Capítulo 3: Tradiciones.

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Gray aprovechó el ofrecimiento de aquel hombre para sentarse, haciendo caso omiso a Natsu. Ni siquiera quería verle, le daba igual todo lo que tuviera que ver con él. Tan sólo quería ser educado...así que escucharía la oferta antes de negarse, porque ya sabía que iba a negarse en cuanto entró en esa oficina y sus ojos se fijaron en Natsu Dragneel.

Para Natsu, todo aquello era confuso. Había intentado cancelar esa maldita gira que le intentaban imponer, tan sólo quería tiempo libre, tiempo para pensar en lo que quería hacer con su vida pero sus representantes tan sólo le explotaban una y otra vez, ahora... al ver a ese chico tan atractivo frente a él, se estaba planteando lo de la gira, más que nada... porque ese concierto en Tokio le permitiría trabajar junto a él. Le daría tiempo para conocerle. Sonrió al pensar en eso.

- Gracias por la oferta – comentó Gray interrumpiendo al mánager de Natsu, quien ya prácticamente estaba intentando imponerle sus ideas como si ya hubiera aceptado – es muy tentadora su propuesta pero me temo que voy a tener que rechazarla.

- ¿Qué? – preguntó el mánager sorprendido.

Los ojos de Natsu se abrieron como platos ante aquella respuesta del moreno. ¡Nadie jamás había dicho que no a su mánager! Era la primera vez que le decían algo así y no sabía ni se imaginaba cómo podría reaccionar.

- He dicho que muchas gracias por la oferta, pero en estos momentos tengo muchos proyectos pendientes y no podría aceptar uno más con tanta urgencia. Lamento tener que denegar su propuesta – dijo educadamente el joven.

Gray se levantó ante la mirada de Sting, que en cuanto vio cómo el mánager se levantaba y trataba de coger el brazo de su protegido, se interpuso en medio evitando así que detuvieran a Gray.

- Que pasen un buen día – sonrió Gray saliendo por la puerta, seguido por Sting.

Caminaron por el pasillo buscando la salida. Tan sólo quería salir de esas oficinas, olvidar que había vuelvo a ver a ese capullo y ver el partido junto a su padre, sin embargo, Sting sonrió tras él y susurró.

- No tienes ningún proyecto ahora mismo – le comentó – estás acabando el ornamento floral.

- No quiero trabajar para esos engreídos – dijo sin más.

- Eres realmente sexy cuando te sales con la tuya, la mirada te cambia por completo.

Gray le observó y sonrió. Quizá nadie sabía acerca del romance que mantenía con su guardaespaldas aunque tampoco podía considerarlo como tal, tan sólo era sexo cuando lo necesitaba.

- Así que estás excitado – sonrió Gray – es una lástima... porque no puedo atenderte en estos momentos.

- Puedo esperar a que termines de ver el partido. Vamos... te llevaré con tu padre.

Consolarse mutuamente, eso era lo que hacían ambos y lo tenían muy claro. A ninguno de los dos le interesaba una relación sentimental. Sting ya había salido durante años con un hombre al que amaba y adoraba... en secreto, porque su familia no sabía que era homosexual, hacía unos años, dejó a su pareja tras darse cuenta de que jamás sería nada para él, tras la humillación que recibió el día que le acompañó como "amigo" y le montaron una cita a ciegas con una chica de buena familia. Él ni siquiera hizo nada para remediar aquella situación y Sting se dio cuenta... de que jamás sería nada importante en su vida, sólo el amante oculto.

Su corazón se rompió, pero encontró en Gray otro corazón destrozado, simplemente... se aliviaron con el sexo, porque ninguno de los dos podía tener más sentimientos aparte de eso... sólo diversión y sexo.

El precio de la fama (Fairy Tail: Natsu-Gray-Natsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora