Permanecí las primeras tres horas perdida en mis pensamientos. Alex había intentado hablarme, pero en todas las veces lo había ignorado por completo, pero no fue porque quisiera, simplemente no estaba de humor.
Pose mi barbilla sobre mi mano, viendo por la ventana, el viento rozaba mi rostro con suma delicadeza, como si intentará comprenderme. Cerré mis ojos disfrutando de la brisa.
Me sentía realmente estresada, y siempre la causa de ello eran mis padres y sus errores. ¿Porque tenían que involucrar me a mí? ¡No! Más bien, ¿Porque Zoe tenía que involucrar nos en pleitos de nuestros padres y destruir lo que éramos?.
Abrí los ojos de golpe.
No, no, no y ¡NO! Más bien la pregunta es; ¿Porque mi Padre tenía que involucrarnos a mí y a mi madre y arruinar lo que teníamos con nuestras mejores amigas?
Si, definitivamente el tenía la culpa de nuestras desgracias y las de ellas.
Realmente odio a mi Padre.-¡¡¡Aniston!!!- los gritos del profesor me sacaron de mis reclamos internos.-Vaya Joven Aniston, el distraerse justo en mi clase se la ha hecho una costumbre.- dijo cruzando los brazos. Alex me miraba fijamente intentando no reírse.- ¿Acaso le parece aburrida mi clase? ¿Eh?.—me miro expectante.
¡Ja! Y no estaba tan equivocado, solo se la pasaba susurrando al pizarrón, su clase es y será siempre aburrida. Más bien...
-Muy aburrida- pensé. Los ojos del profesor se hicieron más grande al escucharme.- Ja... Y-yo...ahh... - Bueno, más bien lo dije en lugar de pensarlo.
-¡Yo también pienso que su clase es aburrida!.- grito Alex de repente.
-¡Yo nunca dice que fuera aburrida!— me levante exasperada de mi asiento.
-Tienes razón, dijiste "Muy aburrida".- dijo aguantándose la risa.
-¡¡¡Cállense los dos!!!- explotó el profesor.- ¡¡¡Los dos, fuera de mi clase!!!
-¡No! ¡Por favor!— suplique.
-¡Y no los quiero ver aquí hasta el lunes! - sentenció.
Me levante refunfuñando mil maldiciones. Tome mis cosas y salí pateando y pisando los pies de los demás.
-¡Loca!- me grito un chico con el que también me había desquitado.
Lo fulmine con la mirada.
-Ya, silenció. Vamos, salgan rápido.- dijo mientras se reincorporaba y escribía en el pizarrón.
Alex se acercó a la puerta y me extendió su mano.
-Primero las gruñonas.- dijo con una amplia sonrisa. Le di un manotazo.
-Idiota- bufé molesta mientras salíamos.
-Pero soy tu idiota. - dijo cerrando la puerta detrás de sí. Caminamos por el pasillo hasta que me detuvo, acorralando me sobre una pared.- Un idiota que te encanta.- me tomo de la cintura pegando me a su pecho.- ¿Quieres conocer los labios de tu idiota?- me susurro al oído con voz ronca.
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Esto definitivamente no es Amor.
Novela Juvenil¿Qué sucede cuando el hombre más importante de tu vida, te daña? ¿Qué pasa cuando te cargan los errores de otros? ¿Qué ocurre cuando las personas más importantes de tu vida, se a...