Don't cry, little girl. (Michael Clifford fanfic)

Rehabilitación.

"Creí que te irías."

Isabelle volteó y vio a Ashton allí parado, tenía una campera con capucha, la cual tenía puesta y ocultaba parte de su rostro.

"No. Estoy aquí." estaba sentada, al igual que cuando la había llamado.

Ashton se quitó la capucha e Isabelle jadeó. Su labio estaba partido y tenía sangre seca en él y además, su ojo izquierdo estaba violeta e hinchado.

"¿Qué te sucedió?"

"Michael. Estaba furioso, trate de tranquilizarlo y me dijo que no me metiera. Luego le dije que no me tratara así y me pegó y yo le pegué y así estamos."

"Son unos idiotas. Y unos inmaduros." dijo, mirando un punto fijo.

"¿Qué sucedió?"

"Michael sólo decía que lo utilizaste, que no podía creerlo de ti y que eras una pu... bueno, todo tipo de cosas." Isabelle apretó los ojos y no dijo nada, lágrimas formándose en sus ojos.

"Mi mejor amigo tiene problemas. Y nuevamente, trató de suicidarse. Y me confesó... su amor."

"¿Y por eso lo dejaste a Michael?"

"No quiero que mi amigo sufra, Sebastian es como un hermano para mi."

"Tú misma lo dijiste. Es un hermano para ti. Nada más."

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Isabelle volvió al hospital, fuera, Ashton estaba esperándola en el auto. Isabelle se dirigió a la habitación de Sebastian y cuando abrió la puerta, estaba vacía. Los ojos de Isabelle se abrieron demasiado y buscó a una enfermera. A medio camino, encontró una.

"Señorita, señorita." La enfermera la miró.

"Mi amigo no está en su habitación..." dijo.

"Dígame el nombre del paciente, por favor."

"Sebastian Collins." la enfermera asintió.

"El señor Collins fue trasladado a un centro de rehabilitación."

"¿Cómo dice?"

"Sí, hoy por la tarde."

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Cuando Isabelle le contó a Ashton que Sebastian estaba en un centro de rehabilitación, él sólo asintió y comenzó a conducir. Isabelle le dijo su dirección, peor él fue por el lado contrario.

"¿Qué haces Ashton, dónde diablos me llevas?"

Isabelle miró por la ventanilla y se encontró con el aeropuerto de Londres, gente yendo y viniendo, gritos y aviones despegando.

"¿Por qué me trajiste aquí?"

"Hoy tenemos que ir hacia Dublín." dijo Ashton. "Y pensé que te gustaría despedirte de Michael."

"Michael me odia." Ashton rió.

"Créeme, es lo que menos hace."

Ashton estacionó y apagó el motor. Luego, bajó del vehículo y abrió la puerta de Isabelle, como todo un caballero, y luego, le dijo:

"Isabelle. Ve y dile todo lo que sientes por él. Realmente le importas."

"Nos conocemos hace poco tiempo, no sé que le puedo decir..."

"Entonces, ve, tómalo del brazo y bésalo. Y listo."

"Pero..."

"Créeme, funciona."

Isabelle suspiró y camino hacía las grandes puertas. Dentro, era enorme y blanco, además había muchísima gente, yendo, viniendo, gritando, llorando. Era todo un gran desastre e Isabelle, siendo la primera vez allí, se encontró totalmente perdida. Entonces, Ashton llegó, le guiñó un ojo y siguió caminando. Isabelle captó el mensaje y lo siguió.

Entonces Isabelle lo vio. Iba vestido totalmente de negro y su cabello estaba disparado en distintas direcciones, como si no se hubiera peinado. Bajó sus ojos, llevaba unas ojeras enormes y oscuras y sus ojos estaban hinchados. De repente, Isabelle se sentía muy culpable.

"Haz lo que te dije."

Cuando Michael se volteó y le dio la espalda, Isabelle caminó silenciosamente hacia él y contando mentalmente hasta tres, pronunció su nombre... Nada.

Entonces Isabelle recordó lo que le había dicho Ashton y sin recordar que ellos eran famosas y que había paparazzis y que las fans estaban cada segundo sacando fotos. Sólo actuó. Lo tomó del brazo, lo volteó - era realmente liviano - y sin dejar que Michael la reconociera, lo besó.

Todas las fanáticas comenzaron a gritar y los clicks de las cámaras no dejaban de sonar, pero a Isabelle no le interesaba. Michael estaba con los ojos muy abiertos y ya la había reconocido, pero más allá de estar parado totalmente congelado, no podía hacer nada. Cuando la necesidad de respirar era bastante, Isabelle se separó y con la respiración agitada, levantó la vista y miró fijamente a Michael.

"Estás loca." fue lo único que dijo. Isabelle sonrió.