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Luego del momento tan hermoso que pasaron, la madre de Jimin llamó a su hijo y este tuvo que irse. Yoongi lo despidió con un beso en la mejilla para luego ir a descansar. Se sentía demasiado cansado por todo lo que ocurrió.  

A la mañana siguiente el mayor se despertó por un molesto sonido. Una llamada.

— ¡Hyung! —gritó.

— ¿Qué quieres, Jimin?—su voz sonó más ronca de lo normal.

— ¿Estaba durmiendo?  

—Sí.

—Lo siento... —formó un puchero, y aunque Yoongi no lo pudo ver presintió que el menor haría eso. Lo conoce demasiado bien.

—No importa. ¿Qué hora es?

—Mmh, son exactamente las... seis de la mañana. 

— ¡Seis de la mañana!—gritó tan fuerte que Jimin logró asustarse un poco— ¿Por qué me despiertas a esta hora?    

—Es que... ¿Recuerda que le dije que hoy cumpliría su promesa? Hyung... Hoy somos novios—susurró algo triste. 

—Oh... Y bien, ¿Qué quieres hacer, buñuelito?   

—Invíteme a su casa —soltó y Yoongi soltó unas risitas. 

—Está bien, pero, ¿Qué haríamos aquí? 

—Ver películas. 

— ¿De miedo?

—Las que usted quiera, Hyung. No tengo miedo a su lado.

—Mejor que no sean de terror esta vez, ¿Sí? Te espero.

— ¡Voy para allá! —dijo y de inmediato cortó la llamada. 

Hablando en serio. ¿Quién desea ver películas a las seis de la mañana? Nadie. El mayor tenía planeado dormir con él hasta que sea una hora decente. 

Preparó una camiseta y pantalones que supuso que le entrarían al menor y los colocó sobre la cama para que este luego los use cuando vayan a dormir. 

Cuando terminó de cepillarse los dientes, el pálido escuchó un golpeteo en su puerta. Se acercó a ella y al abrirla un cuerpo ya estaba sobre él abrazándolo. 

— ¡Buenos días! —exclamó cuando deshizo el apretado abrazo. 

—Hola, Jiminnie —saludó y juntó sus labios con los de su mejor amigo en un simple toque, esos llamados "piquitos". Yoongi no sabía de dónde habían salido sus agallas para hacer eso. Estaba nervioso desde que el bajito le dijo que serían novios por un día. 

—Hyu-Hyung... ¿Qué-Qué... —comenzó a tartamudear y sus mejillas se convirtieron en tomates.

—Lo siento, ChimChim. Pero... Dime, ¿Los novios no se dan besos? 

—S-Sí, pe-pero...  

—Pero nada. Ahora vamos a dormir, ¿Sí? Hyung tiene mucho sueño.   

—Cla-Claro.  

Le tomó de la mano e hizo que lo siguiera —Te preparé eso para que utilices. Puedes cambiarte aquí, yo tengo que ir al baño.   

—E-Está bien —aún seguía con un leve rojo en sus mejillas. 

Ambos se acostaron en su cama y lentamente fueron juntando su cuerpos. Min cerró sus ojos al tener tal grado de relajación. Deseó estar así por siempre.

—Hyung, ¿Ya se durmió? 

—Aún no. Ven, abrázame más.

—E-Está bien—habló y fue lo último que escuchó antes de caer dormido. 


  [...]


Yoongi volvió a despertar luego de unas horas. Cabe decir que hacía tiempo que no dormía tan bien. Giró su cabeza, observó su celular y decidió tomarlo para ver la hora. Ya era tiempo para almorzar, así que con cuidado y tratando de no despertar a su novio (por un día) se levantó y se dirigió a su cocina. Buscó en Internet algunas recetas fáciles, las fue rechazando hasta que se encontró con una demasiado fácil, y que tenía todos los ingredientes que poseía. Subió las mangas de su pijama y susurró—Manos a la obra. 

Cuando estuvo todo listo, le tocó comenzar a emplatar su pasta. 

—Que bien huele —comentó Jimin a la vez que ingresaba a la cocina. 

—Ji-Jiminnie, me asustaste.   

—Lo siento, Hyung.

—No hay problema. Ahora ve a sentarte. Hyung preparó algo con todo su corazón para que comamos —dijo y el de menor altura corrió al comedor.

El mayor colocó los platos y procedieron a comer.

— ¿Cómo está? —preguntó impaciente. Temía que algo le haya salido mal y no le guste a su mejor amigo. 

— ¡Está delicioso! Deberás prometer que me cocinarás otra vez. 

—Lo prometo—sonrió y juntaron sus meñiques. 

Al terminar de almorzar decidieron ir de compras. Claro, luego de tomar una pequeña siesta. Se tomaron de las manos y se encaminaron hacia la cama. Ambos se dedicaron a observar el techo mientras conversaban acerca de diferentes cosas. En un momento ambos se quedaron en silencio, hasta que Jimin lo rompió diciendo algo que hizo acelerar el corazón de Min Yoongi. 

—Hyung... Usted dijo que los novios se besan. ¿Me besaría?

—Ya lo hice, Minnie. Cuando llegaste. 

—Pe-Pero, yo hablo de los otros... —susurró bajando la mirada con sus mejillas sonrojadas. 

— ¿De los otros? —preguntó confundido. 

—Sí, lo-los que necesitas mover los labios, y-y-y tal vez... Abrir la boca... ¿Usted me daría de esos? 






NO LO REVISÉ BIEN PORQUE ESTOY RE OCJDKFSDF YA VAN A SER LOS BILLBOARD, CHAU

Horror Movies | YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora