👬Capítulo 5👬

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Al abrir los ojos, intento averiguar dónde estoy, el olor a analgésico y el ruido de unas máquinas me dice que estoy en el hospital. Siento una presión en el hombro derecho. Antes de girarme veo que su brazo estaba alrededor de mi cadera, y sus piernas entrelazadas con las mías.

Sonrió casi sin esforzarme, me giro lentamente para comprobar a un Christopher dormido sobre mi hombro.

Sus pestañas rozan sus perfectos pómulos, las facciones de su rostro estaban completamente relajadas, tiene el pelo revuelto y la boca algo entreabierta.

No lo quiero despertar, pero me acerco a sus labios pensando en darle un suave beso en ellos. Antes que pueda, me interrumpe la rápida visión de sus ojos al abrirse. Cierro mis ojos al instante. No quiero que me pille mirándolo.

Siento como me observa un momento antes de darme un beso en la frente, al separarse de mi abro los ojos. Me sumerjo en los profundos ojos azul verdoso de Christopher. Se le tiñen las mejillas de rojo y se va, sin decir nada.

********

De eso hace ya dos semanas, dos semanas que salí del hospital, dos jodidas semanas las cuales no cruce palabra con ninguno de los hermanos Stone, creo que me están evitando para no hablar sobre Helen o su familia en general.

-¡Connor!- una voz muy familiar hace que me detenga, no consigo identificar la persona que me llama. Eden no es, su voz es más chillona y aguda, la de Christopher sería más grave y sexy. La persona se pone en mi campo visual.

-Hola, Marco.- Añado sin ganas.

-¿Cómo estás?, le pregunte a Eden sobre ti, me dijo que estabas en el hospital porque un golpe o no sé qué. Se me ocurrió ir a visitarte y darte los deberes y todo eso pero me dijo que no querías visitas, lo importante es que...- deje de escuchar. Eden dijo que no quería visitas porque se lo diría Christopher. Idiotas, los dos. ¡Esta familia me saca de quicio y solo conozco a 3 de los Stone!

-Connooor- dice Marco moviendo la mano delante de mí.

-Ehh...no

-Pero, ¿sabes lo que te acabo de preguntar?

-Ehh...no- Añadí esto cuando vi que Marco ya se estaba molestando de que nunca le escuchase.

-¿Que si te sientas conmigo en la excursión?

-Sí, si claro.

-Eden también ira, pero creo que se sienta con su novio y su grupo de amigas. Ah y su hermano...Christopher- dijo su nombre lentamente, mientras miraba como reaccionaba ante la mención de lo que parecía ser el nombre prohibido.- Christopher ya se sentara con alguna zorra de las que siempre le están pisando los talones.

Ignore el comentario sobre un Christopher heterosexual y salí fuera donde nos esperaba el bus.

Marco iba detrás de mí, vi a Christopher casi al final del autobús mirando por la ventana, estaba buscándome. Lo supe en cuanto nuestras miradas se encontraron y se levantó, yo me pare. Marco dijo algo sobre que me esperaba dentro. Yo solo me concentre en ver como Christopher esquivaba alumnos para bajar del bus. Cuando ya estaba fuera se situó enfrente de mí, ninguno dijo nada, espere unos minutos para ver si tomaba él la iniciativa. Como no ocurrió, pase delante de él golpeando mi hombro con el suyo para adentrarme en el autobús. La verdad en estos viajes siempre me mareaba.

Fui a reunirme con Marco en los asientos que él había elegido cuando las puertas del autobús se cerraron. El autobús encendió sus motores cuando yo aún estaba de pie, me tambalee. Antes de siquiera pensar en que me podía caer los brazos de Christopher se agarraron de los hombros. Él estaba detrás de mí, acerco su boca a mi oído y dijo entre todos los gritos de la gente del bus.

-¿Te sientas conmigo?- Yo aún algo mareado no pude contestar, entre la sorpresa de que no me hubiese dejado caer y el puto autobús me quede mudo- ¿Connor?

-Si, esto... no puedo. Lo siento pero voy a ir con- no pude terminar la frase.

- Va conmigo, Chris. Tu vete que tu jauría de perras ya te está esperando.- Marco, tan importuno como siempre me cogió de la mano para intentar arrastrarme a su lado.

Christopher no me soltó de los hombros, al ver esto Marco soltó mi mano. Deje que Christopher me diera la vuelta para quedar enfrente de sus narices.

Hoy parezco una marioneta.

Sin dejarme decir una palabra, Christopher posa su mano derecha en mi nuca, me acerca y atrapa mis labios con los suyos.

Cierro los ojos al sentir como todo el bus se queda callado. Yo creo que hasta a más de uno les dio un infarto.

Mientras la sorpresa cundía en el autobús, el chico que según los demás era el más heterosexual del mundo y yo disfrutábamos de un extraño beso.

Al principio ninguno de los dos hizo nada, aparte de mover nuestros labios suavemente, con timidez incluso. Poco a poco fui subiendo mis manos hasta acunar sus mejillas con ellas, Christopher en cambio bajo las suyas hasta cogerme por la cintura. Cuando me apretó un poco un lado de la cintura, tuve que separarme y apoyar mi frente con la suya. Me estaba riendo en una mezcla de nerviosismo y alegría. Me había hecho cosquillas el muy idiota.

Él no había abierto los ojos, quizás le daba miedo enfrentarse a las miradas de todos. Todavía sonriendo cogí su barbilla y le di otro beso, este en vez de miradas envidiosas por parte de las chicas y curiosidad por parte de los chicos causo aplausos y silbidos.

Sentí como Christopher sonreía debajo de mis labios. Con incertidumbre roce mi lengua con la suya, sin esperarlo él soltó un pequeño gruñido de satisfacción. Fue un sonido gutural, y demasiado sexy e íntimo para un beso en un autobús escolar.

-Connor, siéntate, tenemos que irnos- Marco nos interrumpió, causando una mirada fría por parte de Christopher y unos cuantos abucheos cortesía de los pervertidos que teníamos por compañeros de clase.

Me senté al lado de Marco, pero en todo el viaje al aburrido museo no deje de mirar hacia atrás para ver como Christopher no apartaba ni su mirada ni su sonrisa de mí.

Las Cadenas de tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora