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-Tu mamá es agradable - dice el pelirrojo al entrar al cuarto del menor
-Lo se - contesta con palabras aún más significativas de lo que suenan

Los dos se instalan silenciosamente en la habitación, quitándose las ropas en la oscuridad.

Supuestamente Yoongi iba a dormir en un colchón inflable, pero ambos sabían que eso era innecesario. Al momento en que Seok pone el seguro en la puerta Yoongi se termina de quitar los pantalones para reposar cómodamente.

Cuando el moreno vuelve a la cama el mayor lo jala entre sus brazos. Yoongi podía ser un ser de swag, pero nadie se resistía a cucharear con Jung Hoseok.

-Yoongi yo...
-Sh! Por favor no hables...
-... Tendremos que hacerlo en algún momento...
-Lo se... pero por ahora... porfavor solo no digas nada

Seok no contestó, simplemente tomo las manos que lo rodeaban y se apretó más hacia su cuerpo.

Llegó a pasar tanto tiempo que los dos podrían estar dormidos, sus respiraciones acompasadas eran el único sonido en la habitación, hasta que Yoongi decidió lo contrario.

Sus manos apretaron gentilemente la cintura del menor, atrayéndolo más a sí mismo si es que fuera posible. Comienza a repartir besos por su nuca y sus hombros, sintiendo como el contrario se estremece.

Las caricias aumentan, el menor se restriega más desesperadamente contra el pelirrojo y este de inmediato se endurece.

Con delicadeza Yoongi voltea a Hoseok, hasta tenerlo completamente sometido contra el colchón. Con un poco de dificultad le quita la playera, dejándolo solo en boxers.

Parecía que hubieran pasado siglos sin tocarse, en vez de solo tres días. El agotamiento emocional de ambos los había envejecido, necesitaban sentirse cerca uno del otro nuevamente, saber que todo estaría bien por lo menos por unas horas.

Ver las espalda de Seok en la tenue luz que se filtraba por debajo de la puerta era suficiente para delinear sus músculos, aunque levemente marcados, igual lo hacían ver trabajado y masculino.

Yoongi pasa sus manos por la piel desnuda del menor, delineando con sus dedos los omoplatos, la curvatura de su columna, sus hombros definidos, su pequeña cintura. Casi pareciera que le daba un masaje. Un masaje erótico.

Sus labios entran en juego. Succiona pequeñas porciones de piel en áreas sensibles, causando débiles quejidos ahogados en las sábanas. Su lengua es ahora el plumón que delinea el contorno de su cuello, provocando escalofríos deliciosos en el moreno, haciendo que su erección sea más molesta contra la cama.

-My flow is like Kama Sutra. Toying with u on my beat - dice mientras sus manos viajan hasta el trasero del menor, manoseandolo provocadoramente.

-Mm que haces...? Acaso ahora t-tienes un fetiche... con rapear e-en la cama? - dice Seok al escuchar tales palabras, aunque un poco extrañas en el momento, lograba excitarlo (tal vez él era ahora algún tipo de pervertido)

-Solo practico... - habla todavía estimulandolo - Tu me inspiras

-Pues deja d-de in-nspirarte... nos van a oír

-Solo si sigues gimiendo como perra - dice esto al mismo tiempo en que mete un dedo en su estrecha entrada, causandole incomodidad y un gran esfuerzo de no hacer justamente lo que acaba de decir.

Con su dedo todavía dentro, jala a Seok para colocarlo en una mejor posición, una donde su trasero sobresalía completamente mientras su pecho seguía apoyado en la cama. El menor empezaba a pensar que esta era su posición favorita por las repetidas veces en las que se encontraba en ella.

Coffee (BTS + 18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora