Ghost Drivers (Kaisoo)

XIV

"El es hermoso, es bonito, es la línea central de mi mano, el es el pulso de mi pecho, y está hecho a mis deseos, a mi oído, a mi boca, él es mi lágrima más pequeña, mi palabra más suave, es fuerte en su andar, dócil a mi manera en el amor y su mirada demanda mis atenciones.
Verlo es sentir que estoy vivo."

El camino era rocoso, algo incomodo por el traqueteo de las ruedas contra el suelo.

El cielo empezaba a oscurecerse un poco más y kyungsoo comenzaba a impacientarse, la luna había quedado escondida trás un gran nubarrón, nunca le había gustado el no poder ver la luna, sentía que su conexión con ella era mucho menor, sentía que le faltaba algo.

-Podríamos haber llegado más rápido si hubiésemos transmutado.-murmuró Kyungsoo.

-¿Y qué hubieras hecho con la ropa?.

-Soy un lobo Jongin, no me incomoda.

-Pero te verían desnudo.-bufo.

-¿Quién dijo que no quisiera que me vieran?.

-En mi manada los omegas son más pudorosos.

-Sí, pero yo no soy como el resto de los omegas.-sonrió.

Llegaron a un claro rodeado de árboles en el que se alzaba el bar decorado con algunas inscripciones. Según Jongin era la mejor localización para no incomodar a los más mayores de la manada.

Cerró la puerta al pisar el suelo, nunca se había acostumbrado a ir en coche, le gustaba sentir la brisa del aire, era una de sus cosas favoritas.

Caminó hasta quedar a unos pasos de la entrada girandose para ver a Jongin.

-Dejemos unas cuantas cosas claras.-sonrió.

-¿Cómo el qué?.

-Se que eres un alfa pero quiero encargarme de esto a mi manera.

-Kyungsoo esta es mi manada y soy tu pareja, no dejaré que te enfrentes a ese lobo tu solo.

-Creo que no me has entendido.-gruño.-No te estoy pidiendo permiso, simplemente no te cruces en mi camino. 

Kyungsoo siguió su camino hacia la entrada y empujó la puerta, olía a alcohol mezclado con trazas de excitacion, una mezcla entre hielo seco y humo de cigarrillos también acompañaba el ambiente. Hacia calor, mucho calor, el bar era sencillo pero a la vez agradable, estaba hecho y decorado con madera, las luces estaban apagadas y se iluminaba a base de leds de colores, era un lugar bastante exótico.

Caminaba guiándose por su olfato, los harlyds a pesar de ser cambiaformas tenían un pequeño trazo en su olor que los identificaba, olían a hueso quemado, en un principio le había costado identificar de que se trataba y sobre todo el cómo diferenciarlos, pero con el paso del tiempo y el aumento de su trabajo ya se había convertido en una costumbre capturarlos. 

El comandante estaba en la pista  bailando pegado a una loba alta de pelo castaño. Sonrió y caminó hasta quedar detrás de la loba, la tomo del brazo y le susurró unas cuantas cosas antes de que esta desapareciera entre la marea de gente, giró la cabeza y se encontró ante un lobo alto y corpulento, olía a alfa.

Arrugó la nariz y movió la cabeza de lado a lado, si ya era difícil tratar con un alfa, tratar con un harlyd alfa era como una patada en los mismísimos.