"...No fuiste antes ni después, fuiste a tiempo. A tiempo para que me enamorara de ti..."
Tenía diecisiete años y aunque me habían interesado algunos chicos, nunca me había enamorado. Consideraba que ninguno de los chicos que había conocido merecían el privilegio de elevarse a la categoría de mi primer amor. Lo sé, suena súper narcisista, y en realidad es una característica propia de mi forma de ser. Aunque claro aún no conocía el amor (el verdadero amor) y el poder que este tiene para cambiar tu vida por completo, y eso era precisamente lo que estaba a punto de suceder. Faltaba un día para que mi vida cambiara y aunque no era consciente de ello, me encontraba muy nerviosa.
- Mañana es la conferencia Dulce, no lo olvides - le dije mirándola con cara de "no me falles".
- Lo sé Any, me lo recuerdas desde la semana pasada -respondió algo harta- te acompañaré como lo prometí.
- ¡Genial!, tenemos que ser muy puntuales - le dije mostrando mi mejor sonrisa.
- Por favor Any, yo siempre soy puntual - dijo con sarcasmo mientras me daba un abrazo (siempre lo hacía para calmar mi ansiedad).
- ¿Así? Entonces
recuérdame porque siempre te apunto en la lista de asistencia a clases - le dije imitando su tono de sarcasmo.- Porque eres mi amiga y me quieres así de impuntual - sonrió.
- ¡Já! Lo reconociste. Sé que estarás mañana temprano porque sabes que es importante para mí.
- Así será, nos escribimos "controladora de mentes". Hasta mañana.
- Hasta mañana ¡temprano! - le dije mientras me despedía.
Conocí a Dulce en la Universidad y aunque éramos muy distintas, habíamos logrado encontrar el punto de equilibrio y comprendernos. Ella era la persona más sincera que había conocido en mi vida; y era justo por ello que me encantaba tener su amistad.
El día por fin llegó, estaba muy animada, sabía que ese día lo vería después de meses. Nadie sospechaba de mis estrategias, había planeado mucho este día. Me encantaba volver a verlo y que él pensara que era el destino que se esforzaba por hacernos coincidir. Yo solo quería verlo y saber si sus sentimientos seguían siendo los de hace un año atrás.
Conocí a Derrick en la academia, antes que los dos ingresáramos a la misma universidad. Sabia que él estaba enamorado de mí pero también sabía que yo jamás le correspondería. Sin embargo, no quería que él dejara de intentarlo. Debo confesar, con algo de remordimiento, que me divertía que intentara enamorarme.
Y aquí estábamos, caminando raudamente hacia el auditorio de la Facultad de Economía, ubicada justo al frente de mi Facultad, Ciencias Contables.
Lo busqué con la mirada mientras Dulce firmaba la lista de asistencia, sin éxito. Cuando llegó mi turno, me di cuenta que su nombre no estaba en la relación, no había llegado aún.
- Any, más te vale que valga la pena, no hay casi nadie - refunfuñó Dulce.
- No hay muchas personas ávidas por aprender nuevos temas, nosotras marcamos la diferencia - le dije muy segura de cada palabra.
Seguía buscando a Derrick
con la mirada, pero no lo vi.¡No puede ser! - dije para mis adentros- no vine hasta aquí por gusto, pero sabía que tenia que llegar. Lo había espiado por Facebook (a pesar de haberlo eliminado), seguía sus pasos en la red social, sabía que le interesaba mucho este evento y que asistiría con sus dos amigos de siempre. ¿Por qué demoraba tanto entonces?. ¡Paciencia!, me dije a mí misma.
Ingresamos y nos ubicamos en los últimos asientos del primer nivel, cerca a la puerta del auditorio.
Entonces sentí que alguien me observaba mientras sostenía una palabra no pronunciada. Me senté como si nada pasara sin dejar de mirar mi asiento.- Any, ¿Ese no es Derrick? - dijo Dulce muy sorprendida.
- ¿Derrick? - dije fingiendo sorpresa.
- No deja de mirarte...como siempre - dijo mientras lo miraba con nostalgia.
- Es estudiante de ingeniería industrial, tiene lógica que estos temas le interesen, solo deja de mirarlo por favor Dul - dije sin siquiera intentar mirar hacia la puerta.
- No deja de mirar hacía aquí y de hablar en secreto con sus amigos, sabes que me da pena que ni siquiera lo saludes.
- Ignóralo, como yo lo hago, sabes que es mejor así.
- Eres tan cruel - dijo mirándome con reproche- en el fondo sabes que él te gusta, solo no quieres aceptarlo.
- No empieces, sabes que no es así. Además estamos aquí para aprender - dije esto último a viva voz para que se escuchara hasta el asiento de adelante donde se acababa de ubicar Derrick con sus dos amigos.
Toda la situación me causaba mucha diversión, el verlo tan nervioso me hacía confirmar que a pesar del tiempo nada había cambiado.
La conferencia inició, empezó a hablar el presidente del grupo estudiantil. Era el tipo más aburrido que había oído en mi vida. No tenía ni una pizca de orador. Yo era una excelente oradora, declamaba y recitaba poemas desde muy pequeña, por ello era muy crítica con las personas que pretendían pararse ante un público y cautivarlo. Definitivamente este joven no estaba cumpliendo su objetivo, el ambiente estaba muy aburrido. Los pocos asistentes se estaban, literalmente, durmiendo.
Y entonces sucedió, apareció en escena quien cambiaría mi vida para siempre.
- Gracias Edgar - dijo sonriendo - Hola chicos, ¿cómo están?. Mi nombre es Alfonso Herrera, Poncho para los amigos, es decir que para todos ustedes soy Poncho. Les agradezco mucho que estén hoy aquí. Bueno les contaré mi historia, al igual que ustedes un día estuve sentando escuchando hablar respecto a la gestión de proyectos.
Era alto, tenía una sonrisa que cautivaba, Alfonso tenía un brillo en los ojos que trasmitía confianza, hablaba con alegria, convencido de lo que decía, con seguridad en cada palabra. Si existía el amor a primera vista, tenía que ser lo que estaba sintiendo en este momento.
Me sonroje por la dirección que estaban tomando mis pensamientos.
- Any, estás roja como un tomate. ¿A caso es por Derrick?, quien por cierto voltea a cada rato - dijo Dulce sacándome de mis pensamientos.
Había olvidado que Derrick estuviera en el mismo auditorio que yo, para ser más precisa que estuviera en el mismo planeta que yo.
- No, es por ...- me callé - Déjame escuchar Dul, luego hablamos.
Alfonso contó como ingresó a la sección estudiantil. Hablaba con mucha pasión, era convincente y tenía una empatía única para despertar el interés de las pocas personas que nos encontrábamos en el auditorio. Tenía algo que a mí siempre me faltó, a pesar de ser una buena oradora, "conexión con el público" y además soltaba unas bromas que hacían estallar de risas a todos los presentes; y definitivamente yo no era la excepción. Se le veía tan alegre, tan distinto a mí, yo tenía un carácter fuerte que aparentaba muy bien tras mi gran sonrisa.
Lo miraba fijamente y sonreía, hasta que su mirada se cruzó con la mía, no deje de mirarlo y de sentir esa nueva sensación dentro de mí, un nuevo sentimiento diferente y acogedor.La conferencia finalizó y me había olvidado el motivo por el que fui, poco o nada me importaba que Derrick estuviera ahí. En ese momento solo me importaba conocer a aquel chico de la sonrisa feliz. Alfonso, un joven digno de admirar.
Aquí una nueva historia ☺.
Depende si les gusta les iré subiendo y así me convencen a que mi hermana siga escribiendo.
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El amor en los tiempos de Internet
FanfictionElla se enamoró de él como solo saben enamorarse las mujeres inteligentes, como una idiota. El amor en los tiempos del Internet, es la historia de dos jóvenes que coincidieron en la vida para dejarse una gran lección. Ambos descubren que "la memo...