👬Capítulo 9👬

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Sentí cosas al verlo allí que no debería haber sentido después de lo ocurrido con Marco.

Una pizca de esperanza se formó en mi interior. Como un cálido aliento de familiaridad que llegaba a mi interior en forma de presión que me llevó a contener el aliento durante unos momentos.

Christopher estaba más despeinado de lo habitual y juraria que tenia las pupilas algo dilatadas.

Me di la vuelta para ver la expresión de Marco ante la repentina aparición de Christopher. Resulta que él me estaba mirando a mí, fijamente.

Intuía que mediante sus ojos me estaba preguntado que iba a pasar ahora.

Se respiraba más tensión que oxígeno. Era bastante incomodo pero aun así Marco se tenía que ir, no porque yo quisiera pero seguía lloviendo y cada vez más fuerte. No quería que teniendo que ir en moto enfermara por culpa de tener que estar allí.

Al volver a mirar Christopher vi que se estaba levantando, tambaleándose un poco quizá. Y daba unos pasos como queriendo acercarse a nosotros. Sentí que Marco se movía y caminaba hacia Betty.

-¡Hey Marco!- este se paro al oírme como lo llamaba y dio media vuelta- espera.

Antes de que pudiese decir nada ya me había acercado a él para darle un beso de despedida, solo fue un simple choque de labios, nada tan intenso como el último beso que nos había dado.. Era extraño haberlo hecho delante de Christopher pero, al fin y al cabo tenía derecho a besar a alguien en medio de la calle sin ningún consentimiento más que el de la otra persona, ¿no?

-Adiós, Connor- susurro todavía cerca de mi, segundos antes de subirse a su moto y arrancar yéndose de la calle en la que vivia.

En cuanto Marco desapareció por la esquina sentí la tentación de darme la vuelta y gritarle a Cristopher el "¿por qué?". ¿Por qué estaba allí?, ¿Por qué tenía que llegar y enfriar un día que estaba siento tranquilo y dulce?, ¿Por qué...por qué con tan solo aparecer en ese instante me había hecho dudar de todo lo que había pasado hoy?

A pesar de querer girarme y gritarle todo eso no me atreví, en ese momento, con él cerca, me sentía impotente y pequeño.

-Felicidades- dijo él arrastrando las palabras, ¿de verdad había estado bebiendo?- Ya sabes, por lo que sea que tenéis Marco y tu.

Al escucharlo pude girarme, cuando lo hice este levanto su mano para devolverme el mismo saludo que le había hecho yo al verlo con la otra chica. Su otra mano sostenía un vaso, el cual seguramente tendría una mezcla de alcohol y algún refresco.

-¿Que quieres Christopher?- intente decirlo de una manera fría e invulnerable ante él.

-¿Que qué quiero Connor?- se fue acercando hacia mi acortando, aun más, la pequeña distancia que nos separa y rompiendo mi espacio personal- ¿Sabes lo que quiero? Evitar pensar en ti en cada maldito momento. No se la razón por la que no te puedo sacar de mi mente.

-No deberías beber, sabiendo como- me interrumpió con tan solo mirarme de esa manera tan característica suya.

-Hoy...después de que me vieses con Sophie me fui a la fiesta de un amigo. Bebi sí, me emborrache porque quería deshacerme de tu maldita cara rondando constantemente por mi mente, de los pocos recuerdos que tenemos juntos, de la estúpida sensación que me provocan.

Sin saber que decir contuve nuevamente la respiración de nuevo. Esa sensación de esperanza aun no había desaparecido, y tampoco lo había hecho la culpabilidad de estar ahora con Christopher mientras me cuenta estas cosas cuando hace menos de tres horas estaba con Marco viviendo uno de los momentos más intensos desde que me había mudado a esta ciudad.

Christopher continuó con su maldito y esperanzador discurso.

-Y a lo largo de la fiesta encontré a una chica. Maldita sea Connor...me acosté con ella y aun así no pude dejar de pensar en ti- Se llevo ambas manos a la nuca y se quedó cabizbajo- No sabes lo que daria por poder darte un beso, un simple abrazo sin que me mires con tanto desprecio como ahora, entiendo porque me miras asi pero no pudo evitar que odie esa mirada tuya. No se que me has hecho pero haz que pare porque...de tan solo pensar que te he perdido...por favor quítame esta sensación Connor.

No supe reaccionar, enserio que no pude. La noticia de Christopher...no sabia ni como debía tomarla. Me intente dirigir hacia mi casa pero Christopher me cogió por los hombros y me hizo girarme, con mis dos manos lo empuje lejos de mi. No quería que manipulase mis sentimientos de esta manera, ahora solo lo quería lo más lejos posible de mi. No pude advertir la expresión de su cara al alejarlo de mí dado que seguía cabizbajo aun tras mi empujón.

- Tan solo...di algo. Por favor Connor- rogó él.

-No deberías beber sabiendo cómo se comporta tu madre con la bebida alcohólica- se lo dije con todo el desprecio que sentía en ese momento.

Christopher levantó la cabeza rápidamente para mirarme a los ojos. Se le cayó el vaso al suelo con lo que fuera que hubiese dentro. Cada segundo que pasaba su mirada se volvía fría e intensa, de una manera hasta dolorosa.

- Me...me acabas...¿De verdad tienes esa imagen de mi?, ¿crees que soy como mi madre?

- No he dicho eso pero no deberías...

-¿Crees que sería capaz de maltratar a mis propios hijos?, ¿crees que soy tan cruel y despiadado como para hacer tal cosa?- me volvió a interrumpir. Apunto su dedo índice hacia mi pecho.- Yo creia que la persona que mejor llego a conocerme en tan poco tiempo, que me hace sentir tanto...pudiese comprender que nunca llegaría a ser como cualquiera de mis padres. Creía que TU eras mejor que eso.

Giró sus pies y se fue caminando hacia el lado contrario por el que se había ido Marco.

Entre a mi casa intentando no hacer ruido pero al mismo tiempo intente llegar a mi habitación lo más rápido que pude. Al llegar cerré la puerta y me deje caer hasta apoyarme en ella.

Cogí mi móvil y busqué rápidamente en la lista de contactos un nombre. Llamé, al segundo tono me contestó aunque no dijo nada. Seguramente le sorprendía que la llamase después de este tiempo.

-Eden...tu hermano acaba de estar en la puerta de mi casa. Se ha ido y estaba borracho y enfadado. Por dios buscalo y llevalo a vuestra casa antes de que le pase algo.

Sin decir nada, Eden colgó.







Las Cadenas de tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora