..? —Todos miraron asombrados a la francesa.

—Es fácil. Él es mi “mama” —la noticia resultó ser una bomba, mas de uno calló al suelo.

—Y... ¿Tu padre?¿Sabes quién es? —interrogó Seiya, recibiendo un golpe de su mujer.

—Es..

💧¡¡Hola!! Tan solo quiero decirles que faltan dos capítulos mas para que ésta bella historia concluya💧

—Cami.