CAPÍTULO 7

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Llego a casa y me dispongo a ducharme. Pongo música relajante mientras lo hago y canto las canciones que van sonando. Algunas me motivan, otras me relajan, y otras me recuerdan los peores momentos de mi vida. No me gustan las letras que hablan de un amor perfecto, idealizado, porque éste no existe ni existirá nunca. Solamente he tenido una relación seria en toda mi vida, y fracasó de la peor manera. Fue hace un año, cuando por fin conocí al chico perfecto. Cumplíamos seis meses de relación, y yo estaba de intercambio en Londres. Para darle una sorpresa, volví del viaje antes de tiempo y fui a su casa sin que él lo supiera. Lo que no sabía era que la sorpresa me la iba a llevar yo cuando viera que estaba besándose con una tía en el portal de su casa. Después de eso ya no creo que exista el amor. Es una mierda, sinceramente.

Salgo de la ducha, me visto, me seco el pelo y me tumbo en la cama. No sé qué pensar de todo esto: La mudanza, los cambios, los nuevos amigos, el metro...  Es todo muy diferente. Pero supongo que es lo que tiene cambiar de vida tan de repente. 

Un sonido me distrae de mis pensamientos: El tono de llamada de mi móvil. En la pantalla está escrito el nombre de "Carolina". Lo cojo y contesto:

-Hola, Carol.

-Hola... —responde ella, parece preocupada—. Siento no haberte llamado. Se me pasó completamente. Lo he dejado con Paul...

Vaya, no me esperaba eso.

-Es un cabrón, siempre te lo he dicho.

-No sé... Estaba ciega. Pensaba que realmente me quería, y me engañó con otra tía... Lo pillé de lleno. Vi cómo se besaban en medio de la playa. 

Tras dos horas y media de charla, contándonos nuestras alegrías (no son muchas) y nuestras penas (abundantes), cuelgo y me quedo totalmente dormida. Ha sido un día muy largo.


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⏰ Last updated: Jun 22, 2017 ⏰

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