Capítulo 29

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Aquel balazo fue directo a la pierna, provoca que Zepeda caiga sobre la alfombra.

-¿¡Qué te pasa estúpida!?- grita apretandose fuerte la pierna

-No te atrevas a volver a insultarla- le grito y saco la pistola que traía en la parte trasera de mi pantalón y lo apunto

-¿¡Qué te pasa Hall? No te olvides que tú trabajas para mi, así que ¡mátala!

-No más. Sé claramente que si tú mueres el cartel se termina temporalmente- no dejo fe apuntar la pistola cargada hacia su cabeza

-No estaras pensando en matarme

-Detente Ricki- dice tranquilamente Alice, quien me hace bajar el arma

-¿Qué? ¿No se supone que lo quieres ver muerto?

-Y lo estará, pero de la misma manera en que lo estuvo papá.

-¿Cómo puedes saber cómo murió tu padre si nunca viste el cuerpo en el ataúd?

-El forense envio fotos de el cuerpo en la autopista y mostraba varios signos de violencia - por su parte Zepeda no deja de quejarse tirado en la alfombra

-Eres una perra- le grita con furia a Alice

-Bien Zepeda, te lo advertí- digo y disparo directo a su húmero, el ruido que hacen los motores del aire acondicionado ayudan a que el ruido del balazo suene en lo más mínimo

-Hijo de puta- grita Zepeda y Alice no deja de observarlo, la tomo por los hombros y pregunto

-¿Y como piensas hacer eso?

-¿Sabes si a ésta hora hay gente aquí?

-Solo Ed, el chico de la entrada.

-Bien, iré a ver si está ahí- dice mientras le coloca el seguro a la pistola y la pone en su espalda

-Eres un maldito infeliz. Sabes claramente que si la ayudas ésto no se quedará así- lo miro fijamente mientras me reclama Regresa Alice

-Bien, no hay nadie en la entrada y me he asegurado que tampoco haya cámaras

-¿Y que piensas que hagamos con las chicas? Ellas no tienen culpa de nada

-Pues no- dice Alice- pero creo que han visto mucho, y mi padre siempre decía "Si has visto de más, algún día eso te hará mal" y pues, a ellas ya les hizo mal- termina y les dispara directo a la cabeza a dos de éstas chicas

-¡Alice!, No puedes matar a cualquier persona

-Si puedo. Y podría matarte a ti igual- su mirada de muestra furiosa

-Tranquila- no deja de verme y dispara a la tercer chica, guarda nuevamente la pistola y toma su bolsa. Zepeda y yo solo la observamos, saca un pañuelo y una pequeña botella, vierte un poco del contenido en el pañuelo y se acerca a Zepeda

-Alejate de mi, maldita perra- grita éste moviéndose inquietamente sin poder pararse.- ¡Que no me toques!- grita nuevamente y le escupe a Alice, ésta se molesta y lanza un puñetazo hacia la nariz de Zepeda dejándolo inconsciente.

-Ya no necesitaré ésto, o mejor si, para asegurarme que tarde en despertar- dice poniendo el trapo en el rostro de Zepeda

-¿Y ahora?-pregunto algo desconcertado

-Y ahora. Cargarlo, lo llevaremos al carro y de ahí ya tengo preparado el lugar

-¿Cómo pudiste?- pregunto mientras levanto el cuerpo de Zepeda

Mi Ángel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora