Capítulo 28

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  Poco a poco fue llegando la hora de que se levantaran todos. Así que descendí las escaleras hacia el pisode abajo, pero al llegar frente a la habitación de las chicas la puerta estaba abierta y vi a Mary Jane sentadajunto a su viejo baúl de crin, que estaba abierto y en el que había estado metiendo cosas, preparándose parair a Inglaterra. Pero ahora se había parado con un vestido doblado en el regazo y tenía la cara entre las manosmientras lloraba. Me sentí muy mal al ver aquello; naturalmente, lo mismo que habría sentido cualquiera.Entré y dije: 

–Señorita Mary Jane, usted no soporta ver cómo sufre la gente y yo tampoco: casi nunca. Cuéntemelotodo. 

Así que me lo contó y eran los negros, lo que yo esperaba. Dijo que aquel viaje tan maravilloso aInglaterra ya no le hacía casi ilusión; no sabía cómo iba a ser feliz allí, sabiendo que la madre y los niños novolverían a verse jamás, y después se puso a llorar más fuerte que nunca, y abrió las manos y dijo: 

–¡Ay, Dios mío, Dios mío, pensar que no volverán a verse nunca jamás! 

–Pero sí que se verán, y dentro dedos semanas, ¡y yo lo sé! –respondí. 

¡Dios mío, se me había escapado sin pensarlo! Y antes de que pudiera ni moverme me había echado losbrazos al cuello pidiéndome que lo repitiera, otra vez, lo repitiera otra vez, ¡lo repitiera otra vez! 

Comprendí que había hablado demasiado y antes de tiempo y que me había metido en una encerrona. Lepedí que me dejara pensarlo un minuto; ella se quedó sentada, muy impaciente y nerviosa, tan guapa, perocon un aire feliz y tranquilo, como una persona a quien le acaban de sacar un diente. Entonces me puse aestudiarlo. Me dije: «Calculo que alguien que va y dice la verdad cuando está en una encerrona está corriendoun riesgo considerable, aunque yo no tengo experiencia y no lo puedo afirmar con seguridad, peroen todo caso es lo que me parece, y de todas formas ésta es una ocasión en que me ahorquen si no pareceque la verdad es mejor y de hecho más segura que la mentira. Tengo que recordarlo y volverlo a pensarcuando tenga tiempo, porque es de lo más extraño e irregular. En mi vida he visto cosa igual. Bueno», medije por fin, «voy a correr el riesgo; esta vez voy a decir la verdad aunque esto es como sentarse encima deun barril de pólvora y encenderlo para ver qué pasa después». Entonces fui y dije: 

–Señorita Mary Jane. ¿Hay algún sitio fuera del pueblo, no muy lejos, donde pudiera pasar usted tres ocuatro días? 

–Sí; en casa del señor Lothrop. ¿Por qué? 

–Todavía no importa el porqué. Si le digo cómo sé que los negros van a volver a verse, dentro de dossemanas aquí en esta casa, y demuestro cómo lo sé, ¿irá usted a casa del señor Lothrop a quedarse cuatrodías? 

–¡Cuatro días! –respondió–. ¡Un año me quedaría! 

–Muy bien –añadí–, lo único que le pido es su palabra: me vale más que el juramento de otra personapor la Biblia. –Sonrió y se ruborizó un poco, muy linda, y continué–: Si no le importa, voy a cerrar lapuerta, y con el candado. 

Después volví a sentarme y dije: 

–No grite. Quédese ahí sentada y tómeselo como un hombre. Tengo que decir la verdad y tiene ustedque prepararse bien, señorita Mary, porque es una mala cosa y le va a resultar dificil, pero no hay forma deevitarlo. Esos tíos de usted no son tíos en absoluto; son un par de farsantes, impostores de toda la vida.Bueno, ya hemos pasado lo peor, y el resto lo podrá soportar usted con más facilidad. 

Naturalmente, aquello la dejó absolutamente pasmada, pero ahora ya había dicho lo más difícil, así quecontinué mientras a ella se le encendían los ojos cada vez más y le conté absolutamente todo, desde la primeravez que nos encontramos con el muchacho idiota que iba al buque de vapor hasta cuando ella se había lanzado a los brazos del rey en la puerta principal y él la había besado dieciséis o diecisiete veces, y entoncessaltó, con la cara llameante como un atardecer, y dijo: 

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⏰ Última actualización: May 21, 2017 ⏰

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Las aventuras de Huckleberry FinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora