Epilogo Final Alternativo 1

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Chiaki:

Apenas podía creer las palabras que Yuu decía, ¿dejar a Tori? ¡Se había vuelto loco! Si yo le hablaba de eso a Hatori me iba a matar sin tener piedad de mí, abrí la boca, le miré sorprendido. No podía creerlo, sentí el rostro caliente y supe que me había sonrojado, bueno, era inevitable con está situación; comencé a jugar con la tela de la sábana que ahora me cubría. Conté hasta 10, teniendo la mirada clavada en como mi dedo se enrollaba en la tela. 1... 2... Hatori no estaría contento, 3... 4... No me dejaría ir, yo era de él, 5... 6... Era un inútil bueno para nada, ¿qué tendría de bueno sin mi esposo? 7... 8... Inspiré hondo, negué con la cabeza y me pase la mano por el cabello. Necesitaba aclararme, no podía soltar una bobería cualquiera y arruinar aún más las cosas, le debía tanto a Yuu 9... 10... Yo era un loco. 

  — No puedo... — susurré en voz baja, muy pero muy bajita, tanto que dude que me hubiera escuchado. Sonreí, apenado. No podía creer, ¿qué estaba diciendo? Le miré con el rostro lleno de lágrimas, su mirada y expresión dura flaquearon— . No soy nada sin Hatori, no lo soy... Yo... Yo lo necesito...

La mirada de Yuu fue de aquí para allá, inquieto. Inspiró aire, quizá buscando valor o tal vez solo tratando de no decir que era un estúpido por la clase de pareja que tenía y porqué continuaba con él.

—Chiaki, estoy dispuesto a ayudarte —hizo una pausa, y todo me pareció eterno. Me tallé los ojos, tratando de no ponerme a llorar en ese mismo momento —. Pero tienes que querer ayudarte también, ¿lo entiendes?

Sólo asentí, como el tonto que era. Apreté la sábanas y sonreí, ¿qué tan malo podía ser? Había soportando ya muchas cosas con Hatori, Yuu no parecía que fuera a hacerme daño, él solo estaba ahí, esperando a que decidiera por mi mismo, me dejaba en claro que creía en mí, que le importaba lo que yo pensara, entonces supe, entonces comprendí, que no estaba tan solo.

Me di cuenta de que tan total y distorsionada estaba mi mente, quería una cosa, pero entonces me daba miedo que aquello enfadará a Hatori, así que sólo dejaba de quererlo. Y eso estaba mal, yo era una persona. Podía querer algo, podía equivocarme, podía ser libre. Entonces, ¿qué pasaba? Me sentía atrapado, podía casi sentir la mirada juzgadora de Tori por todas partes, eso me limitaba. Pensar que en cualquier momento, él podía salir (de alguna parte) y golpearme. Era un miedo terrible, que desea a que desapareciera, pero que no lo haría. Que siempre estaría ahí, hasta que decidiera el cambiar y afrontar lo que venga con esa decisión.

—Quiero —balbuceé en voz baja, Yuu se inclinó para escucharme mejor —. Quiero ayudarme —dije, después de un momento de balbuceo incoherente y repetidos suspiros de desesperación.

Después de pronunciar esas palabras me di cuenta del peso de las mismas. Nada nunca es fácil, menos en la situación en la que estaba, así que las cosas serían mucho más difíciles ahora. Pensé que tal vez estaba muy apresurado en tomar una decisión, que solo había hablado por hablar, pero tras pensarlo mejor me di cuenta de que eso era lo correcto.

—Muy bien, Chiaki —me dio unas palmadas en la espalda.

El doctor tardó mucho más que lo que hubiera deseado, y tras el médico entró Hatori. Mi aún esposo y me revolví en mi lugar, me sentí estúpido por la decisión que tomé. Yo le debía todo a Tori, él me había ayudado, él me había querido y yo estaba pagándole con la traición

Miré a Tori, intimidado y tratando de mantener firme mi pensamiento de separarme de él, de hacer algo por mí, pero en cuanto más se acercaba más miedo tenía y sólo quería gritar y llorar que haría lo que él quisiera con tal de que me perdonará y me dejara volver a casa. Mi esposo no dijo nada, se sentó al lado de Yuu, esperando que éste le hablara supongo y mientras el doctor me hacia unos últimos chequeos rutinarios pude verlos susurrarse algunas cosas.

No paso mucho para que Tori saliera del cuarto, miré a mi amigo totalmente confundido y él sonrió. Me lleno de calma su gesto, me indicaba que todo estaba bien.

—Parece estar recuperándose de manera rápida, Yoshino —informó el doctor, llamando mi atención. Mire mi brazo, tenia los puntos aún e hice una mueca al verlos. Era una sensación desagradable e incomoda, me provocaba náuseas de lo bizarra que se veía —. Sin embargo, se le asignará un psicólogo para asegurarnos de que no lo vuelva intentar. Por favor no falte, haremos las cosas a la fuerza de ser necesario.

Sólo asentí apenado y relamiéndome los labios secos.

Hatori no tardó en volver, dejó una carpeta color amarilla pálido y se marchó.

—Si firmas esto —dijo Yuu, tomando la carpeta y abriéndola para sacar unos papeles y entregármelos —. Serás libre de Hatori Yoshiyuki.

Mi mano tembló.

[ . . . ]

Para Hatori Yoshiyuki:

Está es la primera vez que te escribo, me pone nervioso. El psiquiatra dijo que esto me ayudara a que me sienta mejor y pueda superar todo lo que me hiciste.

La verdad... No estoy molesto contigo, sólo que a veces me pregunto, ¿por qué? Cuando me dejaste con Yuu, fue porque tuviste miedo, ¿verdad? Miedo de perderme, miedo de que de verdad hubiera muerto. Sé, sabía que me amabas, aunque fueras malo conmigo. Me querías, tanto o más de lo que yo te quería a ti. Pero, ¿por qué hacerle caso a tus padres y golpearme para enseñarme mi lugar? Mi intención en aquella fiesta no fue besar a ese chico (¡ese chico era Yuu! ¿Puedes creerlo?), estaba ebrio, me tropecé y él me sostuvo. Me agarró y nuestras bocas chocaron, tú llegaste en el momento menos oportuno...

Bueno, Hatori, o como prefiero decirte y el apodo que amas en secreto, Tori, yo te quiero aún.

Pero ya no como antes, me hiciste daño, eso no estuvo bien. Me hiciste detestarme hasta el punto de querer morir, aprendí a darme mi lugar y valorme ahora que estuve lejos de ti.

Te extraño.

Pero no quiero que vuelvas si vas a hacerme daño otra vez, no te odio, no te guardo rencor. Si quieres mi perdón lo tienes, cualquier cosa que me pidas... No, no cualquier cosa.

Ahora estoy empezando algo así como una relación con Yuu, vamos lento, y al él no le molesta. Ya se disculpó conmigo por tratarme de esa manera cuando más lo necesitaba. Sus disculpas fueron sinceras.

Quizá, si te disculpas igual, podamos ser amigos, los mejores amigos. De nuevo, Tori, ¿lo imaginas? Seria como volver a empezar.

El lugar comienza a oler delicioso, debe ser porque Yuu esta conicnando algo. Se le da de maravilla, como a ti.

Hubiera deseado que lo nuestro funcionará, Tori. Pero, por desgracia, no fue así.

Por favor, consigue a alguien que te quiera, cuídala (o cuídalo) y no lo(¿la?) maltrates.

Te quiere, extraña, pero no volverá contigo, Yoshino Chiaki.

Doméstico (Yaoi/gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora