La gente... eso era lo que más recordaba Gray Fullbuster de aquel lugar. El estadio estaba lleno de gente, no cabía ni un alfiler, todos los adolescentes deseando ver el concierto de la estrella de rock que estaba arrasando en todo Japón, de su ídolo nipón, Natsu Dragneel.
Las entradas le habían costado un ojo de la cara, demasiado dinero para un pobre adolescente. Trabajó durante meses para poder pagarlas pero eran suyas... tenía las entradas. Su hermano Jellal y él iban juntos al único concierto que seguramente verían en sus vidas, el único realmente importante para ellos. Todos allí esperaban ver a Natsu, fantaseaban con él, con tocarle, con acercarse si quiera a él... aunque todos sabían que estaría bien custodiado y sería imposible.
Por los grandes altavoces se escuchaba música y a los preparadores probando el sonido. El bullicio era tremendo pero ambos chicos sonreían y seguían caminando hacia delante como podían intentando encontrar un hueco desde el que ver a su ídolo.
Las luces se apagaron y tan sólo unos pocos focos permanecieron encendidos y moviéndose en todas direcciones, hasta que un gran foco iluminó el escenario y del suelo... una plataforma subió junto al presentador. El griterío fue aún mayor, todos esperando a Natsu, sin embargo... el presentador dio inicio a la banda telonera, a los primeros que tocarían antes del inicio del gran concierto.
- Dicen que es el único concierto que dará en Tokio – le gritó Gray al oído a su hermano intentando que le escuchase entre el ruido – se va de gira a Estados Unidos y a Europa en unas semanas.
- Entonces hemos tenido suerte de poder comprar las entradas – gritó Jellal.
La música se escuchaba perfecta desde donde ellos se encontraban, era increíble que hubieran conseguido llegar tan lejos, aunque seguían bastante detrás como para realizar su sueño de acercarse a Natsu Dragneel. Al ver a toda la gente bailando y moviéndose, Gray empezó también a hacerlo, quitándose la chaqueta y remangándose la camiseta por el calor.
- Eh, eh, eh – le llamó su hermano deteniendo el brazo que elevaba en los saltos - ¿Qué te has hecho? – dijo al ver algo oscuro que sobresalía por el borde de su camiseta.
- No es nada.
- Sí es algo – le gritó para pasar por encima del ruido del concierto – Hay algo que no me estás contando.
- Sólo es un tatuaje.
- ¿En el pecho? ¿Estás loco?
- Justo en el corazón – susurró Gray.
- ¿Qué es lo que no me cuentas?
- No te preocupes, disfrutemos del concierto – dijo Gray completamente feliz.
Media hora de concierto transcurrió con sus teloneros, no menos importantes puesto que ambos hermanos disfrutaron como dos enanos, pero cuando todo se quedó en silencio y se iluminó una vez más el escenario... los gritos subieron de nivel al ver aparecer a su ídolo juvenil.
- Buenos días, Japónnnnn – gritó Natsu por el micrófono – ¿Listos para pasarlo en grande? Vamos allá – gritó emocionado y dando la señal a sus compañeros de la banda para que iniciasen con la música.
Los dos hermanos disfrutaron con aquel concierto, pero Gray miraba de una manera especial a Natsu. Todos allí querían conocerle, pero él guardaba sus encuentros en el más absoluto secreto, porque sí, allí nadie podría imaginarse que Gray y Natsu... habían iniciado una relación hacía un mes.
Todo había sido rápido y entre las luces del concierto, el calor y los bailes, Gray recordaba ese día en que conoció a su ídolo. Su padre trabajaba para una prestigiosa revista y era el encargado de llevar a cabo la mayor y más importante de las entrevistas... precisamente... a Natsu Dragneel.
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El precio de la fama (Fairy Tail: Natsu-Gray-Natsu)
FanfictionSe sintió importante y él ni siquiera recordaría su nombre. Con el corazón destrozado y cerrado al amor, decidió convertirlo en hielo. Su talento como escultor lo llevó a la fama pero toda fama... tiene un precio. ¡Allí su infierno regresó! Pero su...