XXIV

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"No somos nada,
pero entre nosotros está pasando de todo"


Miró una vez más el cielo aspirando el olor de la naturaleza, nubes grises adornando el hermoso paisaje ocultando a la madre luna.
Aulló como hace años no lo hacía, agradecido por su encuentro.

Sintió el frío calar sus huesos y suspiró, una tormenta se avecinaba. Apretó con fuerza el metal bajo sus manos y soltó un poco de aire, distraído con las líneas sin forma que salían como producto del contraste de calor que irradiaba su cuerpo.

-¿Kyungsoo qué haces aquí fuera?.

Cerró los ojos un momento intentando cambiar el color de estos, soltó un poco más de aire y parpadeó.

-Pensar.

Sintió el aroma de su pareja aún más cerca y unas manos estrecharse en la curva de su cintura.

-¿En qué?.

-En por qué estoy compartiendo cuarto contigo.

-Sabes que no fue cosa mía, no quedaban habitaciones suficientes.

-Lo sé y también sé que podría haberme negado, podría haber compartido cuarto con Yoo, llevamos años haciéndolo.

Jongin sintió la bilis subir por su garganta y emitió un pequeño gruñido.

-Estas aquí porque es tu lugar.-rugió.

-No estoy tan seguro de ello.

-Yo sí.-sonrió enseñando sus caninos.-Tu lugar está a mi lado, en mi vida, en mi corazón, en mi cama y cuando llegue el momento también ante la muerte.

Kyungsoo se estremeció y le devolvió la sonrisa junto con un disimulado guiño.

-Las palabras siempre suenan bien alfa.

-¿Quieres hechos?.

-No estoy seguro de querer nada.

Jongin asintió dándolo por perdido una vez más, Kyungsoo sonrió leve al mirarlo, podía sentir la insatisfacción ante su respuesta y se sentía condenadamente mal porque su lobo casi nunca estaba en desacuerdo y ahora lo estaba, en un principio podía soportarlo,  pero la mirada de resignación de su pareja comenzaba a pasarle factura. Se había levantado abrumado por la excitación, el olor de su pareja era abrumador y sentía un cosquilleo electrizante por todas las partes del cuerpo.

-¿Qué hora es?.

-Las dos de la madrugada.

Kyungsoo asintió y volvió la vista una vez más hacia el paisaje que se erguia ante sus ojos.

-Es hermoso.-acotó.

-¿El qué?.

-El cielo...-susurró.-Todo es tan caótico y a la vez tan apacible.

Jongin sonrió mirando su espalda descubierta, paso un dedo siguiendo el dibujo de su columna vertebral para después cerrar los dedos alrededor de su muñeca.

-Vuelve conmigo.-susurró.-Ven a la cama.

Kyungsoo asintió y se dejó arrastrar hasta el interior del cuarto.

-Estas frío.

-Lo sé.-sonrió.

-No debiste haber salido así.-gruño.-El tiempo está cambiando.

-Lo sé.

-Deberías ponerte algo más de ropa.

-Eso también lo sé.-sonrió.

Ghost Drivers (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora