Another Tale: Dark Hero

Capítulo 7: ¡Voy a salvarla! Shin se pone serio.

-Sucedio hace mucho tiempo...

Susurro STONE mientras retiraba con sus dedos el cigarro, soplando el humo del mismo con tranquilidad.

-Hubo una tormenta muy fuerte esa vez, cayó del cielo un hombre, un Ángel.

-¿Ángel?

El mayor asintió tranquilamente y mantuvo su mirada fija en el.

-Ese Ángel se volvió un ser destructivo, causo mucho pánico en el mundo, pero tuvimos mucha suerte... Ese ángel no era tan poderoso como uno normal, al parecer la mayoría de sus poderes desaparecieron.

-¿Y que sucedió? -Dijo Shin mientras lo miraba-

-Cuando ese ángel fue acorralado por los exorcistas, lo único que dijo fue: "Me llamo Arganox" y entonces desapareció -Soplo el humo del cigarro nuevamente- Y jamás se lo vio de nuevo...

Shin guardo total silencio, miro su mano totalmente vendada y cerró los ojos totalmente tranquilo.

-Nose que quiera de Izami, pero no creo que sea bueno.

-Dijo que quería su poder... Nosé para que o porque -El joven se sentó en la cama- Pero iré a buscarla...

-No.

Dijo STONE directamente con seriedad, se puso de pie y se le fue acercando. Shin rápidamente volteo a verlo con enojo.

-¿De que demonios hablas? ¿Acaso no haremos nada para salvarla?

STONE se mantenía serio y tranquilo, sus ojos lo miraban fijamente, tiro el cigarro al suelo y lo piso con fuerza.

-¿Acaso crees que vas a poder contra ellos? No pudiste contra el jefe ¿Crees acaso que tienes oportunidad?

-Tch...

Shin furioso se levantó y lo tomo de la corbata con enojo, jalandolo un poco hacia abajo.

-¡¿Crees que esa estupidez me importa?! ¡Izami está en peligro y ¿no haremos nada?!

El mayor guardo silencio, su mirada se mantuvo contra el joven con seriedad.

-¿Acaso te gusta? -Dijo el ahora sonriendo-

Shin apretó con mayor fuerza su corbata, mordió su labio inferior con fuerza, sin embargo en este momento el ya no lo dudo más.

-Si, me gusta -Dijo el directamente- Y si no me ayudarás, pienso ir a pelear solo.

STONE solo soltó una risa leve mientras lo miraba con tranquilidad. Shin lo fue soltando. Le dio la espalda y sin decirle nada solo empezó a caminar.

-¿Adonde crees que vas? 

-Ya te lo dije.

-Si no sabes donde está no creo que haya mucho que puedas hacer -Dijo el sonriendo- ¿No crees?

Ante eso Shin se detuvo y frunció el ceño molesto, volteo a verlo con enfado.

-¿Vas a empezar hablar?

El mayor solo soltó una risa y mientras retiraba un cigarro de su bolsillo empezó a caminar.

-Sígueme.

El pelinegro no supo que decir, simplemente empezó a caminar tras de él.

Mientras, en una mansión que parecía estar en ruinas. En el centro de un enorme salón estaba Izami, atada de manos con cadenas, las cuales parecían estar fuertemente enganchadas al techo, estaba de rodillas en el suelo, debajo de lo que parecía un circulo.

Ella tenía la mirada baja, sus ojos levemente irritados de lo mucho que había llorado, la ropa algo sucia y rota, solo mordía su labio inferior con cierto enojo. Empezó a escuchar unos pasos ir hacia ella, el hombre de casi 2 metros, Arganox.