Todo comienza con un poco de miedo, dice la gente con experiencia en ciertos temas, lo que no te garantiza el éxito, a veces cuando vamos a algún lugar no sabemos lo que puede pasar allí, tal vez salgas con un título, un amigo o conozcas al amor de...
-Hola ¿dónde es la reunión para primer año?- pregunto a una señora que parecía ser la encargada de adscripción. -Hola, al subir las escaleras. Agradezco y me retiro en busca de tales escaleras.
Me ubico y me dirijo al segundo piso. Al llegar arriba, exhausta por la falta de ejercicio, alzó la mirada y me llaman la atención los ojos más lindos que vi en mi vida, tan azules como el cielo, pero con un toque de verde. Puesto que mi único objetivo era ir a estudiar, fingí no haber visto tales ojos, plante nuevamente mi cara de culo tan habitual y seguí mi camino.
Me encontré con una sala espaciosa y llena de asientos donde escogí el mío. La mañana transcurrió lentamente, con charlas tan aburridas sobre cómo debía ser un gran profesor, ya que esa era la carrera que yo tanto anhelaba, quería ser una gran profesora de historia lo que era entendido por pocos ya que no es una materia que sea de mucho agrado, pero a mí me fascina.
Explicaron que al otro día recién íbamos a conocer a nuestros compañeros de clase, ya que en ese momento se encontraban presentes todas las orientaciones. ¿Que orientación haría el chico de ojos claros? Me preguntaba.
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