VALENCE

|24| TANTAS COSAS.

-¿Eres real?- pregunté por tercera vez y por tercera vez Caleb asintió con la cabeza.

-Por favor, Stella. Nunca más vuelvas hacer aquéllo.

El frío volvió a recorrer mi cuerpo haciendo temblar cada uno de mis músculos, el solo recordar lo cerca que estuve de la muerte me provocaba escalofríos. Al despertar aún lo sentía, podía sentir la confusión, el miedo y el vacio. Tanto que llegué a creer que tal vez tendría que suicidarme una vez más para saltar al siguiente sueño.

Llegué a confundir la realidad con uno de ellos.

Caleb tomó mi mano entre las suyas en silencio procurando no hacerme daño, estaba débil y eso era algo que podía notarse incluso a kilómetros, ambos lo estábamos y la alianza esta vez no tenía mucho que ver tomando en cuenta que apenas si nos habíamos separado.

-Necesitas sangre- recordé.

-Y tu recuperarte- masculló algo tenso y pude sentir como es que sus manos temblaban entre las mías de forma brusca.

-Solo será un poco- nuestros ojos se encontraron y volvió a negar distante. Sus azules parecían dos inmensas placas de hielo dispuestas a no romperse.

Si tan sólo supiera que esa no era la única razón por la que deseaba que bebiera de mi sangre... Sólo necesitaba sentirme viva una vez más, dejar de pensar que aquello era otro sueño y la sensación que provocaba dentro de mi cuándo bebía de mi sangre tal vez serviría. Era completamente difícil no confundir la realidad una y mil veces con un sueño. Desde que había despertado todo era raro, solo eramos él y yo en una habitación fría y desconocida, eso sin contar la forma en la que sus ojos me miraban y hacían sentir. Era como despertar de una larga pesadilla y esperar por malas noticias.

El ruido lejano de un movil sonando llamó mi atención, no me moví y Caleb tampoco lo hizo ni mucho menos intentó. El sonido continuó hasta desaparecer y ser reemplazado por la voz de una chica. Su novia, supuse. Sara.

Al poco tiempo la puerta estaba siendo abierta.

-Caleb- lo llamó- te están buscando, es importante.

-Dile que llamé a mi celular- respondió jugando con mis dedos, siendo ellos los dueños de su atención.

La frente de aquella chica se arrugó formando tres largas montañas junto a los labios y su mirada chocó con la mía fulminante.

-Lo dejaste sin batería hace una hora.

-Oh, cierto- recordó- entonces tendrán que esperar.

-Esto es importante.

-Estoy ocupado.

-Caleb- musité llamando la atención de ambos, sus dedos pálidos se despegaron de los míos y me arrepentí por utilizar un tono de voz tan brusco. Carraspee mi garganta firme- dijo que es importante. Tal vez sea algo referido a Fred ¿Lo recuerdas? Aún no hemos podido dar con él. Lo has estado buscando ¿No?

El silencio se extendió por la habitación hasta dejar escuchar el ruido lejano de las personas paseando sobre la acera en un día frío y el parque de juegos en función. Eso sólo significaba algo, ni si quiera se acordaba de que Fred existía.

Caleb se separó en silencio y abandonó la habitación tan rápido como pudo, sin embargo su novia aún seguía en su lugar sin despegar la vista de mi.

-¿Qué?

-No eres como lo esperaba.

Su respuesta me confundió.

-¿Y cómo exactamente me esperabas?- pregunté vacilando y se encogió de hombros.

-Recitando poemas de amor, quizá. No lo sé- su voz bajó hasta dejar escuchar el murmullo de Caleb aún en teléfono antes de continuar- por lo general la chica comienza a suponer que es "él" quien esta enamorado pero tú... Él ha estado junto a ti todo este tiempo, apenas ha salido y no bebió sangre desde hace dos semanas. Desde que despertaste estuvo a tu lado cómo un maldito idiota enamorado y en lo único que quizás estes pensando es en estar con tu noviecito el rubio.

-Eso no es cierto ¿Y cómo sabes que mi novio es rubio?- pregunté recordando a Scott. Necesitaba verlo y estar con él para volver a la realidad porque después de todo era lo más normal que quedaba en mi vida- Caleb no está enamorado de mi.

-Eso me gustaría creer- se encogió de hombros sonriendo con sorna- eso hace la alianza ¿Por qué crees que busca mantenerlos juntos la mayoría del tiempo? Porque es la única forma de crear lazos entre ambos, es la misma historia repitiéndose una y otra vez.

-Eso no tiene sentido, no tiene sentido que ambos nos amemos si después de todo la alianza desaparecerá. No tiene ningún fín.

La luz del pasillo se encendió y escuché a Caleb gritar algo antes de que una puerta se cerrara.

-Si lo tiene- respondió dando un pequeño salto de emoción- en el día del sacrificio será un ENORME problema.

-¿Sacrificio?

-Si, ya sabes. Matar para conseguir algo o... Creo que no lo sabías. Te sugiero que escapes cuanto antes pueda.

Perra.

Sus palabras provocaron que mi estómago se revolviera y volviera a plantearme lo del sueño. Era uno de aquellos momentos en los que todo parecía tan irreal pero lamentablemente no lo era, no había forma de despertar y cambiar el rumbo de las cosas.

Y existía algo en las palabras de Sara que me hacían dudar, el recuerdo de varias situaciones, las respuestas del vampiro en ocaciones que hacían entender que algo saldría mal, su constante pensamiento de que no volveríamos a vernos y el dolor en sus ojos al verme.

Porque eso era lo que veía, dolor.

Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás, no a la primera vez que lo vi, me refiero a aquella primera vez en que coincidimos en el entrenamiento de Lacrosse. Volver hacía aquellos momentos en los que aún pensaba que solo se trataba de un adolescente problemático y antisocial, aveces engreído, irritante e incluso misterioso. Volver a ese tiempo en los que aún eramos nosotros mismos ¿Era malo pensar que ambos habíamos cambiado? Y si sentía algo por Caleb ¿Por qué me negaba aceptarlo? Si de todas formas, fuera como fuera, nuestros destinos estaban uno lejos de otro.

-Stella- algo me volvió a la realidad y levanté la cabeza para ver a Scott esperandome junto a la puerta. No lo dude y corrí a abrazarlo.

El salir del calor que me brindaban las sabanas provocó que chistara del frío y pisara mis pies desnudos sobre sus botas de cuero, Scott no dudó en recibir y corresponder mi abarazo cosa que se lo agradecí internamente.

-Lamento no haber llamado cuándo pude hacerlo, pedirte perdón o hablar contigo. Lamento todo pero por favor no me odies- escondí mi rostro en su cuello imprimiendo el aroma de su colonia en mi nariz, recordando viejos tiempos.

Abrí los ojos encontrandome con Caleb a solo unos pasos y las palabras de Sara vinieron a mi cabeza, si Caleb quería matarme ¿Por qué intentaba ayudarme? Su mirada se mantuvo firme sobre la mía durante los que fueron largos segundos antes de girar  en dirección al pasillo y desaparecer.

-¿Cómo supiste donde encontrarme?

-Caleb me lo dijo.

-Pero pensé... Que tu lo odiabas, le culpabas por la muerte de...

-Mira, Stella. Han paso muchas cosas durante este tiempo...

-¿Lizzy?

-Ella esta bien, Fred apareció...

-¿Apareció? ¿Dónde? ¿Cómo está?

Una risa escapó de los labios de Scott provocando la misma sensación en mí.

-Tú si que estas preguntona- dijo soltando mi cuerpo.

-Tengo tantas ganas de volver a la escuela- dije como un anhelo. Soltó una carcajada.

-Y loca.

-Oye- mi mano fue a parar en su hombro de forma divertida- lo necesito- sus ojos se iluminaron y me incliné para alcanzar sus labios pero me apartó.

Todo fue tan rápido.

Su mano se posó entre nosotros dejando cierta distancia.

<<Han pasado tantas cosas...>>