*NARRADOR:REBECCA*
La semana se ha pasado rápido, ya es viernes y no me siento con ganas de ir a la escuela, pero solo es hoy y ya mañana podre salir con mis amigas.
Salgo rápido de casa, sin darme cuenta se ha hecho tarde.
En esta semana no he vuelto a ver a aquel chico de la cafetería, pero eso no me preocupa en lo absoluto, aunque no le he agradecido por ayudarme, además si lo encontrará, ¿qué podría decirle?.
Al llegar a la escuela parece que las clases ya han empezado, me dirijo rápido al salón de clase para no perder tiempo, pero al llegar no está la maestra dentro.
-No tendremos la clase-. Dice un chico que esta observandome desde dentro.
No lo había notado, probablemente porque no soy muy sociable.
Es un chico alto de piel morena y cabello oscuro.-En cerio-. Aun no puedo creerlo y yo que me esforcé por no llegar tan tarde.
-No, ¿ves esas cortinas?, los de la clase están justo detrás y bajo el escritorio está la maestra. Todos están esperando a que te sientas feliz por la clase libre, para luego gritar ¡caistee!.
Es un idiota, no pude evitar verlo como tal y reírme sarcásticamente.
-Dime, ¿estas ocupada hoy?-. Se empezó a acercar.
-Si, muy ocupada-. Empecé a sentirme nerviosa con cada paso que daba hacia mi.
-Jeje, y ¿mañana?-. Ya estaba frente a mi y no dejaba de verme directamente.
-Saldré con mis amigas-. Conteste rápidamente y apartando la mirada.
-Hmm, que mal-. Contestó muy cerca de mi oído.
Esto último hizo que mi piel se erizará, no se porque, pero me sentía indefensa, vulnerable, pero no me disgustaba sentirme así.
Colocó su pulgar en mi barbilla, haciendo que lo viera a la cara y rodeo mi cuerpo con su brazo, cerré los ojos y pude sentir como su brazo me acercaba hacia el y justo antes de poder sentir sus labios, su brazo se detuvo.
Llegado este punto no podía contenerme, sentí el deseo de tener sus labios en los míos.
Me pare en la punta de mis pies para poder alcanzarlo, pero el se aparto un poco.-Si me besas gritaré-. Dijo mientras se reía.
Sentí como la sangre se iba hacia mis mejillas y como mi cara se enrojecia, mientras me soltaba de su agarre.
-¡idiota!, yo nunca te besaría-. Dije molesta, demasiado molesta.
-Te ves preciosa, lastima que eso este apunto de caerte-. Dijo mientras apuntaba hacia arriba.
Mire ingenuamente y en ese momento el se inclino y beso mis labios, lo hizo rápido se tomó como unos 2 segundos.
-Si mañana te "desocupas" , podríamos salir a un cine o a mi casa-. Susurro en mi oído de tal forma que mi corazón se volvió loco.
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¿Cómo Pasó?
RomanceCambiar su vida no formaba parte de los planes de Rebecca Evans. Su vida siempre había sido como la de cualquier otra persona normal. Así era hasta que Dan llegó a su vida. Con su intensa mirada y la seguridad que tiene para hablar. Dan hace lo po...