Todo marchaba tan bien entre Anderson y yo, que me parecía todo tan perfecto y no me lo podía creer, por fin me gustaba alguien de verdad, luchaba por no arruinarlo o que mis sentimientos no lo arruinaran.
Salíamos casi todos los días, los minutos se hacían horas y así pasábamos el tiempo.
Recuerdo una tarde que salimos a tomar café a un sitio que tenía bastante buena fama, un sitio que estaba de moda ya que había abierto hace poco.
Ordenamos día cafés dobles y dos media lunas.Cuando nos entregaron nuestra orden:
-¿ Que carajos?- digo yo, observando que el café estaba a menos de media taza y las media lunas eran del tamaño de una nuez- pague tanto por esto?
Nos miramos y largamos la carcajada, tuvimos que ponerle como 20 sobres de azúcar para que aquello quedará dulce.
...
A la mañana siguiente me "desperté" de no tan buen humor, ya que gracias al repugnante café había dormido dos horas, prometí no volver a tomar café nunca más en mi vida.Me dirigí al instituto en el que estudio con mi cabello a medio peinar y unas ojeras que llegaban hasta el piso.
Al entrar vi a Anderson a lo lejos, estaba charlando con una chica que yo nunca había visto en mi put* vida, me puse un tanto celosa ya que parecía que se la estaba pasando muy bien el muy desgraciado.
Me compre un café, olvidando mi promesa de no volver a tomar, pero me queme toda la boca al tratar de subir las escaleras con el vaso lleno.
-Mierrrda- mi día no podía ir peor, ahora sí no iba a volver a tomar café después de eso.
"Está mariposa ya se había cansado de volar contra el viento" o tal vez era el mal humor que afectaba todo mi entorno.
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Mariposa
RomanceTodo comienza con un poco de miedo, dice la gente con experiencia en ciertos temas, lo que no te garantiza el éxito, a veces cuando vamos a algún lugar no sabemos lo que puede pasar allí, tal vez salgas con un título, un amigo o conozcas al amor de...