PRÓLOGO

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NOTA DEL AUTOR



A veces es importante hacer una pausa, parar para coger un poco de aire y enfrentarnos al mundo. Parar para apreciar la belleza de lo que nos rodea. Parar y mirar a las personas que se encuentran a nuestro alrededor e intentar ponernos en su lugar por un momento. Parar y mirar al cielo, pensar en aquellos que ya no están. Parar mientras el mundo continúa, impasible, a nuestro alrededor. Porque sólo así somos capaces de apreciar la grandeza del mundo, la grandeza del ser humano. Porque sólo así somos capaces de entender la vida, de aferrarnos a ella y vivirla con ganas. De soñar a lo grande.

Este relato es para aquellos que se quedaron atrás, por los sueños que no se cumplieron y por los que aún están por cumplir. Por las lágrimas derramadas, y las sonrisas dedicadas. Este relato está dedicado a todas aquellas personas cuya vida acabó demasiado pronto. Este relato es un discurso en contra del odio, un manifiesto a favor de la cooperación y de la defensa de los Derechos Humanos. Porque deberíamos ser libres. Libres de vivir sin miedo.

Este relato está dedicado, en especial, a las 192 personas que perdieron la vida en los atentados terroristas de la mañana del jueves, 11 de marzo de 2004.


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Jueves. (Javier Becerril)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora